Felipe Paullier
Felipe Paullier

Seis meses de nueva normalidad

El domingo se cumplieron seis meses desde la detección del primer caso de coronavirus COVID 19 en Uruguay.

Afortunadamente, aquella situación inicial de relativa incertidumbre que todos vivimos, el miedo a lo desconocido que caracterizó los primeros días, se fue mitigando con el pasar de las semanas a partir de decisiones firmes y un rumbo claro que marcó el gobierno.

Si nos comparamos con el resto de la región, nuestro país es un oasis en el desierto. Basta prender la televisión o leer algún portal digital y ver lo que está sucediendo en el mundo, para estar orgullosos de la responsabilidad con la que se ha encarado esta adversidad en el Uruguay.

Sin dudas, el éxito con el que se viene sorteando la pandemia es el fruto de una enorme cantidad de factores generales y particulares, de acciones coordinadas a diferente nivel del gobierno y en diversas áreas, y en particular del compromiso ciudadano.

Desde que surgieron los primeros casos, la prioridad estuvo siempre en garantizar la salud y preservar la vida. Aunque la batalla aún no ha terminado, los resultados hasta ahora son evidentemente exitosos y nos han permitido sortear el invierno con tasas de contagio y una mortalidad muy bajas.

La capacidad de respuesta y coordinación del Ministerio de Salud Pública durante los brotes ha sido notoria, garantizando el seguimiento de los contactos de casos positivos y limitando notablemente los contagios como quedó demostrado en Rivera y Treinta y Tres hace algunas semanas.

Se suma a la respuesta sanitaria, capital frente a la pandemia, el necesario apoyo en materia económica y social que viene desarrollando el gobierno nacional, y en su defecto todos los uruguayos, para acompañar y empujar a los que más lo necesitan.

Recientemente por ejemplo, se dio a conocer que el Ministerio de Desarrollo Social en el marco del apoyo a los más vulnerables en esta pandemia entregó más de un millón de canastas de alimentos en todo el territorio nacional.

A su vez, en estos últimos días, el Ministro de Desarrollo Social Pablo Bartol anunció el fortalecimiento del programa Uruguay Trabaja, con algunas modificaciones en su implementación para mayor eficiencia, poniendo foco en el interior del país y aumentando los cupos para fomentar la inserción social a partir del trabajo.

Sin dudas, la pandemia tuvo y sigue teniendo importantes consecuencias. En este escenario, la posibilidad de que como país sigamos semana a semana avanzando en la reactivación de actividades es el principal factor para garantizar la conservación de los puestos de trabajo.

Si bien hoy damos por sentado algunas realidades, el hecho de que los negocios comerciales vuelvan a estar abiertos, de haber retomado los espectáculos públicos y que de a poco vuelva a reactivarse el turismo, es una excepción a lo que sucede en la región. Esta situación, que permite que miles de uruguayos vuelvan a su lugar de trabajo, es algo que debemos cuidar para no tener que ir marcha atrás.

Aquella libertad responsable de la que nos habló nuestro Presidente hace algunos meses, se fue instalando como una forma de encarar el trabajo, el ocio y la vida cotidiana. Para poder cuidarnos y cuidar a los otros, sigamos en este camino.

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