Felipe Paullier
Felipe Paullier

La otra pandemia

La triste muerte del Morro García hace algunos días, puso en la agenda un tema del que hablamos poco. El suicidio es en el Uruguay y el mundo, además de un drama social, un verdadero problema de salud pública. 

El propio Ministro Salinas, en el marco del día nacional de prevención del suicidio, catalogó esta problemática como una verdadera pandemia.

Durante muchos años, como frente a otros tantos asuntos difíciles de abordar, ha sido un tema evitado por todos: medios, políticos, sistema educativo, familias. Es que el suicidio duele, ni que hablar cuando pega cerca, y el dolor se evade siempre que se puede. Lamentablemente, barrer debajo de la alfombra no ha sido una estrategia exitosa, y los números en nuestro país reflejan una terrible realidad que no podemos dejar de ver y reconocer.

Según datos de Salud Pública, en el 2019 murieron en Uruguay 723 personas por suicidio. Es un flagelo que tiene un fuerte impacto a nivel juvenil, representando la segunda causa de muerte en esta franja etaria según los números publicados por el MSP. Cada tres días, un joven se suicida, guarismo que superó en 2019 la cantidad de muertes por siniestros de tránsito en este grupo.

Una proporción de los casos de suicidio se asocia con patología psiquiátrica, aunque también existen factores económicos y sociales que influyen en esta conducta. La falta de acceso a atención adecuada es uno de los factores que aumentan los riesgos asociados a la salud mental y el suicidio.

Para abordar este flagelo, de acuerdo a lo planteado por la OMS, debemos trabajar para mejorar la educación en el tema, distribuir información, reducir la estigmatización y aumentar la conciencia de que el suicidio es prevenible.

Recientemente en nuestro país, se pueden observar algunos avances a través de la aprobación de la ley de salud mental en el año 2018. Pero para que las cosas cambien, las intenciones reflejadas en una ley deben traducirse en transformaciones concretas y priorización presupuestal. ASSE y el Ministerio de Salud Pública han dado en este último tiempo señales importantes que reflejan el lugar predominante que tiene la salud mental para las actuales autoridades.

Desde hace algunos años, nuestro país cuenta con una línea telefónica que ofrece atención gratuita a quienes posean conductas suicidas y a las personas del entorno que requieran de asesoramiento. La Línea VIDA funciona las 24 horas del día y los 365 días del año a través del número 0800 0767 o *0767.

Además, desde abril del 2020, ASSE incorporó un nuevo dispositivo de atención remota atendido por profesionales de la salud mental, dirigido a contener las consecuencias emocionales de la pandemia. Este nuevo servicio, la línea de apoyo emocional, recibe consultas de toda la población sin distinción de su prestador de salud y lleva atendidos más de 16.000 llamados desde que comenzó a funcionar. Consultar a un especialista en el momento oportuno, estimular a los que tenemos cerca a realizarlo, frente a circunstancias difíciles, es el procedimiento de prevención más importante a nuestro alcance.

Hablar, escuchar, pedir ayuda, estar disponible. La pelea contra esta pandemia, dar la batalla contra la desesperanza, es un tema de todos.

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