Migrar en Uruguay

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Usualmente, es una palabra que utilizamos para referirnos a eventos vinculados al desplazamiento de un país a otro, pero en Uruguay existe un fenómeno migratorio interno que debemos considerar especialmente.

Cada año, miles de estudiantes del interior del país se desplazan a la capital para cursar sus estudios terciarios. Si bien se ha avanzado en materia de descentralización educativa, se mantiene la propensión de los estudiantes a trasladarse a Montevideo para cursar sus estudios universitarios. En cuanto a la Universidad de la República, por ejemplo, la principal institución de educación superior del país, en lo que respecta al lugar de estudio para la matrícula de universitarios activos al 2018, se identifica que la amplia mayoría de los mismos lo hacían en la capital del país (89,85%).

Pero el asunto es aún más complejo que lo cuantitativo e involucra aspectos en relación a lo más íntimo de la persona. El proceso migratorio es vivido por los jóvenes y por su entorno, en el encuentro entre expectativas, oportunidades y dificultades. La migración se inicia con la elección vocacional y la decisión de, por una necesidad, tener que alejarse de su entorno afectivo. Se multiplica entonces el desafío de enfrentarse a una de las etapas más lindas pero también exigentes en la vida de un joven como lo es la educación universitaria.

Claramente, el fondo del asunto pasa por seguir impulsando el desarrollo de más posibilidades de estudio en el lugar de origen de cada joven, pero ¿qué pasa mientras tanto? En un contexto donde además, afortunadamente, la matrícula universitaria crece, es necesario atender este fenómeno desde la política pública para apuntalar y dar más oportunidades a aquellos jóvenes que provienen de los hogares de menores ingresos.

Históricamente, diversos actores han dado respuestas desde el Estado, entre ellos el Fondo de Solidaridad, Intendencias Departamentales y Bienestar Universitario de la UdelaR. Con el objetivo de ampliar las oportunidades, surge hace algunos meses, impulsado por el Ministro de Desarrollo Social Martín Lema, el Programa Ciudad Universitaria. Un programa innovador, no por el fenómeno que intenta atender, sino por la forma de hacerlo.

En esta primera etapa del Programa, se puso en funcionamiento hace unos días el Edificio Jorge Larrañaga en Montevideo, que tiene una capacidad para alojar a 180 jóvenes. El proyecto incluye un espacio físico de primer nivel, una Residencia Universitaria única en Uruguay, y una propuesta de acompañamiento socioeducativo integral para apuntalar y acompañar el fenómeno de la migración.

Los jóvenes que ingresen, hoy ya son 96 los becarios viviendo en el edificio, obtendrán una beca de alojamiento completa que se renovará en relación al cumplimiento de los objetivos programáticos.

Pero Ciudad Universitaria es mucho más que 180 becas, es un impulso por querer transformar el entramado de protección social en relación a los apoyos dirigidos a los jóvenes que se desplazan en Uruguay para su desarrollo educativo. Avanzar y profundizar esta visión, dependerá no solo de la voluntad de una parte sino del compromiso de todos los actores que estamos en la mesa del proyecto. ¡Se puede!