Diego Fischer
Diego Fischer

Silencio opositor

Y se destapó otra olla, y van ....No sé perdí la cuenta, pero seguro que los integrantes de la Coordinadora Popular Solidaria (CPS) lo saben de memoria pero no lo dirán porque lo suyo es ocultar la información.

Es que durante años manejaron a piacere los alimentos que les proporcionaba el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Y armaron un escándalo, con marcha incluida, cuando el Mides le solicitó primero y le exigió después que informaran cuántas ollas y merenderos atendían. Cumplida esta tapa, se dispuso una investigación administrativa.

Días pasados, finalizó dicha investigación ordenada por el ministro Martín Lema y lo que era entonces una presunción se convirtió en una realidad lamentable e indignante. Se comprobó que la cantidad de ollas y merenderos declarados por la CPS era menor a la existente y que las porciones de alimentos que se decía entregar eran muchísimo menos que las que efectivamente se brindaban.

Los casos se registraron en varios puntos del territorio nacional, pero fueron escandalosos en algunos barrios de la capital y en Canelones, donde desaparecieron por arte de magia treinta toneladas de alimentos.

Mientras todo esto se denunciaba en la prensa, el senador Daniel Olesker acusaba al gobierno de “estigmatizar y combatir “a las organizaciones populares”. Luego le siguió el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, que acusó al ministro Lema de olvidarse que es gobierno y de actuar como un “legislador de la oposición”. Pereira apoyó su discurso en una reciente informe del INE que indica que la pobreza infantil creció un 3 por ciento en el último año.

La solución vino cuando el Mides desplazó como intermediaria a la CPS y dispuso que las Fuerzas Armadas distribuyeran los alimentos a más de ochenta ollas populares y merenderos.

El miércoles último, la directora general de Secretaría del Mides, Karina Goday, comprobó personalmente que en una olla en el Cerro había acopiados 172 kilos de arroz y 25 kilos de harina. También Goday dijo haberse enterado en el lugar, que la comida que se cocinaba, se entregaba y luego era vendida. La jerarca del Mides, indicó que se siguen investigando a otras doscientas cincuenta ollas que eran atendidas por la CPS.

Días antes, el ministro Lema, a través de un comunicado, había informado que era evidente que la CPS es una organización con fines políticos”; la investigación realizada arrojó que algunas ollas eran directamente “comités de base políticos partidarios”.

Hasta el momento nada han dicho al respecto Olesker y tampoco se ha pronunciado Pereira. Tal vez sientan vergüenza ajena. ¿No? Porque haber defendido a una organización de miserables y canallas, que manejaba de acuerdo a sus simpatías políticas la comida de la gente, lucraba con la necesidad de las personas o directamente robaba al Estado, es muy grave. El tema se encuentra ahora en Fiscalía, que tendrá que determinar si hubo delito y qué clase de delito se cometió. Mientras, reina el silencio entre los que defendían a la altruista organización.

Hablando de silencios, nada ha dicho el senador del MPP, Alejandro Sánchez. En las últimas horas circuló una foto por las redes en la que se lo ve viajando en clase ejecutiva, supuestamente, volviendo de México. ¿Misión oficial o turismo? En cualquiera de los dos casos, ¿por qué en business?

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