El día después...
Es imposible llegar a la última semana de diciembre sin hacer balances, reflexionar sobre lo ocurrido y mirar a lo que se viene. Este 2021 fue un año cargado de cosas, se destaca el implacable efecto de la vacunación y el paulatino retorno a nuestras vidas como las conocíamos previo a la pandemia.
Los números relativos a la economía y el empleo empiezan a ser los de antes de la pandemia -e incluso mejores- en muchos casos. El Uruguay sigue respondiendo de la mejor manera en clave de libertad responsable.
Como siempre, los resúmenes y balances sirven para pasar raya y proyectar el porvenir con el aprendizaje de lo vivido.
En la discusión política se destaca la promoción del referéndum contra la LUC del gobierno, habiendo sido recientemente validadas las firmas necesarias, ya sabemos que se votará el próximo 27 de marzo.
Seguramente, este sea uno de los hechos políticos que marque el 2022, sea cual sea el resultado de la votación. Por eso es que vale la pena pensar como será el día después del referéndum y cuáles son los desafíos que se presentan.
Este gobierno ha capeado el temporal de la mejor manera, ha salvado un examen sorpresa durísimo puesto al inicio del gobierno y con la mejor nota, tiene crédito y así lo demuestran los sondeos de opinión que constatan la enorme popularidad del presidente Lacalle Pou. Obviamente, la pandemia que puso al mundo en crisis complicó los planes, pero así y todo se hicieron muchas cosas, entre ellas aprobar una plataforma legislativa para las transformaciones proyectadas, esa fue la Ley de Urgente Consideración que hoy la Coalición -en bloque- defiende.
La defiende porque es parte de su identidad, un símbolo del proyecto colectivo, del cambio que la gente eligió y votó.
Nadie puede negar que el próximo 27 de marzo están en juego mucho más que 135 artículos de una ley, está en juego una herramienta clave de un proyecto de país y la esperanza de muchos de nosotros en que las transformaciones que soñamos se concreten. Por eso, es tan importante pensar en el día después.
El próximo lunes 28 de marzo será el comienzo de una nueva etapa con un proyecto que renueva la esperanza o con un gobierno prácticamente intervenido por la oposición y la central sindical, esa es la polarización que se plantea. Si se aprueba el referéndum no cambiará el gobierno, pero se condicionará al que está con el solo objetivo de mejorar las chances de la oposición de ganar las elecciones en 2024. Ya vimos que estamos en la lógica del “todo vale por un voto”, incluso que al Uruguay le vaya mal para que se vote otra cosa en 2024, ese famoso “cuanto mejor, peor”. Si se hubiera cedido a las presiones de la oposición quizá aún estaríamos en cuarentena general obligatoria, viviendo en un país arruinado, como le pasó a otros no tan lejos de acá.
El 27 de marzo se votan mucho más 135 artículos de una ley, se vota como queremos que siga el camino que iniciamos, el cambio que elegimos. No parece tener lógica subirse a un barco para no llegar a destino, ni es recomendable cambiar de caballo en la mitad del río. Anhelo sinceramente que ese día después nos espere con agenda, proyectos, transformaciones y esperanza de que el tiempo que queda sea todo tiempo ganado.
Es responsabilidad del gobierno hacer valer la confianza de la gente y devolverla en resultados.
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