INVERSIONES

Los sectores económicos en los que Uruguay busca acercarse a Israel

El gobierno quiere estrechar las relaciones con este país, al que ve como “referente”.

Bruno Gili, Sergio Fogel, Omar Paganini y Simon Waisrub. Foto: Estefanía Leal.
Bruno Gili, Sergio Fogel, Omar Paganini y Simon Waisrub. Foto: Estefanía Leal.

El gobierno está decidido a potenciar sus intercambios comerciales y desarrollar cooperación con otros países. Y en ese marco, entró Israel en escena.

Omar Paganini, ministro de Industria, Energía y Minería, consideró que “Uruguay tiene el potencial para sobresalir en el polo tecnológico regional e Israel es un buen modelo”.

“Queremos acercar el sistema innovador israelí a nuestro país y tener un centro de innovación similar a ellos acá”, dijo en el evento “Desafíos y oportunidades comerciales entre Israel y Uruguay en tecnología e innovación”, organizado el martes por la firma CPA Ferrere.

El ministro destacó que ya existen acuerdos de colaboración entre ambos países, incluso un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Israel y el Mercosur, pero dijo que se requiere profundizar en esas relaciones.

En cuanto al TLC, Israel y los países del Mercosur están actualmente en una negociación para ampliarlo, la cual se espera que concluya a fin de año. Esto aumentaría el número de productos de exportación sin aranceles.

“Con Alemania tenemos proyectos vinculados al hidrógeno verde en este momento, y con Israel pensamos en tecnologías digitales, de las ciencias de la vida, biotecnología y tecnología agrícola”, especificó el ministro en diálogo con El País.

Qué ofrecer

Las diferencias entre ambos países son enormes, en la medida en que Israel es uno de los líderes mundiales en tecnología, por lo que habría que preguntarse qué es lo que Uruguay puede ofrecer para resultarle atractivo a ese país.

Bruno Gili, socio de CPA Ferrere, señaló que, por ejemplo, se podrían formar empresas innovadoras conjuntas uruguayo-israelíes, o desarrollar investigaciones en colaboración. “Pero sobre todo, hay que subirse a la red del pensar de Israel, hacerlo desde otro ángulo, desde otra escala. Por ejemplo, Uruguay exporta carne, pero no exporta fábricas o tecnologías asociadas al proceso industrial. Hay que abrir más la agenda”, afirmó.

Gili observó que se tiende a “pensar mucho” en tecnología digital, pero destacó que también existen oportunidades en ciencias de la salud, de la vida, alimentos. Según su análisis, Uruguay requiere mayor escala, superar ineficiencias en sus mercados internos y definir una política más clara de proyectos de capital de riesgo.

Consultado por Simón Waisrub -presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-Israelí y moderador del evento- sobre cómo hacer más atractivo a Uruguay para Israel, Paganini respondió: “Más allá de las diferencias que tenemos, en Uruguay contamos con un ecosistema tecnológico dinámico, y estamos dando un salto en productos y negocios innovadores”.

El ministro luego agregó: “Asumimos los desafíos de ir más allá del software puro y queremos desarrollar nuevas tecnologías, como inteligencia artificial e internet de las cosas. Tenemos la oportunidad de trascender en estos temas en la región y de que esos productos o servicios escalen”.

La idea principal es que el sistema emprendedor uruguayo y el israelí puedan generar colaboraciones. “Tiene que haber incentivos de Estado alineados, que contrarresten la aversión al riesgo que hay en Uruguay (en el desarrollo de negocios y en innovación)”, dijo el ministro. Además, destacó que Uruguay tiene un perfil más científico que emprendedor, e Israel puede ayudar mucho, precisamente, en materia de emprendimiento.

Liderazgo de Israel

Yoed Magen, embajador de Israel en Uruguay, comentó que el sector tecnológico y de innovación es el motor de la economía israelí.

“Los israelíes han sabido convertir las dificultades en ventajas y tomar riesgos para encontrar soluciones, como por ejemplo, en el tema de la escasez de agua de Israel ”. Esto los llevó, en los años 70, a crear el “sistema de riego por goteo”. En los últimos 25 años, también han construido siete plantas de desalinización de agua; y se convirtieron en líderes en tratamiento y reutilización del agua.

Otro dato interesante: la tecnología israelí permite que la pérdida de agua en las tuberías no supere el 3 % o 5 %. (En América Latina, esa pérdida es de entre 30 y 50%).

De igual manera, bien es sabido que Israel es innovador en materia de seguridad, uno de sus muchos fuertes. Lo cierto es que el sector tecnológico israelí representa el 12,5% del PIB y el 53% de sus exportaciones, que en tecnología ascendió a US$ 57 billones en 2021. De ese monto, 30 % son software, 17 % tecnologías de salud y 15 % biotecnología.

¿Qué hace tan exitoso este fenómeno? “La estrecha colaboración entre el gobierno, la academia, el ejército, el sector privado, las startups, los fondos de riesgos y la presencia de corporaciones multinacionales”, respondió el embajador.

Otra razón es que el país invierte casi el 5% de su PIB en investigación y desarrollo. (En Uruguay, la inversión en ese renglón es del orden del 0,5%).

DLocal

Sergio Fogel, cofundador de DLocal, empresa que cuenta con una oficina en Telaviv, trajo a colación otras cifras: “En Uruguay se captaron unos US$ 300 millones de inversión en capital de riesgo en 2021; toda América Latina, en su conjunto, fueron cerca de US$ 16.000 millones; y solo Israel captó US$ 25.000 millones; es decir más del 60% más de lo que captó esta región”.

No obstante las diferencias, consideró que las colaboraciones son viables y que hay oportunidades que se pueden aprovechar como fondos para proyectos conjuntos que se han desperdiciado, pero están vigentes.

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