ADMINISTRACIÓN DE FONDOS

Reforma jubilatoria: propuestas del oficialismo sobre las AFAP

El documento es un borrador de nueve de los 15 integrantes de la CESS. Oficialismo propone varios cambios en ahorro previsional y el pago posterior.

Fachada del Banco de Previsión Social. Foto: Estefanía Leal
Fachada del Banco de Previsión Social. Foto: Estefanía Leal

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La delegación de nueve miembros designados por el oficialismo (ver aparte) en la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) presentó para discutir a los otros seis integrantes un borrador de recomendaciones de reforma jubilatoria. Ayer El País adelantó varios de los cambios que se promueven en edad mínima para jubilarse, cómputo de años de aportes, forma de cálculo de las pasividades, etcétera.

El documento de 107 páginas, también incluye varios cambios en uno de los pilares del sistema mixto: las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP).

Uno de los aspectos que han planteado históricamente las AFAP es que se les amplíe el abanico de inversiones que pueden realizar con el dinero que acumulan los trabajadores afiliados en sus cuentas. Actualmente, la regulación impone en los hechos que la mayor parte de las inversiones se concentren en títulos de deuda del Estado y deja poco margen para inversiones en renta variable y casi nulo en el exterior.

El documento dice que “la regulación de las inversiones puede limitar los riesgos asumidos por cuenta de los ahorristas, pero una determinación excesivamente restrictiva de las alternativas puede tener un costo en términos de menor rentabilidad por cada nivel de riesgo asumido. El marco regulatorio utilizado en la ley parece ser adecuado para la realidad en materia de inversiones y el objetivo previsional del portafolio gestionado por las AFAP”.

En ese sentido, sugiere que “respetando el interés del afiliado, el marco regulatorio se podrá adecuar para que los administradores de fondos previsionales puedan obtener rentabilidades acordes en los plazos largos que caracterizan el ahorro previsional, asumiendo riesgos consistentes con la etapa que los individuos atraviesan en el ciclo de vida”.

El borrador entonces recomienda por un lado “mantener un esquema de inversiones regulado en las categorías de activos permitidos y en la participación máxima de las mismas en el total del portafolio. Respetando los límites por categorías, el regulador podrá incorporar criterios de regulación basada en riesgo”.

Por otro lado, propone “ampliar los activos elegibles, para incorporar mayor participación de acciones de renta variable e instrumentos emitidos en el exterior, no correlacionados con el riesgo país de Uruguay. La combinación de estos dos atributos (renta variable y emisión en el exterior) requiere de una adecuada regulación en cuanto a la calidad de los instrumentos autorizados, en la que se debe ponderar la amplitud de alternativas, por un lado, y una adecuada diversificación, para evitar la concentración de riesgos y la seguridad institucional del activo, por otro”.

Tercer fondo.

Actualmente, las AFAP administran dos subfondos: uno de acumulación (hasta que el afiliado cumpla 55 años de edad) y otro de retiro (al que pasa lo acumulado por el afiliado a partir de que cumple 55 años). La diferencia es que las inversiones del segundo subfondo están más acotadas, procurando minimizar el riesgo en una edad próxima a la jubilación.

El documento presentado en la CESS propone “crear un nuevo subfondo, manteniendo el criterio de determinación del mismo por defecto a un rango de edades del afiliado y orientándolo a cubrir el crecimiento de la inversión en las edades más jóvenes, dividiendo el período del actual subfondo acumulación”. La propuesta no dice hasta qué edad iría este subfondo ni en qué activos podría invertir (pero por su perfil, serían aquellos que tienen potencial para generar más rentabilidad y al mismo tiempo asumen más riesgo).

Jubilados sentados en la plaza de los Treinta y Tres Orientales. Foto: Darwin Borrelli
Jubilados sentados en la plaza de los Treinta y Tres Orientales. Foto: Darwin Borrelli (Ahorro)

El borrador sugiere “mantener la asignación actual de sub-fondos por edades como una opción del ahorrista por defecto, pero generar la posibilidad de que exprese su voluntad de postergar el inicio del período de cambio para adecuarlo a su ciclo de vida”. Así, por ejemplo, si un trabajador a los 55 años espera postergar su retiro más allá de la edad mínima (actualmente 60 años, con la propuesta de reforma iría a 65), también podría postergar su cambio al subfondo de retiro.

Pago de lo acumulado.

Uno de los problemas actualmente, es que cuando el trabajador llega a jubilarse, al momento de cobrar lo acumulado en su cuenta de AFAP solo tiene una alternativa: la AFAP transfiere el dinero a una aseguradora (solo opera el Banco de Seguros del Estado actualmente) y esta estima cuánto va a vivir la persona (en base a tablas de mortalidad), divide lo acumulado en esos años y le paga una renta vitalicia mensual. El problema es que hay trabajadores que cobran muy poco por esta vía y les vendría mejor alguna alternativa para retirar el dinero todo junto.

La recomendación incluida en el documento es “considerar la posibilidad de dividir el período de desacumulación en dos tramos, en función de la esperanza de vida a la edad mínima para configurar causal de jubilación común, atendiendo cada tramo con instrumentos diferenciados”.

Sugiere en ese sentido, “mantener como instrumento central en la etapa de desacumulación a las rentas vitalicias, especialmente a partir de edades del orden de la esperanza de vida” y “considerar incorporar y desarrollar, para el primer tramo del período de desahorro, otros instrumentos como las rentas vitalicias temporales y los Fondos Mutuos Previsionales” (ver aparte).

“Estos instrumentos deberían estar asociados, para el segundo período, a modalidades que cubran el riesgo de longevidad como una renta vitalicia (diferida o instantánea) o un seguro de longevidad”, añade.

Para un conjunto de trabajadores, los integrantes de la comisión que elaboraron el documento estiman que con la jubilación por Banco de Previsión Social más la de la AFAP no tendrán una prestación acorde con su estilo de vida de cuando trabajaban. Por eso, es clave que la persona realice un ahorro voluntario. Es una opción que existe actualmente, pero es muy rígida y se promueve poco. En esa línea, el documento propone cambios

Sugiere: descuento de IVA por uso de tarjetas vaya para ahorro
Las compras con tarjetas de débito en Uruguay alcanzaron a US$ 6.308 millones en 2020, algo menos que en 2019. Foto: Archivo El País

Actualmente si una persona quiere aportar más a su cuenta de AFAP, puede hacerlo, pero el procedimiento es muy engorroso y el manejo de ese dinero es rígido. Para promover el ahorro previsional voluntario, el documento sugiere varios cambios. Uno es que “el ahorro voluntario podrá ser acordado en su cuantía y periodicidad y se podrá integrar mediante débitos en tarjetas de crédito, débitos en cuenta, retención sobre salarios y todos aquellos instrumentos que habilite el regulador (...) eliminando obstáculos regulatorios”.

Actualmente el ahorro voluntario se puede hacer solo en la AFAP, pero el borrador propone que “pueda ser administrado por entidades de diversa naturaleza, siempre bajo figura de patrimonio de afectación (fideicomiso) y con autorización expresa del regulador”.

Actualmente el ahorro voluntario se puede deducir del pago de IRPF pero con un procedimiento engorroso. El documento sugiere “establecer por vía legal la deducibilidad de los aportes voluntarios a efectos del cálculo del IRPF”.

También propone que se promueva el ahorro voluntario mediante un régimen similar al que promovió el uso de instrumentos de pago electrónicos. En ese sentido, el documento aconseja que “por cada compra realizada por medios electrónicos, los puntos de IVA (dos y nueve cuando es consumo en restaurantes) “serían abonados por los consumidores para que sean transferidos a sus cuentas de ahorro previsional complementario”. La comisión estimó que esa renuncia fiscal equivale al 10,4% del monto transferido a las AFAP en un año.

Por último recomienda separar el ahorro voluntario del resto del fondo para que el trabajador acceda antes a él en caso de desempleo de larga duración, o enfermedades de entidad.

Regulación de las comisiones

Las comisiones que cobran las AFAP a los trabajadores están topeadas: no pueden superar más del 50% de la mínima comisión del sistema. El documento propone “facultar al regulador a establecer comisiones máximas sobre la base del promedio ponderado del sistema, incluyendo las reducciones que pudieran derivarse de los cambios recomendados en el presente informe” y “mantener una supervisión del sistema para asegurar un buen ambiente de competencia y precios acordes a los servicios”.

Integrantes.

El documento es fruto del consenso entre nueve integrantes de la CESS, que fueron nombrados por el gobierno o los partidos que integran la coalición. Ellos son: Rodolfo Saldain, Natalia Aranco, Álvaro Forteza, Daniel García Zeballos, Alberto Lacassy, Gustavo Michelin, Miguel Pezzutti, Renán Rodríguez y Ana Inés Zerbino.

Propuesta de Fondos Mutuos.

Para las personas en el momento del retiro se transfiere todo o parte del ahorro individual (en la AFAP) al Fondo Mutuo Previsional elegido. “Cada individuo recibe pagos que dependen fundamentalmente de tres elementos. En primer lugar, los individuos tendrían participaciones diferenciales en el Fondo en función del capital aportado, que provendrá de los ahorros de la etapa de acumulación. En segundo lugar, los pagos incorporarían los rendimientos financieros obtenidos desde el retiro por las inversiones realizadas por el Fondo”.

Fondo Mutuo (Parte II).

El tercer aspecto del pago del Fondo Mutuo Previsional es que el mismo se “ajustaría en función de la longevidad observada de la cohorte (rendimientos biométricos o créditos de longevidad)”, dice la explicación del documento. A su vez, “año a año, se revisarían los rendimientos financieros obtenidos y los rendimientos biométricos observados, lo que daría lugar a un nuevo cálculo de la renta pagadera anualmente (en cuotas mensuales)”. Los pagos tienen variabilidad, pero “hay un mayor pago esperado promedio” que en la renta vitalicia”, dice el texto.

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