FMI

Tras la pandemia y la invasión a Ucrania, viene el tercer shock para países como Uruguay

Está pesando el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, según un informe del Fondo Monetario Internacional.

Fondo Monetario Internacional. Foto: AFP
Fondo Monetario Internacional. Foto: AFP

Los países de América Latina, que siguen bajo los efectos de dos shocks anteriores: la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, se enfrentan ahora a un tercer shock: el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, según un informe del FMI publicado ayer.

Hasta ahora, el ímpetu del crecimiento fue positivo, reflejando el retorno de los sectores de servicios y el empleo a los niveles previos a la pandemia, y condiciones externas favorables -precios altos de las materias primas, demanda externa y remesas sólidas, y repunte del turismo. Pero el financiamiento es cada vez más escaso y caro, debido al aumento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales para controlar la inflación, dice el informe.

Los flujos de capitales a los mercados emergentes están desacelerándose y los costos de financiamiento externo, aumentando.

América Latina

En la región, esos factores llevarán a una desaceleración de la actividad, ya que los costos de financiamiento más elevados serán un lastre para el crédito interno, el consumo privado y la inversión.

A comienzos de este año, los inversionistas se vieron atraídos por esta región que cuenta con grandes exportadores de materias primas, en un contexto de necesidades de alimentos y energía a escala mundial.

Pero las tasas de interés más elevadas están presionando a la baja los precios de las materias primas a medida que la economía mundial se desacelera, reduciendo así su efecto amortiguador. La desaceleración económica también podría reducir las exportaciones, las remesas y el turismo en la región.

La incertidumbre en torno a las tasas de interés globales y a si puede controlarse la inflación de manera ordenada -el “aterrizaje suave”- significa que también podría haber picos de volatilidad y aversión al riesgo de los inversionistas.

En cifras

El FMI actualiza su proyección de crecimiento para América Latina y el Caribe este año a 3,5%, desde 3% en julio. Pero, con vientos cambiantes, el crecimiento se desacelerará el próximo año con mayor rapidez de lo proyectado en julio, hasta 1,7%.

Los exportadores de materias primas -los países de América del Sur, México y algunas economías del Caribe- verían reducidas a la mitad sus tasas de crecimiento para el próximo año, ya que la disminución de los precios de las materias primas amplificaría el impacto de las mayores tasas de interés.

Pese a la ralentización del crecimiento, la inflación en América Latina seguirá siendo elevada durante algún tiempo. Además, las presiones sobre los precios se han ampliado recientemente, afectando a los artículos de las cestas de consumo que van más allá de los alimentos y la energía.

Teniendo en cuenta esto, el FMI ha elevado los pronósticos de inflación. Las subidas de precios en cinco países de la región serán del orden de 7,8% para finales de año, y para finales de 2023 seguirán en un nivel elevado de alrededor 4,9%, todavía por encima de las bandas de tolerancia de los bancos en la mayoría de los casos.

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