BRECHA

Las mujeres uruguayas trabajaron “gratis” hasta el 7 de marzo, ¿por qué?

Según un informe elaborado por CPA Ferrere que establece que en Uruguay la brecha salarial entre hombres y mujeres asciende al 17,8%.

Billetes de mil pesos. Foto: Estefanía Leal.
Billetes de mil pesos. Foto: Estefanía Leal.

A igualdad de una serie de factores relacionados al ingreso, y pese a que las mujeres en Uruguay tienen en promedio 1,4 años más de educación aprobada que los hombres, aún continúan percibiendo menos salario.

Según el informe Equal Pay Day (EPD por sus siglas en inglés, día de la igualdad salarial) que realiza anualmente la consultora CPA Ferrere, la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en Uruguay se ubicó en 17,8%. Esta inequidad podría ser visualizada como que hasta el 7 de marzo las mujeres trabajaron “gratis” a pesar de que lo hicieron desde el 1° de enero.

Además, el estudio no contempla el hecho de que las mujeres tienen menor tasa de empleo y mayor carga de tareas no remuneradas.

¿Qué simboliza el EPD?

De acuerdo con Rafael Xavier, gerente del departamento en Inteligencia Analítica de dicha consultora, el indicador simboliza el día del año en el cual comenzarían a percibir ingresos por su trabajo. Es decir, permite visualizar la penalidad (unos 65 días) que implica la brecha de ingresos como días del año trabajados de forma gratuita.

Para calcular este indicador, desde la consultora utilizan un enfoque multivariado que compara los ingresos por hora con el sexo de las personas, junto con una serie de controles que puede afectar dicha relación, como los años de educación formal aprobados o la edad.

De esa comparación surge un coeficiente asociado al hecho de ser mujer, que se compara con los ingresos promedio por hora y se convierte a días del año.

Entre los datos que se consideran para elaborar el indicador, la consultora utiliza como insumo la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del año 2020 del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El primer filtro son aquellas personas de entre 18 a 60 años que estén ocupadas y luego se suman variables como el ingreso por hora trabajable de la ocupación principal (no se consideran ocupaciones secundarias), edad, años de educación formal aprobados, ubicación geográfica y ocupación (esto permite no comparar puestos de gerencias con profesionales o actividades laborales más elementales).

“Lo que hace la metodología es capturar el efecto puro del sexo sin ensuciarlo con movimientos que puedan estar pasando en las otras variables. La idea es sacar el efecto puro y tener una brecha única bien calculada”, explicó Xavier.

Si bien no se puede comparar qué ocurrió con la brecha este año debido a que la metodología del EPD cambió al incluir mayores controles, según indicó el gerente de Inteligencia Analítica, “no hay grandes cambios ni movimientos bruscos en el indicador de un año a otro”. En este sentido, señaló que con la metodología anterior (la cual se utilizó durante tres años seguidos) la brecha se ubicaba en el entorno del 20%.

Al analizar qué ocurrió con la inequidad salarial en función de la ubicación geográfica, el estudio de CPA Ferrere encontró que la brecha es más amplia en el interior del país que en Montevideo: 20,6% contra 14,4%, respectivamente.

Asimismo, CPA Ferrere calculó también el EPD para el resto de los países en donde tiene presencia: Bolivia, y Paraguay, siendo la brecha del 14,6% y 21,9%, respectivamente. En relación a cómo se posicionó Uruguay frente a esos países en comparación con años anteriores, Xavier manifestó que “no hay una clara interpretación” puesto que se utilizan diferentes metodologías pero señaló que no hay una tendencia clara sino que estos han cambiado de posición en los últimos años.

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