BANCO CENTRAL

¿Cuáles pueden ser los efectos de la medida que decidió el gobierno para el combate de precios?

Busca moderar las expectativas de inflación que están fuera de la meta.

El directorio y los técnicos del Banco Central.
El directorio y los técnicos del Banco Central.

Sin sorpresas, el Banco Central (BCU) resolvió ayer por mayoría aumentar la tasa de interés de referencia de 9,25% a 9,75%. Esos 50 puntos básicos de suba eran los que ya había pre-anunciado en la reunión anterior del Comité de Política Monetaria (Copom) del Central, el pasado 17 de mayo.

“Este incremento ratifica el compromiso de seguir transitando en la fase contractiva de la política monetaria”, señaló el Copom en un escueto comunicado.

¿Qué evaluó el Central al tomar esta decisión?

A nivel mundial, “continúa la inestabilidad por la extensión de la guerra, problemas en la cadena de suministros, persistencia de elevada inflación y proyecciones de bajo crecimiento global. En ese contexto, los bancos centrales continúan con una política monetaria aún más contractiva que lo previsto algunos meses atrás”, señaló el comunicado del Copom.

En Uruguay, “la inflación y las expectativas de inflación continúan fuera del rango meta”, indicó, en 9,28% en 12 meses cerrados a junio y en 6,95% para los próximos 24 meses respectivamente. La meta es de entre 3% y 7% actualmente, pero a partir de septiembre se reducirá a entre 3% y 6%.

Sobre la actividad económica, el Copom señaló que “se recupera por el consumo interno, la actividad turística, la demanda externa y grandes proyectos de inversión”.

“Asimismo existen buenas perspectivas de crecimiento económico para los próximos trimestres”, agregó. Con una economía en crecimiento y expectativa de que siga en ese tono, el BCU concentra sus baterías en contener la inflación y, sobre todo, en moderar las expectativas de alza de precios.

Precisamente, “ante la preocupación por la rigidez de las expectativas de inflación de los agentes -están entre 6,8% y 6,95% para los próximos 24 meses desde marzo- “y frente a la constatación que los canales de transmisión de la política monetaria están funcionando positivamente y en el sentido esperado”, el BCU “entendió necesaria la suba referida” de la tasa de interés, indicó el comunicado.

Además, el Central dijo que “se anticipan nuevos ajustes en las próximas reuniones” aunque no especificó la magnitud de los mismos.

En la reunión del Copom del 17 de mayo había anticipado “al menos dos aumentos adicionales de 50 puntos básicos”, uno de los cuales se dio ayer. Con el nuevo comunicado queda la duda si el próximo aumento de la tasa será efectivamente de 50 puntos básicos o no.

¿Qué efecto tiene?

En la teoría, lo que se busca con el incremento de la tasa de interés, es frenar o moderar las presiones al alza de los precios a través de una menor demanda.

Para ello, la política monetaria debe ser contractiva. ¿Cómo se sabe si es contractiva o no?

Si las expectativas de inflación para los próximos 24 meses están en cerca de 7% y la tasa real que el BCU considera como “neutra” (ni modera, ni apuntala la demanda) es 2%, la tasa de referencia neutra debería ser 9% (7% de inflación esperada más 2% de tasa real). Una tasa de 9,75% como la actual, es una “levemente contractiva” (equivale a 2,75% real).

Ahora, ¿cómo esta política contractiva (en la actualidad levemente contractiva) frena las presiones de subas de precios y modera las expectativas?

La tasa de interés de referencia, que subió el BCU ayer, es el “precio del dinero”: señaliza el costo del crédito bancario en pesos. Es decir, es lo que le “cuesta” a los bancos obtener liquidez (pesos) a un día de plazo (de parte de otros bancos o del propio Central). Por esa vía, se transmite al crédito a empresas y famiias en moneda nacional, encareciéndolo. La tasa de interés de referencia se traslada a las tasas de interés que cobran bancos y financieras por préstamos. En la teoría, al encarecer el crédito, hace más atractivo el ahorro que el consumo.

Si economistas y analistas que responden la encuesta de expectativas del BCU mes a mes, creen en este accionar para frenar las presiones al alza de los precios, bajarán sus proyecciones de inflación. Si todavía entienden que no es suficiente, las mantendrán.

Por eso el BCU monitorea esa información y es una de las claves para ver si sigue elevando la tasa de interés o no.

El otro efecto que puede generar la suba de la tasa de interés, es el de una caída del dólar. Con una tasa en pesos más alta se vuelve más atractivo invertir en la moneda local que en la estadounidense. Eso puede inducir a un cambio de portafolio de los agentes (bancos, AFAP, aseguradoras) para pasarse de dólares al peso. Así, se generaría una presión a la baja en la moneda estadounidense.

Eso es una lectura líneal, sin embargo operan otros factores. Actualmente, hay expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) siga subiendo sus tasas de interés de referencia, que no son otra cosa que “el precio” del dólar. Si se espera que la tasa en EE.UU. suba, eso amortiguaría el atractivo por pasarse a pesos.

Por otro lado, la coyuntura internacional con temores a una desaceleración fuerte o recesión de la economía mundial, alientan a los inversores a irse a “refugios” como es el dólar, lo que ha impulsao al billete verde en los últimos días.


Siguiendo la tendencia
El dólar sube a nivel local
Dólar. Foto: Shutterstock.

El dólar interbancario vuelve a subir, en esta instancia 0,12%, y se negoció ayer en promedio a $ 40,228. Este valor es máximo en un mes y medio (el 19 de mayo cotizaba en $ 40,331). Ayer la divisa cotizó entre $ 40,15 y $ 40,30 para finalizar en $ 40,25. El valor de cierre sube 0,5% respecto al anterior.

En lo que va de julio la divisa sube 0,92% mientras que en lo que va del año cae 9,99%.

A través de las pantallas de Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) se hicieron ayer 58 transacciones por un monto de US$ 28,8 millones.

Al público, en las pizarras del Banco República (BROU), el dólar aumentó 20 centésimos y cerró en $ 39,05 la compra y $ 41,45 la venta.

En Brasil, principal mercado de referencia cambiaría, el dólar aumentó 0,78% y cerró ayer en 5,4321 reales. En el mes la moneda estadounidense en Brasil sube 3,71% mientras que en el año baja 2,66%.

En Argentina el dólar oficial subió 0,15% y cerró en 126,39 pesos argentinos. En el mes amenta 0,93% y en el año 23,04%. En tanto, el dólar blue subió ayer tres pesos argentinos y cerró en 255 pesos argentinos.

En tanto, el riesgo país medido a través del Índice UBI, que elabora República AFAP bajó 14 puntos básicos y cerró en 124 unidades. Esta caída se dio con una cotización al alza en el precio de los bonos uruguayos y a la baja en el valor de los treasuries (bonos del Tesoro estadounidense). En el mes el riesgo país cae 8 puntos básicos y en el año sube 19 unidades.

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