ANÁLISIS

El desafío para la economía uruguaya y la recalibración monetaria que puede afectar al dólar

El economista jefe de Banco Santander, Juan Cerruti analizó los retos económicos de Uruguay y la región.

Juan Cerruti (segundo desde la izquierda), economista jefe de Banco Santander, habló sobre la situación de la economía uruguaya
Juan Cerruti (segundo desde la izquierda), economista jefe de Banco Santander, habló sobre la situación de la economía uruguaya. Foto: Santander.

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El mundo se enfrenta a la mayor alza de precios en los últimos 40 años, lo que ha generado una respuesta con pocos precedentes de los bancos centrales a nivel global: actualmente ocho de cada 10 bancos centrales del mundo están subiendo sus tasas de interés.

“Desde la década del 80 no había tantos bancos centrales subiendo tipos de interés al mismo tiempo”, afirmó el economista jefe de Banco Santander, Juan Cerruti en el XIX Encuentro Santander América Latina, que se desarrolló el miércoles y ayer en la ciudad financiera de la institución en las afueras de Madrid.

El economista, puntualizó que “los bancos centrales de Latinoamérica comenzaron en promedio nueve meses antes” que las autoridades monetarias de los países más desarrollados a subir las tasas de interés. Por lo que varios, ya están en el final de este ciclo de ajuste de tasas para combatir la inflación.

“Empezaron antes y probablemente empezaron con más decisión”, agregó.

Pero no todos los bancos centrales generan los mismos efectos, ya que el ajuste monetario que realiza la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha impactado en el dólar, fortaleciendo la divisa ante otras.

“Cuando Estados Unidos y Europa suben las tasas, habitualmente América Latina no lo pasa bien”, planteó Cerruti.

Sin embargo, y a diferencia de otras ocasiones, la región “navega bien estas aguas” turbulentas, indicó el economista.

¿Por qué? Cerruti dio tres razones. La primera es la reacción temprana de los bancos centrales latinos subiendo rápidamente las tasas de interés ante la inflación, la segunda es que aunque han descendido desde máximos históricos (en algunos casos) los precios de los commodities están en niveles elevados y la tercera es que Latinoamérica tiene mejores fundamentos macroeconómicos que en crisis pasadas. Ese mejor punto de partida inicial se debe a menores desequilibrios en cuenta corriente, buen colchón de reservas y menor descalce de divisas (casi el 73% de la deuda está en monedas locales).

De todas maneras, Cerruti alertó que los niveles de déficits fiscales y de deuda han aumentado, principalmente por la pandemia de covid-19.

Con ese panorama, el año próximo habrá una desaceleración global de la actividad, producto de la caída del consumo y la inversión debido a la inflación y la mayor incertidumbre, las tensiones geopolíticas y el endurecimiento de las políticas monetarias, planteó el economista jefe de Santander.

La buena noticia es que “la inflación debería comenzar a dar signos claros de desaceleración en la segunda mitad de 2023 en la mayoría” de los países, por lo que “la recuperación económica se verá paulatinamente a partir de la segunda mitad de 2023 y comienzos de 2024”, agregó.

No obstante, hay al menos tres riesgos para la región: las tensiones geopolíticas, el ciclo económico en China (que podría tener un menor crecimiento en los próximos años) y la calibración de la política monetaria (el problema de pasarse de subas de tasas de interés y enfriar mucho la economía o quedarse corto con las alzas y no lograr bajar la inflación), explicó.

Un doble shock inusual en la economía

El economista jefe de Banco Santander, Juan Cerruti dijo que en los últimos 36 meses hubo dos shocks de oferta (la pandemia de covid-19 y la guerra Rusia-Ucrania) algo muy inusual, ya que el anterior a estos se dio hace 50 años con la crisis del petróleo). Para Cerruti hay cuatro razones que impulsan los precios a nivel global: cuellos de botella logísticos tras el covid-19, alzas de precios de energía y alimentos, políticas monetarias y fiscales expansivas, y cambios en el mercado laboral tras la pandemia.

Uruguay

Con este panorama, ¿qué pasará con la economía uruguaya? “La economía uruguaya muestra factores que le son comunes a otras economías de la región, con un crecimiento que se sostiene en niveles del 5% para este año. Podríamos decir que se está afrontando la crisis de una manera correcta”, dijo Cerruti. Esa recuperación tras la pandemia, está apoyada en las exportaciones y la inversión del lado de la demanda, mientras que el consumo privado empieza a ganar terreno.

Por otro lado, “Uruguay enfrenta una inflación que va a terminar en un 9% este año y que tiene un alto componente de traspaso a precios de las materias primas a la canasta básica” y “el Banco Central (BCU) está haciendo bien su trabajo, más cerca de un final del período de subidas de tasas (actualmente está en 10,75%), pero dependiendo del ciclo geopolítico y de si vuelve a tener un shock en los próximos meses”, planteó el economista.

El desafío del gobierno para 2023 es “cómo hacer” para que la economía tenga un “soft landing” es decir, moderar la inflación pero con una desaceleración suave (y no brusca) de la actividad.

El banco proyecta para el próximo año que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 3% (lo que sería una desaceleración suave desde el 5% de 2022), con la inflación moderándose a niveles cercanos al 7,5%. A su vez, la política fiscal seguiría haciendo parte del “trabajo sucio” de ayudar al combate inflacionario, con el déficit reduciéndose de 3% del PIB a 2,5% del PIB en 2023.

Consultado por El País acerca de la promesa de cómo puede afectar ese análisis la promesa del presidente Luis Lacalle Pou de reducir los impuestos a la renta personal (IRPF) y de asistencia a la seguridad social (IASS), Cerruti dijo que es “un desafío” al momento de bajar el déficit. Aunque, señaló que la previsión de crecimiento económico de 3% es una expansión “importante” y “no está mal” en el contexto regional, por lo que puede ayudar en materia fiscal.

El efecto que no se vio y la “recalibración” que se viene

La política monetaria del Banco Central (BCU) ha sido cuestionada por algunos analistas por ser demasiado gradual en su suba de tasas (recién en los últimos meses dejó de ser neutra para ser contractiva) lo que ha llevado a que las expectativas de inflación a 24 meses no cedan. Otros, como los exportadores, han cuestionado que la suba de tasas presiona a la baja al dólar (ayer cotizó en el menor valor en dos meses y medio, ver nota en esta página).

El País consultó al respecto a Cerruti, el economista jefe de Banco Santander. El analista dijo que si bien el BCU “está cerca del ciclo final” de aumentos de tasas de interés, eso “no significa que hayan terminado de hacer efecto las subidas”.

“En muchos países de Lationamérica lo que está pasando es que estamos en ese interregno donde la política monetaria probablemente hizo parte del trabajo, pero el efecto sobre los índices de inflación todavía no los estamos viendo”, afirmó Cerruti.

Hay otro aspecto “central” que es que “también las políticas que están llevando adelante otros grandes bancos centrales pueden hacer recalibrar un poco esto. Me refiero a que el patrón que tenga la Reserva Federal subiendo tipos, puede hacer recalibrar el punto de llegada de algunos bancos centrales”, agregó.

Según Cerruti “tenés dos incertidumbres y probablemente hay que mirar. Veo a los bancos centrales de la región, que hicieron buena parte del trabajo, en los próximos meses en un período de mirar más que de actuar. Mirar lo que hicieron hasta ahora y ver de manera fina los índices de inflación, si ya hay algo (de la suba de tasas) que se está reflejando, porque esto tiene un rezago que cambia entre país y país”.

“Eventualmente en el medio (los bancos centrales tendrán que) ver si tienen que hacer algún ajuste. No sería un ajuste importante, sino si habrá que ir un poco más (con la suba de tasa) o no, más un ajuste en el márgen”, concluyó.

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