POSICIÓN

¿Cuánto dinero mueve el crédito de bancos y financieras y por qué cobran tasas altas?

Bancos privados concurrieron al Parlamento a explicar la situación y advertir por proyectos de ley para regular las tasas de interés de los créditos a las familias.

Gente comprando en una tienda de ropa en Montevideo. Foto: Archivo El País
Gente comprando en una tienda de ropa en Montevideo. Foto: Archivo El País

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Es una de las prioridades de Cabildo Abierto -uno de los socios del gobierno de Luis Lacalle Pou- y también del diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña: una nueva legislación sobre usura. Tanto Cabildo Abierto como Peña presentaron sendos proyectos de ley para regular las tasas de interés de los créditos a las familias y fijar nuevos límites a lo que se considera usura.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central (BCU) pusieron reparos a las iniciativas. Pero, ¿cuánto implica el mercado de créditos a personas? ¿Qué parte atienden los bancos y qué parte las financieras? ¿Qué dicen los bancos sobre los proyectos?

Esta semana, una delegación de la Asociación de Bancos Privados (ABPU) concurrió a la comisión de Hacienda de Diputados para presentar datos y dar su punto de vista.

“El mercado regulado de crédito a las familias está constituidos por 41 empresas supervisadas por el BCU” entre bancos, cooperativas y administradoras de crédito, planteó el director ejecutivo de ABPU, Roberto De Luca. “A eso debemos sumar otros jugadores que no están regulados por el BCU, estos son: las casas comerciales, particulares, que según la encuesta financiera de hogares realizada en 2017, tienen una participación en ese mercado”, agregó.

“Por tanto, el primer punto a acotar es que estamos en un mercado en el cual la competencia es alta; fácilmente comprobable por las campañas de publicidad que hacen los distintos jugadores en este mercado. No es un mercado cerrado; han ingresado nuevos jugadores y continuarán ingresando nuevos jugadores, mucho de ellos digitales. Destacamos, además, que para operar en este mercado no se necesita autorización de nadie; cualquier empresa o persona puede participar en este mercado”, afirmó De Luca.

¿Qué números se manejan en este segmento del crédito? El “crédito a las familias es del entorno de US$ 6.000 millones. Eso representa un 12% del Producto Interno Bruto (PIB). Esa relación es muy baja si lo comparamos internacionalmente. En la región ese ratio está entre el 25% y 50%; en los países europeos ese ratio está entre el 50% y el 80%. O sea que en la comparación internacional el crédito a las familias es relativamente bajo en Uruguay”, explicó De Luca.

¿Quiénes son los principales jugadores en este mercado? “Los principales jugadores son los bancos públicos. El Banco República y el Banco Hipotecario tienen una participación del 50% en este mercado. Los bancos privados un poco más del 30%, y los jugadores no bancarios aproximadamente el 20%”, aseguró el director ejecutivo de la ABPU.

“Los bancos, tanto los privados como los públicos, atienden aproximadamente a poco más de 1 millón de clientes. Las entidades financieras no bancarias también atienden a un poco más de 1 millón de clientes. La diferencia está en los montos involucrados; mientras el millón de clientes atendidos por los bancos operan por el 80% del volumen, el millón de clientes que operan con las entidades financieras no bancarias representan el 20%”, complementó.

¿Qué tasas de interés se cobran por los créditos? “Las grandes empresas tienen una tasa media del orden del 7%, las empresas medianas tienen una tasa del orden del 13%, y las empresas pequeñas y microempresas una tasa que va entre el 20% y el 27%. ¿De qué depende esto? Naturalmente que depende del volumen de cada crédito, porque conceder un crédito tiene todo un costo operativo, que cuando uno lo compara tiene un peso mucho más fuerte en un préstamo chico que en un préstamo grande. Naturalmente también juegan los riesgos asociados, las garantías y la calidad del deudor”, explicó De Luca.

“En crédito a personas, la tasa media para operaciones menores a un año que tienen descuento en nómina -y este es un tema central porque el descuento en nómina permite reducir sustancialmente los costos operativos e incobrabilidad- es del 30%. Cuando no hay descuento en nómina la tasa media está entre el 48% y el 73%. ¿Por qué esa diferencia entre el 48% y el 73%? Nuevamente, esto está asociado al volumen del préstamo: préstamos de importes mayores -mayores de 10.000 Unidades Indexadas, unos $ 50.903- tienen una tasa del 48%, pero en el caso de los préstamos menores, como los costos operativos pesan mucho más, tienen una tasa del 73%”, añadió.

¿Por qué los bancos cobran estas tasas de interés? De Luca señaló que las tasas, son el “precio de venta” de los bancos y a ellas se llegan luego de estimar los costos y un margen de rentabilidad. ¿Cuáles son los principales costos? El director ejecutivo de la ABPU dijo que tomó en cuenta “los balances que publica BCU de los primeros 10 meses del 2021 -si tomáramos en cuenta otros períodos, las conclusiones serían más o menos similares- y los tres principales costos son: tasa de interés pagado a los depositantes, incobrabilidad y costo operativo”.

En el primer semestre del año se alcanzó a 52.893 POS en el país. Foto: duo.com
Persona usando un POS. Foto: Darwin Borrelli

El director ejecutivo de la ABPU, indicó que “la incobrabilidad representa un 11% de los intereses ganados, las tasas pagadas a los depositantes un 23%, pero el costo operativo el 62%. Entonces, la tasa de interés que están pagando los clientes tiene un gran componente de costo operativo, y eso pesa mucho más cuanto más chico sea el crédito”.

En ese sentido, hizo hincapié “en algunos costos especiales que tiene la banca, que han surgido de legislaciones aprobadas en distintas fechas”.

Señaló que todas las empresas en Uruguay pagan impuesto al Patrimonio, que en otros países no existe, pero mientras las firmas pagan un 1,5% por ese tributo, en la banca es 2,8%. “Esa sobretasa de 1,3 puntos porcentuales sobre un patrimonio de US$ 1.600 millones -como tiene la banca privada-, obviamente, tiene un impacto fuerte en los costos y en las tasas de interés”, afirmó De Luca.

Luego se refirió a los aportes patronales. “Todas las empresas en Uruguay pagan aportes patronales a una tasa del 7,5% hasta determinados salarios; de ahí en adelante, no se paga. La banca paga aportes patronales por el 25,5%, sin ningún tope, sobre el total de los salarios. O sea que hay una sobretasa del 18%, por lo menos, tres veces más de los aportes patronales que paga cualquier empresa”, remarcó.

“También tenemos otros costos como la prestación complementaria patronal -que es el 2 por 1.000 de los activos-, los aportes a los fondos de garantías -que son 2 por 1.000 de los depósitos en moneda extranjera y 1 por 1.000 de los depósitos en moneda nacional-, todo lo cual va sumando costos que, en definitiva, impactan en las tasas”, añadió.

Por último, se refirió a otros aspectos. “Habíamos planteado que sería bueno que la banca privada también pudiera recibir depósitos del sector público, porque generaría más fondos en pesos, incidiendo sobre las tasas. En otro orden -también con respecto a la incobrabilidad-, pensamos que debería fomentarse más la posibilidad de descuento en nómina, y pensamos que es de justicia que la banca privada tenga la misma prioridad en el descuento en nómina que tiene el Banco República, que está en el cuarto lugar y la banca privada en el nivel ocho. Si eso mejorara, también impactaría en las tasas, porque reduciría los costos y la incobrabilidad”, afirmó De Luca.

Garantías para mejor acceso

“Si se pudiera trabajar en algunos de los temas de los costos excepcionales que tiene la banca que estuve comentando, obviamente, colaboraría. Sin duda, hay que seguir trabajando en educación financiera, y apoyar todos los mecanismos de defensa del consumidor para que las personas tomen mejores decisiones y, sobre todo, prevenir posibles abusos; y, quizás, también tengamos que pensar en algunos mecanismos de garantías para mejorar el acceso de las personas que tienen mayores dificultades. Pensamos que por ahí puede haber líneas de trabajo con el objetivo que estamos buscando, que es mejorar las posibilidades de acceso al financiamiento de la sociedad uruguaya”, planteó De Luca.

Riesgo de que familias terminen en crédito informal
Roberto de Luca. Foto: El País.

El director ejecutivo de la ABPU dijo que “el proyecto de ley limita el cálculo de tasa media (sobre la que se establece el tope de usura) a que solo participen las instituciones financieras; establece que no debieran incorporarse en el cálculo de la tasa media otras instituciones. Recuerden lo dije anteriormente: 1 millón de clientes se atienden con la banca; 1 millón de clientes se atienden con entidades no financieras. No podemos dejar afuera a esa cantidad de clientes, a esa cantidad de operaciones. Entendemos que en cualquier formato que se haga, la tasa media tiene que reflejar la realidad, y la realidad es considerar todas esas operaciones que hay en el mercado; si no, estaremos tomando decisiones sobre elementos que no están completos”.

Agregó que “la otra preocupación que tenemos es que la determinación de tasas máximas más bajas podría tener un impacto en el relacionamiento del crédito. La decisión que podría tomar la mayoría de las empresas es: ‘A aquellos clientes cuyos costos son mayores que los que yo cobro por los intereses, no puedo atenderlos’. Esto implica que un segmento importante de la población quedaría fuera del mercado formal. ¿Esto significa que no necesitan dinero? Obviamente que sí necesitan, y por eso ese segmento irá al mercado informal, a los prestamistas, y no vamos a tener información sobre las de interés que se paguen”.

Más puntos para bajar las tasas

Según De Luca, “otro tema que nos parece que debería trabajarse en el futuro es el acceso a las bases de datos públicos -por supuesto, con autorización del ciudadano-, porque permitiría mejorar todos los costos de captación de cliente, de evaluación del riesgo, lo que también tendría impacto sobre la tasa de interés. No quiero dejar de mencionar que el Banco Central está desarrollando una iniciativa de ‘desdolarización’, que vemos muy positiva y pensamos que en el futuro también va a tener impacto en la tasa de interés. Y, obviamente, como ustedes saben, la banca está trabajando en la transformación digital para disminuir este costo operativo que tanto pesa en las operaciones”.

Ministerio de Economía expuso reparos
Ministerio de Economía y Finanzas. Foto: Leonardo Mainé

Semanas antes, el Ministerio de Economía y Finanzas concurrió a la comisión a dar su parecer sobre el proyecto. “Debemos bregar por buscar los equilibrios en ese tipo de situaciones. Es decir que por demasiadas regulaciones, registraciones, limitaciones o cuestiones jurídicas, como en este caso, no nos pasemos al otro extremo, en el sentido de limitar la posibilidad de crédito al tipo de público que accede al crédito de las empresas no bancarias (…), y que se restrinja ese crédito y terminen operando en situaciones menos beneficiosas, con financistas no controlados o directamente con usureros”, dijo el subsecretario de Economía y Finanzas, Alejandro Irastorza, según consignó el semanario Búsqueda.

Regulado

“Tenemos la ventaja de contar con un mercado bastante regulado -en un porcentaje muy alto-; corremos el riesgo de volver muchas décadas para atrás y tener un mercado informal mucho mayor”, advirtió el director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados, Roberto De Luca. Es que actualmente los bancos y administradoras de crédito están regulados y supervisados por el Banco Central, existe una ley de tope de usura y hay otros mecanismos de defensa del consumidor.

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