FINANZAS DE BOLSILLO

Aguinaldo: cuándo se cobra, cómo se calcula y en qué se puede invertir 

El dinero “extra” que se recibe en diciembre puede ser una puerta para adentrarse al mundo de las inversiones.

Billetera con dinero. Foto: Archivo El País
Billetera con dinero. Foto: Archivo El País

Diciembre es sinónimo de muchas cosas: Navidad, Fin de Año, reuniones de despedidas y, para algunos trabajadores, aguinaldo. El dinero extra que se recibe puede tener varios destinos. Al mismo tiempo, es claro que las opciones están limitadas de acuerdo con la situación financiera personal y la cantidad que se recibe.

Hay veces que ese dinero debe ser destinado a sanear deudas, comprar algún electrodoméstico que haga falta o hacer frente a gastos futuros. Otra parte de la población decide ahorrar ese dinero para algún plan específico como unas vacaciones o una mudanza. Y otras personas deciden invertir el aguinaldo con la esperanza de hacerlo “crecer”.

El director de Gastón Bengochea & Cía, Diego Rodríguez, indicó a El País que, cuando se recibe el aguinaldo, puede ser el momento de dar el “siguiente paso y comenzar a invertir los ahorros”, en caso de que se tenga una economía personal saneada y un fondo de reserva por separado de los gastos corrientes. Ve al salario complementario anual como una “buena excusa para evaluar cómo uno se está proyectando en el futuro”.

Una opción es invertir en los ETF (Exchange Traded Funds por su sigla en inglés). Cotizan en la bolsa, se compran en tiempo real y sus precios pueden variar a lo largo de la jornada. Pueden ser de sectores de actividad, bonos, índices (como el S&P 500), monedas, entre otros. No hay un monto mínimo para invertir en esos activos, aparte de su cotización propia.

Un camino de inversión es ir por el Índice Standard & Poor’s 500. Rodríguez explicó que es de “referencia a nivel mundial”, y que se podría invertir en él de manera regular más allá del aguinaldo. Se trata de una forma “eficiente y simple de invertir poco dinero”, y con un “riesgo menor”.

En esa línea, el director de Gletir, Juan Terra, indicó que el S&P 500 es “muy diversificado”, lo que minimiza la posibilidad de variaciones abruptas. Sin embargo, si cae toda la bolsa como al inicio de la pandemia en 2020, el índice también va a bajar.

El iShares Core S&P 500 ETF (IVV) cotizaba a US$ 470 el miércoles. Entonces, alguien que lo compró hace 10 años y lo mantuvo en su cuenta obtuvo una rentabilidad anualizada del 16,58%, dijo Rodríguez.

El director de Gletir nombró algunas tendencias que se están dando. Por un lado, están los EFT que agrupan compañías aéreas y aeropuertos. “Se prevé que tengan un resultado bueno las compañías en el mediano plazo”, comentó.

Otra tendencia es la inteligencia artificial, ya sea en empresas que se dedican de forma específica al tema o en ETF que agrupan varias compañías. Una tercera son los ETF de petróleo o invertir en acciones de compañías que venden crudo.

Terra contó que Gletir tiene una plataforma que se llama Gletir Global “donde el cliente puede abrir una cuenta desde la web e invertir sin un monto mínimo en todos los mercados del mundo”. Por lo tanto, se puede comenzar con US$ 100 y después construir la cartera a medida que se reciben ingresos como el aguinaldo o un bono, o con un ahorro del sueldo, explicó.

Más opciones.

Otro camino es ir por los fondos de inversión. A diferencia de los ETF y las acciones, el piso de inversión es más alto.

Rodríguez contó que en Gaston Bengochea & Cía desarrollaron un portafolio modelo que “brinda exposición a través de fondos de inversión a la economía global”. Es “otra forma de invertir con poco dinero”, y está “orientada a clientes jóvenes que comienzan a tener su primera experiencia en el mercado de capitales”.

Requiere una inversión inicial mínima de US$ 10.000, y después se pueden destinar menores ingresos. De enero a octubre tuvo una rentabilidad de 8,54% y en el año móvil cerrado a octubre de 19%.

También se puede invertir en Letras de Regulación Monetaria (LRM), que son títulos de deuda del Banco Central (BCU). La autoridad financiera las emite “con el objetivo de regular la liquidez del sistema financiero. Las emisiones se realizan de acuerdo al calendario tentativo semanal de colocaciones publicado en su página web y se rigen por el reglamento de operadores primarios”, señaló en su página web.

Otra opción son las Notas del Tesoro, que son títulos de deuda de mediano plazo que emite el Ministerio de Economía y Finanzas. Tienen diferentes vencimientos, rendimientos, y pueden ser en Unidades Indexadas (UI), Unidades Previsionales (UP) y pesos uruguayos, explicó Terra.

El BCU explica que en las Notas del Tesoro “la tasa de interés pactada se paga a descuento; esto implica que, en el momento de realizarse la inversión, se entrega el importe nominal deducido el monto de intereses de acuerdo a la tasa y el plazo. Al vencimiento, quien invierte recibe el 100 % del valor pactado (valor nominal)”, y “se negocian en bolsa”.

En esa línea también están los Bonos del Tesoro, que son títulos de deuda de largo plazo que emite el MEF. “Por lo general pagan interés en forma periódica (comúnmente tienen pagos semestrales), y la tasa de interés es fija o ajustable de acuerdo a parámetros predeterminados. Las emisiones que circulan en la actualidad fueron hechas en diferentes monedas; las hay, por ejemplo, en pesos, unidades indexadas (pesos ajustados por el índice de precios al consumo), dólares, euros, yenes, pesos chilenos, etcétera. Se negocian en bolsa y son los instrumentos de mayor liquidez del mercado local”, señaló el BCU.

¿Cuándo se cobra y cómo se calcula el aguinaldo?

Dos preguntas suelen surgir al hablar de aguinaldo: cuándo se cobra y cómo se calcula.

El aguinaldo es un sueldo anual complementario que se abona en dos etapas, siendo una fecha de cobro en julio y la otra en diciembre. El Poder Ejecutivo es el encargado de aprobar un decreto que fija la fecha de pago y, para 2021, determinó que se deberá abonar en la actividad privada antes del 20 de diciembre.

¿Cómo se calcula? En pocas palabras, hay que sumar las remuneraciones en dinero recibidas entre el 1° de junio y el 30 de noviembre, y luego dividirlo entre 12. Por lo tanto, es aproximadamente la mitad de un sueldo. Cada situación es particular porque, por ejemplo, depende de si la persona estuvo de licencia por maternidad o paternidad o si recibió una certificación médica.

Otra pregunta válida puede ser qué pasa si renuncié o me despidieron. En ese caso, se tiene derecho a recibir el aguinaldo generado hasta el momento que se rompe el vínculo laboral. Junto con el salario vacacional, la licencia generada y el último sueldo, es lo que cotidianamente se conoce como la liquidación.

Un punto es que, si se trata de un despido por notoria mala conducta, el empleado no tiene derecho a cobrar el aguinaldo que generó.

¿Se tienen en cuenta los tickets alimentación?

Algunos trabajadores, además de cobrar su salario en dinero todos los meses, reciben tickets alimentación. Ahora, ¿cuentan en el cálculo del aguinaldo? No.

El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) explica en su sitio web que por definición el salario anual complementario es la “doceava parte del total de los salarios pagados en dinero por el empleador en los doce meses anteriores al 1º de diciembre de cada año”. No obstante, como “tienen naturaleza salarial, deben computarse para el cálculo de licencia, el salario vacacional y la indemnización por despido”.

Por otra parte, recuerda que los tickets alimentación deben incluirse en el recibo de sueldo.

El efecto del seguro de paro en el aguinaldo

Por la pandemia, el gobierno instaló los regímenes de seguros de paro parcial y flexible con el objetivo de amortiguar los impactos del COVID-19 en el marcado laboral. En pocas palabras, es para las personas que sufrieron una reducción de la jornada laboral.

¿Cómo calcular el aguinaldo si estuve en el seguro de paro parcial? Se debe sumar el dinero que se recibió de la empresa (no se tiene en cuenta el subsidio del BPS) entre el 1 de junio y el 30 de noviembre. Luego, esa cifra hay que dividirla entre 12. Por lo tanto, el dinero que se recibe es menor al que se hubiera cobrado si se trabajaba la jornada completa.

En julio hubo 27.419 trabajadores en esa situación, lo que significó un descenso en comparación a junio, cuando fueron 30.022, según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

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