FINANZAS DE BOLSILLO

Vivir solo: consejos para lograr una economía estable y segura y no padecer en el intento

Los consejos de expertos sobre qué hacer para vivir solo y que las Finanzas de Bolsillo no sufran.

Vivir solo siempre trae aprendizaje
Vivir solo siempre trae aprendizaje. Foto: Shutterstock

Mudarse solo puede ser un paso y una decisión difícil cuando uno es joven. Puede brindar una sensación de libertad y privacidad que antes no se tenía si uno siempre vivió con su familia. Sin embargo, este reto conlleva nuevas responsabilidades, como el manejo correcto de la economía individual. En este Finanzas de Bolsillo trataremos la organización de las finanzas personales, cómo generar el hábito de ahorro, cómo incrementar las fuentes de ingresos del hogar y en qué momento conviene emanciparse económicamente.

¿Existe un “momento indicado” para emanciparse? Virginia Hughes, gerente de Consultoría de Negocios de Pwc Uruguay, cree que eso es una decisión muy personal. Desde el punto de vista de las finanzas personales comentó que, por lo menos, uno debería poder cubrir los gastos mensuales, e incluso sería bueno -los meses anteriores a independizarse- generar una reserva para todos los gastos que suele implicar una mudanza.

Para lograr una correcta organización de las finanzas personales se debe hacer un presupuesto personal de manera mensual. Hughes indicó que esto se puede hacer mediante un simple Excel que muestre en detalle los ingresos y gastos personales. A su vez, se puede recurrir a alguna app de finanzas personales. Localmente, ZetaSoftware -empresa que desarrolla aplicaciones de administración y contabilidad online para personas- cuenta con un módulo de finanzas personales que es gratuito y quizás pueda ser de utilidad para algunas personas, explicó Mauricio Minarrieta, gerente de Consultoría de KPMG.

Este tipo de aplicaciones facilitan la carga de datos, y además sintetizan y generan información que puede ser útil para visualizar tendencias. Generar un presupuesto permite visualizar los principales rubros de ingresos y gastos, su evolución en el tiempo, así como identificar posibles palancas de mejora, según Hughes. “En definitiva, a través del presupuesto estamos generando información sobre el comportamiento financiero personal. Así como para las empresas el presupuesto es una herramienta valiosa de gestión, pienso que para las personas también puede serlo”, opinó.

Ahora, hecho ese presupuesto mensual, ¿en qué posición colocamos los gastos de ocio? Minarrieta recomendó incorporar el ocio dentro del presupuesto de los gastos del mes, tratando de cumplir con un objetivo de ahorro mensual que dependerá de las posibilidades de cada uno. En tanto, Hughes aconsejó que antes de generar gastos de ocio, primero se deben cubrir los gastos corrientes del mes (por ejemplo: alquiler, gastos comunes, servicios, tarjetas de crédito). Luego de que estos gastos hayan sido cubiertos, es importante destinar (si es posible) una parte para ahorros.

“Si bien es difícil, si uno se acostumbra a hacerlo, pasa a ser un hábito y nos proporciona una ‘buena conducta’ financiera en el tiempo. Estos ahorros serán siempre un apoyo para el futuro y para cubrir emergencias. Dependiendo del perfil financiero de cada uno y su vínculo con el riesgo (grado de adversidad), se puede mantener ese ahorro líquido o invertido, siempre con el asesoramiento adecuado”, indicó Hughes.

¿Cómo se puede mantener en el tiempo el hábito de ahorro sin caer en tentaciones? Hughes entiende que, a pesar de que cuanto antes uno comienza a adoptar el hábito de ahorro más incorporado lo tiene y se hace más fácil mantenerlo en el tiempo, sin dudas implica mucha conducta y esfuerzo. Para redoblar dicho esfuerzo y mantener “fuera de alcance” esos ahorros, uno puede optar por invertirlos. Eso puede significar que queden inmovilizados por cierto tiempo y sea más difícil acceder a ellos, evitando la tentación de usarlos. De todas formas, Hughes entiende que esto siempre está condicionado con el perfil financiero de cada uno, y su vínculo con el riesgo que ello conlleva.

VIVIR SOLO

Los números que reflejan la realidad de Uruguay

¿Aproximadamente a qué edad se parte del hogar familiar? Según la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud de 2018 del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), hasta ese año solo el 27,4% de los jóvenes de hasta 29 años no vivía en su hogar de origen. Dentro de ese porcentaje, 32,6% corresponde al género femeino, mientras que el masculino contó con un 22,4%. La Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud de 2018 del Mides indicó que el 47,4% de los jóvenes habían optado por vivir con su pareja. En tanto, el 19,1% decidieron mudarse con otros parientes, el 14,1% solo, el 9,2% con amigos, el 5,4% con no parientes, y el 4,7% a una pensión, colegio o institución.

Además de ahorrar para tener un respaldo, ¿cómo uno puede incrementar las fuentes de ingreso del hogar? Las alternativas son variadas, y muchas de éstas no son fáciles de llevar adelante. Dependiendo de la cantidad de horas que uno trabaje, se puede intentar conseguir un trabajo adicional u optar por emprender, no sin antes asesorarse para hacerlo correctamente y no perder dinero en el intento. Sin embargo, en los últimos años el ecosistema de emprendedores ha crecido y se ha fortalecido, convirtiéndose en una fuente secundaria de ingresos para muchos, según Hughes. En tanto, también se puede optar por cambiar de trabajo a uno que brinde mejores beneficios económicos, mejores perspectivas de crecimiento, o incluso explorar opciones laborales convenientes en el exterior. De todas formas, si uno quiere mantener su trabajo, puede evaluar aumentar las horas de trabajo, o aplicar a alguna posición dentro de la empresa que esté mejor remunerada.

Puede ocurrir que, luego de independizarse, uno deba atender (de manera imprevista) gastos de emergencia. Para ello, se recomienda incorporar en el presupuesto mensual un rubro de “imprevistos”, ya que, según Hughes, todos los meses surge alguno. Si esa reserva no se llega a utilizar, se puede guardar para el siguiente mes. El monto de este fondo va a depender mucho de la situación de cada uno. Si los ingresos mensuales son muy fluctuantes o no se cuenta con una seguridad laboral definida, sería deseable contar con un fondo que permita hacer frente, por ejemplo, a los gastos de hasta los próximos seis meses sin recibir ingresos. El importe puede ser mayor o menor dependiendo del caso, dijo Minarrieta.

En el caso de que todos estos gastos sean una carga y dificulte a la persona llegar a fin de mes, siempre se puede optar por compartir el espacio con un amigo o pareja. Esta opción puede facilitar la carga económica individual, ya que siendo más de uno dentro del hogar, se dividen ciertos gastos, tales como: el alquiler, gastos comunes, agua, luz, mantenimiento del hogar e internet.

Si uno tiene la inquietud de vivir solo, puede que se tomen malas decisiones para lograr ese objetivo lo antes posible. En ese caso, ¿es conveniente pedir créditos y endeudarse para llegar a fin de mes? Minarrieta explicó que uno no debería endeudarse y generar obligaciones de pago en el futuro por importes que no entren dentro del esquema de gastos e ingresos del presupuesto mensual.

VIVIR SOLO

Vivir con un constante stress financiero

Los nuevos gastos pueden generar incertidumbre a la hora de tomar la decisión de mudarse. En el caso de tomarla y no tener sobresaltos económicos en el camino, ¿uno debe aspirar a un estilo de vida diferente al que se estaba acostumbrado? Hughes dijo a El País que esto no es necesario, pero si la independización no viene acompañada por un incremento en los ingresos, seguramente genere un cambio en los rubros de gastos, que pueden implicar a su vez una disminución de los gastos destinados al ocio y al ahorro, por ejemplo.

¿Cuáles son los puntos claves a tratar antes de pensar en una inversión?
En qué invierto, el plazo de inversión y la moneda
Invertir ladrillos

Si se toma la decisión de invertir, se tienen que determinar algunos elementos, que a continuación serán detallados.

Primero hay que pensar para qué estoy invirtiendo. Puede ser que el objetivo sea el de realizar un viaje, generar un fondo de retiro, comprar una vivienda, comprar un vehículo, mudarse, etc. Difícilmente se ahorre o invierta “porque si”, hay que dedicarle un poco de tiempo a determinar el para qué se está invirtiendo el dinero para determinar luego el cómo.

Luego viene el plazo. Este punto es determinante, ya que definir el objetivo determina también el plazo de la inversión. Invertir para generar un fondo de retiro debería hacerse en instrumentos de largo plazo, mientras que objetivos mas inmediatos como un viaje o la compra de algo en particular requeriría una inversión a corto plazo.

Por último, la moneda. Nuevamente el objetivo es clave para poder determinar la moneda en la que ahorrar. Si el objetivo es realizar un viaje seguramente lo mejor sea generar ahorro en dólares o euros, que son la moneda en la que típicamente están los costos de turismo. Por otro lado, si el objetivo es el retiro, y ese retiro es en Uruguay, lo ideal sería invertir en Unidades Indexadas para no especular con el tipo de cambio en el futuro.

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