FINANZAS DE BOLSILLO

Las cinco señales de alerta que demuestran problemas a la hora de gastar el dinero

Descubrí tips para poder afrontar las responsabilidades financieras personales.

Foto: Pixabay
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Como bien sabemos, si una persona no genera ingresos, no tiene dinero para gastar. Sin embargo, si se consigue una fuente de ingresos pero esta viene acompañada de malos hábitos de ahorro, nunca se logrará generar una inversión en base a ese capital.

Gastar nuestro dinero de manera segura e inteligente no es tan fácil como uno cree, más aún en la sociedad en la que vivimos, ya que constantemente nos empuja al consumo, intenta engañarnos con falacias y nos aleja de la reflexión a la hora de realizar una compra o inversión.

Conocer las premisas que serán detalladas en esta Finanzas de Bolsillo te permitirán planificar mejor tu vida financiera y reducir los niveles de estrés tan comunes generados por malos hábitos financieros.

La primera alerta de gastar mal es no generar ahorros en base al sueldo obtenido mensualmente. Sin dudas este punto no aplica de igual manera para todo el mundo, ya que los sueldos varían según el trabajo de cada individuo, sumado a que el salario mínimo en Uruguay es de $ 19.364 mensuales y las jubilaciones básicas ni siquiera llegan a esa cifra.

Aún así, quienes tienen un salario bastante más alto deben saber que el ahorro mensual debe ser una de sus principales prioridades para lograr la tan deseada estabilidad financiera.

En relación a esto, lo mejor que se puede hacer es ponerlo en práctica ni bien uno recibe su salario u honorarios por un trabajo.

Si uno ahorra apenas cobra, se verá obligado a amoldar sus gastos a lo que le quede de esos ingresos. Lamentablemente, la mayoría no sigue este paso: primero gasta y luego ve si dispone de dinero para ahorrar.

El mejor método para llevar a cabo esta simple tarea consiste en separar por lo menos el 10% del salario mensual al momento de recibirlo y luego utilizar el dinero remanente para los gastos de cada día.

Muchos optan por utilizar la tarjeta de crédito y luego pagar el resumen de la misma con el salario que cobrarán a principios del siguiente mes. A pesar de ello, no hacen otra cosa que tapar agujeros y seguir “tarjeteando” las semanas siguientes o, en el mejor de los casos, pagando con el poco dinero que queda en la cuenta del banco sin poder utilizarlos para consumos necesarios de verdad.

Por otro lado, están quienes viven por encima de sus posibilidades, no llegan a pagar nunca el resumen de la tarjeta y aumentan sus deudas hasta niveles inalcanzables. Más temprano que tarde conocerán las consecuencias, ya que ese desequilibrio financiero genera -además de deudas- mucho estrés.

Consumo. Foto: Archivo El País
Consumo. Foto: Archivo El País

La segunda alerta es no saber en qué gastas. “No sé en qué se me va el dinero” es una de esas famosas frases que utilizan las personas con problemas financieros. De todas formas, superar este punto es bastante sencillo.

Básicamente se debe llevar un registro de los gastos totales realizados en el mes, separándolos entre gastos fijos (alquiler, impuestos, servicios, comida, etc) y gastos variables (esparcimiento, ropa y más).

La tercera alerta se basa en los “gastos de consumo” y los “gastos de inversión”. A la hora de realizar una compra, hay que tener muy claro si nos encontramos ante un gasto de consumo (donde lo que se compra se utiliza y agota en el momento) o ante un gasto de inversión, donde gastamos para obtener una recompensa a futuro.

Ir al cine, cenar afuera, tomar un café o una gaseosa al paso (típico gasto hormiga), tomar taxis por estar apurado y comprar ropa que no necesitamos realmente son algunos de los tantos ejemplos de gastos de consumo.

En cambio, pagar un curso de idioma, la cuota del gimnasio y realizar viajes son ejemplos de gastos de inversión. Aunque gastar en un viaje es un ejemplo un poco polémico, se puede tomar en cuenta dentro de este listado ya que equivale a generar experiencias que luego serán recordadas durante gran parte de la vida, contribuyendo a la felicidad individual presente y futura.

Llevar un listado de todos nuestros gastos para luego analizarlos con el objetivo de reducir la cantidad de gastos de consumo e incrementar los de inversión es sin duda una tarea que te puede beneficiar económicamente en corto, mediano y largo plazo.

La cuarta alerta es gastar en artículos que no son de extrema necesidad. “Me lo compré porque me lo merezco” es una de las frases de cabecera que utiliza alguien que no sabe manejar bien sus finanzas personales o la de un comprador compulsivo.

Darse los gustos en vida es una de las metas más importantes del ser humano, pero ese argumento puede resultar vicioso si se trata de cuidar la salud financiera.

Lo esencial para una persona que comienza a afrontar gastos mensuales tales como el alquiler, luz, agua y comida es llegar cómodo económicamente a fin de mes, por lo que debería contar con la tranquilidad de tener a mano ahorros para utilizar en situaciones imprevistas que surjan con el paso del tiempo.

Simplemente es cuestión de poner en una balanza los gastos por “merecimiento” y evaluar cuales son los más importantes: los que brindan satisfacción inmediata pero poco duradera o los que nos brindan seguridad y, a la vez, generan satisfacción por hacer lo correcto para mantener una situación financiera saludable.

Al aplicar un período de cinco días entre la aparición del deseo de compra y su concreción notarás que ese impulso desaparece, por lo que dejará en evidencia que lo que creías necesario comprar al final no lo era.

Vivir muy por debajo de tus posibilidades económicas es la última alerta de esta lista. Puede ocurrir que a las personas que ganan bien también les cuesta mucho gastar, al punto de caer en actitudes avaras.

Alguien avaro considera el dinero como un fin en sí mismo. Esta mirada lo lleva a privaciones innecesarias, ya sea lastimando a la gente con su manera de actuar o metiéndose en situaciones vergonzosas con tal de conseguir su objetivo: no gastar o gastar muy poco.

Para tratar la avaricia hay que definir un fin superior y más valioso que el dinero, que no es otra cosa que un medio para conseguir algo más.

Lograrás darte cuenta que llevar a cabo estas simples prácticas ayudarán a que tus Finanzas de Bolsillo mejoren considerablemente a corto, mediano y largo plazo.

Cómo afrontar los gastos de emergencia

La mejor estrategia para estar tranquilo si surgen gastos de emergencia -o reducir el impacto que generan- es crear un fondo de reserva. Básicamente es un monto de dinero guardado al que se puede acceder fácilmente y de manera rápida si uno lo requiere. El monto de ese fondo dependerá de la situación económica de cada uno, pero lo ideal es contar con un fondo que permita hacer frente a los gastos de los próximos seis meses en el caso de no recibir ingresos, dijo a El País Mauricio Minarrieta, gerente de Consultoría de KPMG.

¿Qué otros caminos puedo tomar para no malgastar mi dinero?
Invertir pero sabiendo en qué y cuándo hacerlo
Ahorro de dinero. Foto: Estefanía Leal

Si se toma la decisión de invertir, se deben determinar algunos elementos que serán detallados a continuación.

Primero hay que pensar en qué se invierte. Puede ser que el objetivo sea realizar un viaje, generar un fondo de retiro, comprar una casa, un vehículo, mudarse, etc. Difícilmente se ahorre o invierta “porque si”, hay que dedicarle un poco de tiempo a determinar el para qué se está invirtiendo el dinero para determinar luego el cómo.

Luego viene el plazo. Este punto es muy determinante, ya que definir el objetivo determina también el plazo de la inversión. Invertir para generar un fondo de retiro debería hacerse en instrumentos de largo plazo, mientras que objetivos mas inmediatos como un viaje o la compra de algún bien en particular requeriría una inversión a corto plazo.

Por último, la moneda. En este apartado el objetivo es clave para poder determinar en que tipo de moneda debería ahorrar. Si el objetivo es realizar un viaje seguramente lo mejor sea generar ahorros en dólares o euros, ya que son las monedas que típicamente se usan en los viajes. Por otro lado, si el objetivo es el retiro, y ese retiro es en Uruguay, lo ideal sería invertir en Unidades Indexadas para no especular con el tipo de cambio en el futuro.

Mecanismos para lograr un hábito de ahorro ágil

Para ordenar las finanzas personales y generar ahorros, se pueden utilizar diversas herramientas que generan un incentivo a la hora de cuidar los gastos y guardar una parte del sueldo para el futuro. Una opción es utilizar una planilla de Excel, ya que allí se pueden agregar los estados de cuenta del banco de manera mensual. Así es como uno puede calcular los gastos realizados e intentar disminuirlos para el próximo mes. Otra alternativa sería utilizar una aplicación para la gestión de finanzas personales. En Uruguay existe una app llamada ZetaSoftware. Cuenta con un módulo de finanzas personales gratuito que puede servir de ayuda para organizar gastos y generar ahorros.

[En base a La Nación/GDA].

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