FINANZAS DE BOLSILLO

¿Cuánto cuesta instalar una piscina? Precios, modelos y tendencias

Descubrí que opciones hay en las empresas del rubro local para colocar una piscina en tu hogar

Fendi Château Residences
Fendi Château Residences. Foto: Piscinas del Este

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La temporada de verano está cada vez más cerca y las familias uruguayas optan por instalar piscinas en los terrenos de sus casas de verano para lograr combatir el calor. Este fenómeno también se hace fuerte en los departamentos de la costa, donde algunas de las principales empresas uruguayas del rubro brindan sus servicios para que la instalación de las piscinas sea rápida, óptima y segura.

La oferta disponible es variada en cuanto al diseño de piscinas y las empresas ofrecen una diversa variedad de productos para sumarle a la construcción de las piscinas (bombas de calor, cascadas, luces de colores y más). En los últimos meses del año las ofertas crecen y para tener una idea de cuánto cuesta instalar una piscina, El País consultó a diferentes empresas del rubro.

Emiliano Bruzzone, director comercial de Akesse, dijo que los modelos de piscinas más solicitados hasta el momento son las de 7 x 3 metros, como también las de 11 x 4 metros. La primera cuesta entre US$ 8.000 y US$ 10.000, mientras que para la segunda opción el precio aumenta entre US$ 10.000 y US$ 15.000 (el precio varía según las terminaciones de la piscina elegida). Si el cliente desea instalar una piscina con esta compañía, el proceso dura entre siete y 10 días hábiles.

A la instalación también se le pueden agregar adicionales. Según Bruzzone, “las piscinas ya no se venden solas, se le agrega algún equipamiento básico”. En Akesse ofrecen una vasta variedad, tales como: bombas de calor, mantas térmicas, pasamanos, clorador de sal e ionizadores solares. Estos adicionales cuestan más dinero, por lo que no vienen acompañados con el precio inicial de instalación. “El costo depende de las terminaciones de la piscina elegida, pero si se le agregan estos artefactos el precio puede aumentar hasta US$ 5.000 más aproximadamente”, dijo Bruzzone.

Bruzzone señaló que -por el momento- los departamentos que más han generado consultas para la instalación de sus piscinas y equipamientos para la próxima temporada veraniega son Canelones, Maldonado, Colonia y Montevideo, ya que algunas familias también optan por quedarse en la capital durante el verano. “La cantidad de solicitudes hasta el momento son las esperadas, manteniendo el mismo ritmo que en el año anterior”, agregó.

La nueva tendencia en el mundo de las piscinas 

Michelini comentó que hoy en día la tendencia es crear una piscina con un fondo parejo y estable, de un metro cuarenta de profundidad aproximadamente. “Se dejaron atrás las piscinas con desniveles o fondos importantes de más de dos metros, ya que la gente prefiere utilizar más la totalidad de superficie y tamaño”, agregó.
Sin embargo, los adicionales no han pasado de moda. Los detalles ofrecidos por esta empresa también son variados. “Lo más usual es incorporar el hidromasaje a la piscina, pero también contamos con bombas de calor para climatizar el agua, cloradores salinos, equipos UV para el agua y más”, expresó el gerente de Piscina del Este.

En cuanto a las diferencias que se presentan entre las casas y apartamentos a la hora de comenzar una instalación, Bruzzone aseguró que “todo depende de la cantidad de personas que se van a estar hospedando en el edificio, ya que esa cantidad es la que determina el tamaño recomendado para colocar una piscina, siempre considerando el espacio que exista en el lugar para realizar la obra. Si las condiciones están dadas, no varía mucho en relación a una instalación en un hogar”.

Por otro lado, Rodrigo Cabral, director de Scatey, manifestó que los modelos más solicitados hasta el momento en la empresa son las piscinas de 6 x 3 metros (US$ 7.700), 7x4 metros (US$ 8.600), 8 x 4 (US$ 9.800) y 9x4 (US$ 10.000), aunque el “modelo estrella” es la de 7x4.

Cabral hizo énfasis en la importancia que le da Scatey al proceso de fábrica para brindarle la mejor atención a su clientela. “Trabajamos en exclusividad con una empresa encargada de producir nuestras piscinas, nosotros las comercializamos. Allí el proceso de producción tiene un diferencial, ya que esta empresa aplica una barrera química que ayuda a que las piscinas tengan mayor durabilidad y resistencia”, sostuvo a El País.

“Esta barrera es una capa de resina que se coloca entre el medio del color y la fibra de vidrio, generando una barrera anti osmosis, evitando que el color de la piscina (puede ser crema, celeste o blanco), se deteriore y se mantenga homogéneo. Esta capa se aplica en todas las piscinas que Scatey comercializa”, agregó.

En cuanto a los adicionales ofrecidos por Scatey, Cabral indicó que cuentan con calefactores, clonadores de sal, luces de colores, cascadas y bombas de calor. La instalación de dichos artefactos puede subir el precio de la colocación de la piscina hasta US$ 3.900.

En relación a la instalación del producto en apartamentos o complejos hoteleros, Scatey brinda una solución de piscinas auto portantes (con su propia estructura mantienen la presión del agua, no es necesario enterrarla al suelo), para las azoteas. “Allí el precio varía, ya que en este caso hay que estudiar cada terreno y estructura para ver cuanto dura el proceso y que materiales se necesitan para completarlo”, explicó Cabral.

¿Dónde se recomienda colocar las piscinas?

Bruzzone opinó que lo mejor es instalarla en el fondo de la casa por un tema de privacidad, siempre teniendo en cuenta una buena ubicación dentro del espacio para que le dé el sol durante el día y que también esté cerca del parrillero. Desde Scatey también recomiendan que el cliente piense bien dónde instalar la piscina, ya que la orientación del sol es fundamental para lograr el máximo disfrute, aunque también dijo que eso debe estar acompañado acorde al espacio “que le quede más cómodo a los usuarios en la vida cotidiana”.

El País también se comunicó con Piscinas del Este, empresa especializada en piscinas de hormigón. Martín Michelini, gerente de la empresa, sostuvo que pueden crear el diseño y formato que el cliente desee, con cualquier medida en particular. “En general los clientes tienden a elegir el modelo estándar rectangular (aproximadamente de 40 metros cuadrados), ya que el precio de este tipo de piscinas es muy alto (van desde los US$ 30.000), por lo que si se opta por un diseño por debajo de esta medida los precios no compiten con las piscinas de fibra tradicionales”, admitió Michelini.

“Las piscinas de hormigón son más caras que las de fibra. Estas son más económicas y la instalación es bastante rápida, ya que entre siete y 10 días está lista para usar. La de hormigón lleva más tiempo (un mes aproximadamente) pero son más duraderas y el cliente tiene la libertad de diseñarla a su gusto y en cualquier espacio, con los materiales que desee”, explicó Michelini.

El tamaño estándar más seleccionado es de 8x4 metros, aunque el cliente tiene la total libertad de proponer una idea (generalmente acompañados por un arquitecto) y lo que hace en ese caso Piscinas del Este es generar algún detalle técnico en específico o ver si se puede mejorar la idea inicial.
Michelini explicó que cuando se construye este tipo de piscinas en los edificios intentan que sea independiente de la estructura, ya que el movimiento natural del edificio puede trasladarse a la estructura de la piscina, generando grietas y aberturas, problema que “es bastante difícil de resolver si ocurre”, según Michelini.

Su punto fuerte a la hora de brindar sus servicios es en Maldonado, específicamente en La Barra, José Ignacio y Garzón, aunque también han hecho obras en Montevideo y Canelones, específicamente en el Complejo Luis Suárez (ubicado en Ciudad de la Costa) y en el Club Nacional de Fútbol.

¿Qué problema enfrenta el rubro para captar clientes?
Las empresas que trabajan de manera informal
Redes de seguridad para piscinas

Consultados sobre la competencia desleal que se genera dentro del rubro (debido a empresas que trabajan en negro), Bruzzone señaló que “la competencia es una selva, ya que a partir de la pandemia comenzaron a surgir empresas chicas que perjudicaron el negocio”. Según Bruzzone, estas empresas no trabajan de manera formal, entregando productos de muy mala calidad, generando un descenso en los precios en todas las compañías, ya que deben de hacerle frente al problema de alguna manera.

“Lo importante es recomendarle siempre al cliente que a la hora de comprar se asegure que los fabricantes sean de industria nacional, que vayan a las fábricas y las conozcan para asegurarse de que la calidad de la misma es confiable, además de pedir una garantía escrita y leal”, recomendó Bruzzone.

En tanto, Cabral dijo que han surgido empresas que “no son una S.A. armada que trabajen de manera formal, no generan impuestos y además estropean el mercado construyendo piscinas de mala calidad.
Según Cabral, esto hace que las personas no miren con buenos ojos a las empresas formales, ya que comparan sus precios con los de estos negocios. Aún así, cree que a la larga estas empresas cuentan con “una fecha de vencimiento” por su trabajo de mala calidad.

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