ELECCIONES LEGISLATIVAS 

Sucesores de Angela Merkel se sacan chispas en la recta final

La canciller alemana, que dejará el escenario político tras 16 años en el poder, se mantuvo inicialmente al margen de la campaña y ahora participa con Olaf Sholz en numerosos mítines.

Olaf Scholz, Annalena Baerbock y Armin Laschet en pleno debate televisivo anoche. Foto: AFP
Olaf Scholz, Annalena Baerbock y Armin Laschet en pleno debate televisivo anoche. Foto: AFP

A una semana de las elecciones legislativas, los dirigentes de los tres grandes partidos alemanes celebraron ayer domingo su último debate televisado, en la recta final de la incierta carrera por suceder a Angela Merkel en el gobierno.

El ministro de Finanzas y vicecanciller socialdemócrata Olaf Scholz se impuso, según los sondeos, en los dos precedentes debates, presentándose como un gestor tranquilo y experimentado, calidades esenciales para los alemanes.

El conservador Armin Laschet, que se considera como el heredero natural de Merkel, se ha mostrado combativo en esta recta final, tras un inicio de campaña fallido. Laschet, poco popular, no ha logrado nunca retomar la iniciativa: su formación, y también la de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) aliada al CSU bávaro, se coloca según los sondeos entre 20 y 22% de la intención de votos, contra 25 a 26% para los socialdemócratas del SPD

“Sentimos que algo se está moviendo (...) Estoy convencido de que llegaremos a la cabeza”, aseguró Laschet en una entrevista publicada en la edición dominical del diario conservador Die Welt.

Sorpresas 

Los Verdes y su líder, Annalena Baerbock, que inicialmente causó furor antes de cometer varios errores atribuidos a su inexperiencia, se sitúa actualmente entre 15 y 17%, una cifra que parece alejar a esta jurista de la cancillería. Sin embargo, no hay que descartar sorpresas.

Un 40% de los electores alemanes no saben aún por quién votarán, según un estudio del instituto Allensbach. A ello se añaden los márgenes de error en los sondeos y la parte importante este año -debido a la pandemia- del voto por correspondencia.

“La elección deberá decidir al último gobierno que podrá influir en la crisis climática”, y sin Los Verdes esto sería imposible, afirmó este domingo Baerbock durante un congreso de su partido.

Los ecologistas deberían en cualquier caso desempeñar un papel crucial en la formación de un gobierno de coalición, probablemente integrado por tres partidos.

El debate, difundido en las cadenas privadas ProSieben, Kabeleins y Sat1, significó para Laschet, de 60 años, una última oportunidad de imponerse a Scholz, de 63. Y evitar así un humillante viraje de su partido conservador hacia la oposición, tal como auguran los sondeos.

Laschet, dirigente de la región alemana más poblada -Renania del Norte-Westfalia- y conocido por su moderación, no deja de insistir en que el espectro político del país girará a la izquierda en caso de alianza entre el SPD, Los Verdes y la izquierda radical de Die Linke, que parece al alcance de la mano según los sondeos.

Es cierto que para plantearse una posible alianza, Olaf Scholz y Annalena Baerbock han calificado de “línea roja” la oposición de Die Linke a la OTAN. Pero ninguno de ellos ha excluido formalmente una coalición con este partido que, según los sondeos, tiene 6% de intención de votos.

Angela Merkel, que dejará el escenario político tras 16 años en el poder, y que sigue siendo muy popular, se mantuvo inicialmente al margen de la campaña y ahora participa con Sholz en numerosos mítines.

Estabilidad, seguridad y sin pasos de reforma

Alemania creció en 13 de los 16 años de Angela Merkel como canciller (los dos últimos se contrajo por la pandemia), con el desempleo ahora en el 5,6% pese al coronavirus, la producción industrial en máximos históricos y las exportaciones por encima de los niveles de febrero de 2020. Analistas afirman que su política económica y fiscal ha estado centrada en la seguridad y la estabilidad, apenas hubo pasos reformistas. Se le critica no haber preparado el sistema social para el cambio demográfico, y que el “déficit cero” fuera a costa de la inversión innovación y tecnologías, lo que pasar factura en la próxima década.

Con información de EFE y AFP

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