Sospechas de sabotaje ruso por explosiones en dos gasoductos

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Tres gigantescas fugas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, que conectan Rusia y Alemania a través del Báltico, despertó esta semana la sospechas de actos de sabotaje en medio de la guerra en Ucrania.

Dinamarca y Suecia en particular sospechan de un “acto intencionado” en las zonas económicas exclusivas de estos países nórdicos.

Los precios del petróleo repuntaron ayer tras las noticias de que las fugas en los dos gasoductos Nord Stream podría tratarse de un sabotaje, lo que hace temer que la crisis energética entre en una nueva fase.

El precio del barril de Brent para entrega en noviembre subió 2,62% a 86,27 dólares. En tanto el barril Texas para igual entrega subió 2,33% a 78,50 dólares.

“La clara valoración de las autoridades es que se trata de un acto intencionado y no de un accidente”, dijo ayer la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.

El argumento es la profundidad de las aguas y también el hecho de que los agujeros por los que está escapando el gas son “demasiado grandes” como para deberse a un accidente.

Su homónima sueca, Magdalena Andersson, concluyó que “probablemente” lo ocurrido obedezca a un “sabotaje”.

Ninguna de las dos quiso especular sobre el posible motivo ni autor y ambas resaltaron la gravedad del incidente, aunque se haya producido fuera de su territorio, por lo que no se puede hablar de un ataque directo.

“El Gobierno (sueco) ve con mucha gravedad lo que ha ocurrido, no menos considerando la actual situación política de seguridad en nuestra área de cercana”, dijo Andersson en alusión a la guerra en Ucrania.

Las conclusiones de las autoridades de ambos países, que siguen recabando información sobre el tema, se basan sobre todo en las mediciones realizadas por sus servicios sísmicos nacionales, que detectaron explosiones cerca de donde se produjeron las fugas, una en zona exclusiva sueca y dos en la zona danesa.

Estas fugas en los gasoductos han creado inquietud en parte de Europa. En concreto, informaciones procedentes de círculos de seguridad en Alemania sostienen que hay muchos indicios que apuntan a que los dos gasoductos fueron dañados deliberadamente en un acto de sabotaje, asegura el diario Tagesspiegel.

Según este medio, se barajan dos posibilidades sobre la autoría de los supuestos ataques contra ambos gasoductos.

Por un lado, podría ser obra de fuerzas ucranianas o fuerzas relacionadas con Ucrania, o bien podría tratarse de una operación de “falsa bandera” por parte de Rusia para generar más incertidumbre y posiblemente hacer subir de nuevo el precio del gas.

La Comisión Europea (CE) dijo que “tomaba nota” de lo ocurrido, pero sin entrar en especulaciones.

En Washington el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos estaba analizando informes de que las fugas fueron “el resultado de un ataque o algún tipo de sabotaje”. “Si se confirma, esto claramente no va en el interés de nadie”, afirmó. Aunque “por lo que tengo entendido, estas fugas no tendrán un impacto significativo en la resiliencia energética de Europa”, agregó.

El Nord Stream 1 interrumpió los suministros hace semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún operaba. Y el Nord Stream 2 nunca estuvo en funcionamiento, ya que Alemania suspendió el proceso de autorización a raíz del reconocimiento por Rusia de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás.

El gasoducto Nord Stream 2 fue el primero en sufrir desperfectos el lunes. El martes, estos afectaron también el trazado de Nord Stream 1, que cruza casi en paralelo por el mar Báltico.

El gobierno de Dinamarca estima que las fugas de gas podrían durar “al menos una semana”, hasta que se agote el metano que está escapando de los conductos submarinos, precisó el ministro de Energía y Clima, Dan Jørgensen.

Los dos gasoductos son explotados por un consorcio que integra mayoritariamente el grupo estatal ruso Gazprom. El Kremlin dijo que no descarta “ninguna hipótesis”, incluido un sabotaje, indicó su portavoz, Dmitri Peskov.

Para Ucrania es probablemente que se trate de un “ataque terrorista” planificado por Rusia contra la Unión Europea.

Las sospechas de un sabotaje para provocar las fugas en los gasoductos, surgen cuando Rusia termina los referendos de anexión que organizó en las zonas que controla de Ucrania.

La eventual anexión por parte de Rusia de esos territorios significará que “ya no hay nada que negociar con este presidente (ruso)”, dijo ayer martes el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, en una declaración por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Zelenski dijo que los votantes “fueron forzados a votar a punta de pistola” y que los resultados “habían sido escritos con antelación”.

Rusia, en cambio, dijo en la ONU que los referendos se celebraron “de manera totalmente transparente y respetando todas las normas internacionales”, según su embajador, Vasili Nebenzia.

En la sesión del Consejo de Seguridad, la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, reiteró el apoyo a “la integridad territorial de Ucrania” dentro de sus “fronteras reconocidas”.

“Permítanme reiterar que Naciones Unidas sigue plenamente comprometida con la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”, dijo DiCarlo.. (Con información de AFP y EFE)

“Referendos” en Ucrania

Rusia dice que ganó la anexión

Cómo era de esperar, Rusia se auto adjudicó una aplastante victoria a favor de la anexión en los referendos ilegales convocados en los territorios que controla en el este y sur de Ucrania.

“Los resultados del referendo son evidentes. Su legitimidad no despierta ninguna duda. Millones de habitantes del Donbás y de los territorios ocupados han hecho su elección”, aseguró Andréi Turchak, el secretario general del partido del Kremlin, Rusia Unida, que supervisó la votación en el Donbás.

La votación, que se extendió durante cinco días transcurrió sin alto el fuego de por medio, por lo que los combates continuaron entre el Ejército ucraniano, las tropas rusas y sus aliados, las milicias separatistas.

Ucrania, que considera que la “parodia” electoral en las regiones de Donetsk y Lugansk y las de Jersón y Zaporiyia no tiene ningún valor jurídico, advirtió de que aquellos ciudadanos que hayan participado en la organización de los referendos serán acusados de traición.

Las potencias occidentales, que ya adelantaron que no reconocerán los resultados, han amenazado al Kremlin con una nueva tanda de sanciones, como ocurriera con la anexión de la península ucraniana de Crimea, en 2014.

Según los primeros resultados que divulgó Rusia, más del 98% de los votantes respaldó la incorporación de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk a la Federación Rusa, un resultado que recuerda las votaciones en la antigua URSS o Corea del Norte, donde siempre ganaba el régimen. Un 92,74% de los votantes en la región de Zaporiyia, bañada por el mar de Azov, apoyó la anexión rusa. En el caso de Jersón, limítrofe con Crimea, más del 86% había votado a favor del sí.

El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, instó ayer martes a “tomar en serio” la retórica nuclear rusa. “No digo que sea altamente probable que las armas nucleares se usen, pero digo que cuando vemos ese tipo de retórica nuclear una y otra vez por parte de Rusia, del presidente (Vladímir) Putin, es algo que debemos tomar en serio”, declaró. “Por tanto, estamos transmitiendo el claro mensaje de que esto tendrá graves consecuencias para Rusia y de que una guerra nuclear nunca debe librarse”, añadió.

Stoltenberg se expresó en ese sentido durante una reunión del grupo socialdemócrata del Parlamento Europeo a la que asistió.

Recalcó que el uso de armas nucleares es “absolutamente inaceptable y cambiaría totalmente la naturaleza del conflicto (de Ucrania)”, y resaltó que Rusia “debe saber que una guerra nuclear no puede ganarse”, por lo que reiteró que un enfrentamiento de ese tipo “nunca debe librarse”.

Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, Putin ha recurrido en varias ocasiones a la amenaza nuclear, en especial en estos días.

Para el secretario general de la OTAN, la retórica nuclear rusa, los referendos de anexión a Rusia organizados en zonas de Ucrania controladas por el ejército de Moscú y la movilización parcial de soldados rusos suponen una “grave escalada” de la guerra.

Stoltenberg consideró que es “extremadamente importante entender que si no reaccionamos contra esta guerra y esta brutal invasión (de Ucrania), estamos poniendo en peligro no sólo la seguridad de Ucrania, sino también nuestra propia seguridad”.

“Porque entonces, la lección aprendida por el presidente Putin y otros líderes autoritarios será que si usan la fuerza militar, si violan el Derecho Internacional, consiguen lo que quieren. Y eso es malo para Ucrania y también para nosotros”, expuso, al tiempo que agregó que por ese motivo los países de la OTAN han prestado apoyo a Kiev en los últimos meses.

Igualmente, afirmó que las guerras son “impredecibles”, de modo que “nadie puede decir cuánto durará” la de Ucrania. En ese sentido, instó a estar preparados para seguir prestando apoyo a Kiev “en el largo plazo”.