JAPÓN

Shinzo Abe, magnicidio del hijo de una dinastía política

El exprimer ministro japonés murió tras recibir dos disparos durante un acto de campaña electoral. Advertimos imágenes sensibles. 

Llevan a Shinzo Abe al hospital tras recibir los disparos en el acto electoral en Nara, al norte de Japón. Foto: AFP.

El mundo amaneció conmocionado ayer viernes por el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe. Recibió dos disparos durante un acto de campaña electoral en Nara, en el norte de Japón. Abe fue llevado al hospital en estado de paro cardiorrespiratorio, pero falleció casi cinco horas después, a las 17.03 de Japón, las 5.03 en Uruguay.

El ataque tuvo lugar en un mitin para las elecciones senatoriales de mañana domingo.

La noticia del crimen desencadenó una ola de mensajes de condolencia en todo el mundo y, en Brasil, país que alberga la mayor comunidad japonesa fuera del archipiélago, con alrededor de 1,9 millones de emigrados y descendientes, el presidente Jair Bolsonaro decretó tres días de luto.

El actual jefe de gobierno japonés, Fumio Kishida, abandonó la campaña electoral. “No tengo palabras (...), que su alma repose en paz”, dijo.

El asesino confeso de Abe es un desempleado de 41 años, Tetsuya Yamagami, que aseguró haber usado un arma de fabricación casera.

Imágenes transmitidas por NHK muestran de pie a Abe en un escenario, cuando se escucha un estallido y se observa humo. Luego se puede ver cómo un hombre es inmovilizado por agentes de seguridad.

Abe se derrumbó y sangraba del cuello, dijo una fuente del Partido Liberal Democrático (PLD), a la agencia Jiji.

Responsables del PLD precisaron no haber recibido ninguna amenaza antes del ataque.

En Japón no ocurría nada así desde hace más de medio siglo, declaró a la AFP Corey Wallace, especialista de política japonesa y conferenciante de la Universidad de Kanagawa.

Según este experto, el último incidente parecido en Japón fue el asesinato en 1960 de Inejiro Asanuma, el dirigente del Partido Socialista japonés, apuñalado por un estudiante cercano a la extrema derecha.

Detienen al hombre que mató a Shinzo Abe. Foto: AFP.
Detienen al hombre que atacó a Shinzo Abe. Foto: AFP.

Dinastía

Nacido el 21 de septiembre de 1954 en Tokio, aunque criado en la prefectura de Yamaguchi, la región del sudoeste japonés en la que se asentaba el clan samurái del que desciende su familia, Abe llevaba la política en las venas.

Su abuelo materno fue el imperialista primer ministro Nobusuke Kishi, encarcelado durante tres años como criminal de guerra tras la Segunda Guerra Mundial, aunque luego exculpado y elegido primer ministro de 1957 y 1960. Su padre, Shintaro Abe, fue ministro de Asuntos Exteriores.

Otra figura que marcó su trayectoria fue la de su tío abuelo y Nobel de la Paz Eisaku Sato, uno de los jefes del Ejecutivo más duraderos del país (1964-1972), y al que Abe superó al encadenar mandatos entre diciembre de 2012 y septiembre de 2020.

Licenciado en Ciencias Políticas en 1977 por la Universidad Seikei de Tokio, Abe completó sus estudios en la Universidad del Sur de California (USC).

Abe tenía 52 años cuando asumió el puesto de primer ministro en 2006, convirtiéndose en la persona más joven en ocupar el cargo.

Era considerado un símbolo de cambio y juventud, pero también aportaba el pedigrí de un político de tercera generación, preparado desde muy joven para ejercer el poder en el seno de una familia conservadora de élite.

Su primer período fue turbulento, acosado por escándalos y disputas, y terminó con su abrupta renuncia un año después. Inicialmente dijo que dimitía por motivos políticos, pero posteriormente admitió que sufría de un problema de salud, que fue diagnosticado como colitis ulcerosa.

Se postuló nuevamente, y volvió a la jefatura de gobierno en diciembre de 2012. Con ello puso fin a un período turbulento en el que los primeros ministros se sucedían a un ritmo de hasta uno por año. Golpeado por los efectos del tsunami en 2011 y el desastre nuclear de Fukushima, Japón encontró en Abe una mano confiable.

Abe se hizo conocer en el extranjero por su estrategia de reactivación económica, conocida como los “abenomics”, lanzada a partir de 2012, en la que mezclaba flexibilización monetaria, masiva reactivación presupuestaria y reformas estructurales. Sin embargo, a falta de reformas realmente ambiciosas, este programa solo tuvo éxitos parciales, hoy en día claramente eclipsados por la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus.

La gran ambición de Abe era revisar la Constitución japonesa de 1947, escrita por Estados Unidos, y jamás enmendada.

En el escenario internacional, Abe adoptó una línea dura con Corea del Norte, pero asumió un papel de pacificador entre Estados Unidos e Irán.

Se aferró a la esperanza de mantener los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, que iban a ser el punto culminante de su mandato. Los Juegos Olímpicos se celebraron un año más tarde, a puerta cerrada.

Líderes mundiales condenan el asesinato

El asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe fue condenado por líderes de todos los continentes y a menudo enfrentados entre sí, desde Estados Unidos hasta Rusia, pasando por China, México y Brasil.

“Uruguay condena en forma rotunda estos actos de brutalidad carentes de sentido, dirigidos en este caso contra una destacada personalidad política que tuvo la responsabilidad de conducir los destinos de Japón con equilibrio, ponderación y sentido cívico”, dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, se declaró “profundamente entristecido” por “este horrible asesinato”.

Muestras de dolor por la muerte del exprimer ministro japonés. Foto: AFP.
Muestras de dolor por la muerte del exprimer ministro japonés. Foto: AFP.

“Una tragedia para Japón y para todos quienes lo conocieron”, declaró el presidente estadounidense, Joe Biden. Sus dos predecesores también se expresaron. Donald Trump rindió homenaje a “un hombre que amaba y apreciaba a su hermoso país, Japón”. Y Barack Obama se dijo “conmocionado y entristecido” por el asesinato de un “amigo y socio desde hace mucho tiempo”.

“Les deseo (...) valor ante esta gran pérdida irreparable”, declaró el presidente ruso, Vladimir Putin, en un mensaje dirigido a la madre y la viuda de Shinzo Abe.

“El ex primer ministro Abe contribuyó a mejorar y desarrollar las relaciones sino-japonesas”, declaró un portavoz de la embajada China en Tokio.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, lamentaron la muerte “brutal” del exmandatario nipón, calificado como una “persona fantástica” y “un gran demócrata”.

“Mi familia y yo nos sentimos profundamente tristes al enterarnos de la muerte repentina y trágica del ex primer ministro Shinzo Abe”, hizo saber la reina Isabel II.

“Japón pierde un gran primer ministro, que dedicó su vida a su país y obró por el equilibrio del mundo”, reaccionó el presidente francés, Emmanuel Macron.

“En nombre del gobierno de España, nuestras condolencias a la familia de Shinzo Abe y al pueblo japonés con el que la sociedad española comparte unos lazos muy especiales”, declaró el presidente Pedro Sánchez.

“Recibo con extrema indignación y pesar la noticia de la muerte de Shinzo Abe, un líder brillante y que fue un gran amigo de Brasil”, dijo Jair Bolsonaro.

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