ESTADOS UNIDOS

Servicio Secreto no arregló el alquiler y deja la Torre Trump

Ahora vigilan las oficinas del presidente desde un tráiler.

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Trailer: el nuevo puesto de vigilancia del Servicio Secreto. Foto: Reuters

El Servicio Secreto de Estados Unidos abandonó el espacio que ocupaba en la Torre Trump de Nueva York tras una disputa entre el gobierno y la compañía del presidente, Donald Trump, sobre el alquiler.

Los agentes del Servicio Secreto, que deben garantizar la seguridad del jefe de Estado y de la residencia que tiene en el edificio, operan ahora desde un tráiler situado en la calle, según los diarios The Washington Post y The New York Times.

Desde finales de 2015, cuando Trump se convirtió en uno de los favoritos para lograr la candidatura republicana a la Casa Blanca, el Servicio Secreto tenía instalado un puesto de mando en una unidad de la torre, un piso por debajo de la residencia.

Las negociaciones para continuar con el alquiler fracasaron el mes pasado y, aunque no hay un motivo oficial, dos fuentes aseguraron al Post que las diferencias sobre el precio fue uno de los motivos. "Tras muchas consideraciones, se determinó mutuamente que sería más rentable y práctico desde un punto de vista logístico que el Servicio Secreto alquile espacio en otro sitio", dijo al diario Amanda Miller, portavoz de la Trump Organization.

Desde su posesión el pasado enero, el presidente no ha regresado a su apartamento neoyorquino, aunque su esposa Melania y su hijo menor, Barron, vivieron allí hasta que se trasladaron a Washington en junio.

La Torre Trump está situada en la Quinta Avenida de Manhattan y ofrece tanto espacios residenciales como de negocios. Los dos hijos de Trump que han quedado al frente de su empresa trabajan allí.

El Departamento de Defensa tiene actualmente instalada en el edificio una oficina militar para dar apoyo a la Casa Blanca y paga por el espacio 130.000 dólares al mes.

La oficina, según The Wall Street Journal, es propiedad de un tercero, por lo que el dinero no beneficia directamente a la compañía del presidente.

La Torre Trump se ha convertido, además, en una atracción turística en los últimos meses.

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