MOVIMIENTOS EN EL GABINETE

Sergio Massa, un “superministro” que buscará sacar a Argentina de la crisis económica

Tendrá bajo su órbita a las carteras de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, incluyendo relaciones con organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.

Sergio Massa y Alberto Fernández. Foto: presidencia argentina.
Sergio Massa y Alberto Fernández. Foto: presidencia argentina.

Sergio Massa se quedó con el control de toda el área económica. De esta manera, se puso en marcha un nuevo esquema de poder en el gobierno argentino: el líder del Frente Renovador desembarcará en el Poder Ejecutivo como un “superministro” que tendrá bajo su órbita a las carteras de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, incluyendo además las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.

Esta fue la reestructuración del gabinete que acordaron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Massa. Tras la confirmación de la Casa Rosada, Massa informó que el lunes comenzará a designar a los funcionarios que lo acompañarán en su gestión.

Pero su llegada al gabinete ya generó al menos tres portazos y varios cambios internos. A última hora del día se conoció que Daniel Scioli, hasta ahora titular de Desarrollo Productivo volverá a la Embajada argentina en Brasil. También dejó su cargo Julián Domínguez (Agricultura). Ninguno aceptó el cambio de condiciones y tener que reportar a Massa. Hace menos de dos meses, Scioli había llegado al gabinete en una ceremonia que se vivió como un importante suceso político. Pero Scioli y Massa tienen una fuerte rivalidad política de muy vieja data y la convivencia resultaba imposible.

Otro cambio fue la salida de Mercedes Marcó del Pont de la AFIP. La funcionaria reemplazará a Gustavo Beliz en la Secretaría de Asuntos Estratégicos que renunció de forma “indeclinable” a primera hora de la tarde, con una carta de un renglón de extensión. Beliz y Massa venían pulseando por la interlocución con Estados Unidos y los organismos de crédito internacionales.

Hombre de máxima confianza del Presidente, Beliz decidió abandonar el gobierno cansado de “tragarse sapos”, según describieron allegados al exministro de Justicia. Massa quedará a cargo del manejo de la relación con el FMI, el Banco Mundial, el BID y la CAF.

Silvina Batakis, en tanto, se quedará en la gestión, pero como presidenta del Banco Nación. La economista, que se enteró de su salida del Palacio de Hacienda en Washington y está “abatida”, según pudo saber La Nación. Durante la conversación con el Presidente ella puso su renuncia a disposición. Pero Fernández le pidió que se quedara.

En Casa Rosada resaltaban la “entereza política” de la funcionaria, que perdió el control de la botonera a menos de un mes de haber asumido. Después de dos horas a solas con Fernández, Batakis se fue de Balcarce 50 con un pedido para que se quede en la gestión, por anoche se confirmó que asumirá en lugar de Pablo Hecker en el Banco Nación.

Lo que aún resta por definir es qué ocurrirá con Energía, terreno que controla con celo Cristina Kirchner, y con el Banco Central, con Miguel Pesce. Por ahora, cada terminal del Frente de Todos conservaría su porción de poder.

Tras la salida de Martín Guzmán, el líder del Frente Renovador había pedido el control de distintas áreas clave. No quería “entrar a la cancha” solo. La AFIP, por caso, era un área que Massa busca controlar desde el día uno y de hecho había colocado recientemente en Aduanas a Guillermo Michel. Pero finalmente el organismo recaudador quedará bajo el radar de Cristina Kirchner. El elegido para suceder a Marcó del Pont sería Carlos Castagneto.

Massa no actuará como ministro, sino como un primus inter pares. Una especie de jefe de gabinete económico. De hecho, no reportará al ministro coordinador, Juan Manzur, sino que tendrá línea directa con el Presidente. Y por supuesto, con la vice.

En otro día marcado por los rumores y negociaciones, Massa desayunó con el jefe del Estado en Olivos y por la tarde estuvo reunido con la vicepresidenta en su despacho en el Senado. Los tres estuvieron de acuerdo para avanzar lo más rápido posible en la implementación del nuevo organigrama.

El Presidente se puso al frente de las negociaciones con sus ministros para que acepten el nuevo esquema. Pese a los intentos, no pudo retener a Scioli y Domínguez.

Desde el primer minuto de la negociación, Massa dejó en claro que su intención no era suceder a Manzur, sino vaciarlo de poder. En este caso le arrebató el control de la botonera económica. “Sergio no vuelve atrás”, dijeron cerca del diputado en referencia a su antecedente como ministro coordinador durante la presidencia de Cristina Kirchner.

La vicepresidenta, en tanto, entendió que Massa podría funcionar como llave para destrabar una gestión paralizada hace meses. Ese es también el objetivo de Massa. Si logra mejorar, aunque sea un poco los números y tranquiliza la economía, se anotará en la carrera por la sucesión.

Encarecen financiación en dólares con tarjetas

El Banco Central de Argentina dispuso ayer jueves aplicar una tasa de interés mayor para la financiación con tarjetas de crédito superiores a los 200 dólares mensuales. El Banco Central decidió que se aplique la tasa de interés regulada por la ley para las tarjetas de crédito emitidas por entidades financieras -una tasa que ronda el 82 %- cuando el resumen de cuenta del mes registre consumos por un importe superior en moneda extranjera a los 200 dólares.

En tanto, para la financiación de resúmenes de gastos en moneda local con tarjeta de hasta 200.000 pesos (equivalente a 1.457 dólares al tipo de cambio oficial) mensuales mantendrán la tasa máxima fijada por el Banco Central, de 62%. La medida busca desalentar los consumos en dólares y se suma a otras restricciones cambiarías en Argentina, que sufre una escasez de divisas.

La nueva resolución se dictó en una jornada marcada por la designación de Sergio Massa como nuevo ministro de Economía.

Massa, el equilibrista en la interna oficialista

Sergio Massa, abogado de 50 años, es un verdadero equilibrista dentro de la feroz interna que divide al gobernante argentino. Hasta ahora era el presidente de la Cámara de Diputados, tercero en la línea de sucesión en Argentina. Pero es además el líder del Frente Renovador, el tercer sector con mayor peso dentro de la coalición oficialista Frente de Todos, donde el poder está disputado entre el ala kirchnerista que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner, y un sector del peronismo más moderado alineado con el presidente Alberto Fernández.

Massa creó el Frente Renovador en 2013, de cara a las elecciones legislativas de ese año, en las que ganó una silla como diputado, ya en abierta oposición al entonces Gobierno de Cristina Kirchner.

Fue director de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) en los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Krichner. En 2007 asumió como intendente de Tigre, pero un año después pasó a ser jefe de Gabinete de Cristina. Pero en 2009 dejó ese cargo y volvió a Tigre, donde logró buena fama como administrador y la reelección en 2011.

Fue candidato presidencial en 2015, que ganó Mauricio Macri. Para las elecciones de 2019, Massa sumó al Frente de Todos los votos del Frente Renovador y así llegó a la presidencia de la Cámara de Diputados.

De tono moderado y buen vínculo con los empresarios, ha tenido buena relación tanto con la vicepresidenta como con el presidente Fernández, quien en los dos últimos viajes al exterior -la Cumbre de las Américas, en Estados Unidos, y la cumbre del G7, en Alemania - sumó a Massa a su comitiva.

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