TENSIONES

Rusia y Alemania: Alexei Navalni y el gasoducto

El jefe de la diplomacia alemana no descarta que el caso afecte al controvertido proyecto de gasoducto Nord Stream 2, que debe abastecer a Alemania y Europa con gas ruso.

Angela Merkel. Foto: AFP
Angela Merkel. Foto: AFP - Archivo

La tensión entre Alemania y Rusia por el caso de Alexéi Navalni aumentó ayer domingo con el ultimátum del gobierno de Angela Merkel que exige una explicación sobre el envenenamiento del opositor antes de imponer eventuales sanciones, mientras que en Moscú acusan a Alemania de retrasar la investigación.

“Fijar ultimátums no ayuda a nadie, pero si en los próximos días la parte rusa no contribuye a aclarar lo que ha ocurrido, entonces nosotros tendremos que discutir una respuesta con nuestros socios”, dijo Heiko Maas, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, al diario Bild.

Las sanciones tendrían que ser “selectivas”, según el ministro. Por la noche, en la cadena de televisión ARD, Maas dijo que “sería un error excluir a priori” consecuencias para el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Europa.

Por su parte, la portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajárova, contraatacó: “Berlín está atrasando el proceso de la investigación que exige ¿Deliberadamente?”, escribió por su parte en Facebook .

El jefe de la diplomacia alemana no descarta que el caso afecte al controvertido proyecto de gasoducto Nord Stream 2, que debe abastecer a Alemania y Europa con gas ruso, un proyecto que hasta ahora tenía el apoyo de Alemania.

Estados Unidos lleva tiempo liderando una campaña para intentar torpedearlo e impusieron sanciones a las empresas involucradas en la obra, actualmente paralizada, pese a las protestas europeas.

Hasta ahora, la canciller Merkel siempre intentó separar las demás cuestiones de los intereses económicos y energéticos del proyecto, importantes para Alemania. Más de un centenar de empresas europeas, la mitad de las cuales son alemanas, están asociadas al gasoducto.

Sin embargo Nord Stream se convirtió en un tema polémico en Alemania entre los candidatos conservadores que aspiran a suceder a Merkel en las elecciones legislativas de finales de 2021.

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