REINO UNIDO

La reina Isabel II tuvo su último paseo por su pueblo

Cerca de 200.000 personas se congregaron en el castillo de Windsor para ver pasar el cortejo fúnebre de la reina.

La última despedida de Isabel II. Foto: AFP.
La última despedida de Isabel II. Foto: AFP.

Isabel II tuvo la última despedida en su casa. En su castillo de Windsor, el cuerpo de la monarca fue paseado ayer lunes antes de ser enterrada en la Capilla de San Jorge.

“No quería perdérmelo por nada”, dijo Mary, una de las cerca de 200.000 personas que pasaron por Windsor y más concretamente por “The Long Walk”, el paseo de unos cinco kilómetros construido por el rey Carlos II en 1680.

“Es una persona muy especial para nosotros los británicos. La hemos querido durante mucho tiempo y ha conseguido unir este país. Que todo el mundo se haya unido a nosotros en este duelo, es algo maravilloso. Nunca se va a ir de nuestros corazones”, agregó Mary.

“Es algo que nos toca desde muy cerca, es muy difícil ahora mismo imaginarnos Windsor sin ella, porque es una parte muy importante del pueblo. Te rompe el corazón pensar que no va a estar más”, completó Michelle.

De la Abadía de Westminster, el coche fúnebre se dirigió por carretera a Windsor, donde la gente esperaba desde hacía más de 24 horas. Los primeros valientes llegaron a las tres de la tarde del día anterior.

Estos tuvieron que sobrevivir sin poder acampar -no estaba permitido- y con la única ayuda de sillas plegables.

A eso hay que sumar el frío y la constante amenaza de lluvia. “Si había algún día para sufrir, era hoy”, añadió Michelle.

El funeral de Westminster fue retransmitido en las pantallas del bosque y arrancó murmullos cuando apareció el ex primer ministro Boris Johnson en pantalla, aplausos con el rey Carlos III y lágrimas cuando sonó el “Dios salve al rey”.

La cantidad de gente llegada de todas partes del mundo desbordó las previsiones en Windsor, cuyo antecedente más cercano fue la boda de Enrique y Meghan en 2018, cuando 150.000 personas asistieron a las celebraciones.

La policía desplegó su mayor operativo, ante la previsión de que las multitudes de la boda se superasen, y posicionó un férreo perímetro, con arcos de seguridad, chequeo de mochilas y perros en busca de explosivos.

Pese a la enorme concentración de gente, reinó la paz, el buen ambiente y la felicidad entre los adeptos a la reina. Juegos de cartas, lectura, alguna que otra siesta, comida y charlas amenas con los compañeros de parcela; así pasó el rato la gente en Windsor, a la espera de que apareciese el féretro por el fondo de “The Long Walk”.

Personas se emocionan en la última despedida de la reina Isabel II. Foto: AFP.
Personas se emocionan en la última despedida de la reina Isabel II. Foto: AFP.

Cuando este por fin lo hizo, a eso de las 15:30 hora local (11:30 en Uruguay), una voz pidió respeto y todo Windsor se silenció. Los teléfonos móviles se elevaron y grabaron cada paso de la escolta real y del féretro, el cual fue recibido con unos solemnes aplausos a su paso.

“El mundo es un lugar mejor gracias a ella”, dijo Michelle. “Es un modelo a seguir sobre cómo comportarse, es la abuela de la nación”, añadió.

Mary, presente en una de las primeras filas, evocó sus mejores memorias de la reina. “Lo que más voy a recordar de ella es su sonrisa. Su sonrisa era muy contagiosa, cuando la veías en televisión era muy fácil que te hiciera reír. Ha habido un par de veces en mi vida que la he tenido muy cerca, como te tengo ahora a ti, y era como estar con un amigo. Es como si fuera amiga de todo el mundo. Te hace sentir como si fueras parte de su familia. Es un privilegio estar aquí”.

La reina se perdió al fondo del “The Long Walk” y encaró los metros finales de su último paseo. La última vez que su pueblo pudo decirle adiós. La última vez que la gente pudo despedirse de su “abuela”.

Los que no tuvieron la suerte de estar en Windsor, siguieron el funeral de Estado en la Abadía de Westminster, y la posterior procesión por el centro de Londres, lo vivieron en algunos de los 125 cines de todo el país que transmitieron en directo, o por la televisión en las cuatro naciones del reino.

Los británicos se reunieron en sus casas, en los centros comunitarios y en los pubs, aprovechando que el día fue declarado festivo.

El servicio religioso fue retransmitido en pantallas gigantes de edificios públicos como el ayuntamiento de Belfast y en lugares emblemáticos como el Hollyrood Park de Edimburgo y Hyde Park en Londres.

Isabel II “era de una solidez absoluta”, afirmó Simon Freedman, conductor de autobús, en Belfast, una semana después de que Carlos III hiciera su primera visita como nuevo rey a la capital de Irlanda del Norte.

Y recordaba que la difunta reina se había reunido con todos los partidos políticos de esta convulsionada región y no sólo con los unionistas leales a la corona. “Estaba disponible para cualquiera y para todos”, añadió Freedman.

En Escocia, miles de personas se reunieron frente al Palacio de Holyroodhouse, primer lugar adonde se trasladó su féretro tras su muerte el 8 de septiembre en Balmoral.

Siete catedrales de Inglaterra, incluidas las célebres de Ely, Lichfield Liverpool, Manchester y St Albans, también proyectaron la ceremonia, que pudo verse asimismo en cines y otros lugares de Gales, incluido un pub donde Carlos se había servido una cerveza durante una visita en julio cuando aún era el príncipe heredero. Pese a ser feriado, “queríamos abrir porque este es un lugar donde la gente se reúne no sólo en los buenos momentos, sino también cuando necesitamos unirnos como comunidad”, explicó su propietario, Adrian Emmett.

La última despedida de la reina Isabel II. Foto: AFP.
La última despedida de la reina Isabel II. Foto: AFP.

Portadores del féretro

Ocho soldados del 1er batallón de la Compañía de Granaderos de la reina tuvieron la tarea de llevar el féretro desde Westminster Hall hasta el interior de la Abadía de Westminster, una vez finalizada la procesión. Este es uno de los cinco regimientos de infantería de la Guardia Nacional de la casa real. El uniforme, reconocible por su alto casco de pelo de oso negro, se inspiró en los granaderos de la guardia imperial de Napoleón.

Felipe VI y Carlos I, juntos tras dos años
Rey Carlos III. Foto: AFP.

El rey Felipe VI de España y su padre, el rey emérito Juan Carlos I, compartieron ayer lunes bancos durante el funeral de Isabel II, una imagen inédita desde hace más de dos años. No estaban juntos en público desde que el monarca emérito se exilió a Abu Dabi en medio de investigaciones sobre su fortuna. En el sector de la Abadía de Westminster reservado a familias reales durante el funeral de Estado, cerca del féretro de la monarca, estaban, por este orden, de derecha a izquierda, Felipe VI, la reina Letizia, y los eméritos Juan Carlos y Sofía.

Felipe VI vestía su uniforme militar de gala, Juan Carlos llevaba traje negro, camisa blanca y una corbata también negra, mientras que sus esposas iban completamente de negro, con sombrero y, en el caso de Sofía, velo.

También en primera fila estaban los reyes holandeses, Guillermo Alejandro y su esposa Máxima Zorreguieta, los de Suecia, Carlos XVI y Silvia, junto a Margarita II de Dinamarca, a quien la muerte de Isabel II convierte, a sus 82 años y medio siglo de reinado, como la monarca europea con más tiempo en el trono.

En tercera fila, estaban los reyes belgas, Felipe y Matilde, junto al gran duque de Luxemburgo, Enrique, y su esposa María Teresa.

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