TRAS INCENDIO

Se prolonga el drama de los refugiados en Grecia

Construyen un nuevo campo tras el incendio del de Moria. Miles de migrantes protestaron contra la medida del gobierno griego.

Los refugiados de Moria piden salir de isla de Lesbos. Foto: AFP
Los refugiados de Moria piden salir de isla de Lesbos. Foto: AFP

Grecia empezó a construir un nuevo campo para albergar temporalmente a parte de los 12.000 refugiados que se han quedado sin techo tras el incendio, en la madrugada del miércoles 9, del campamento de Moria, en la isla de Lesbos, y que para muchos de ellos tan solo supone la prolongación de un infierno que llevan sufriendo años.

Ayer viernes comenzó la instalación de grandes carpas facilitadas por la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en un amplio predio que servía de campo de tiro, situado cerca de Moria y junto al pequeño campo de Kara Tepé, reservado desde un principio para los grupos más vulnerables y personas enfermas.

La noticia de la construcción del alojamiento temporal cayó como un balde de agua fría entre las miles de personas que llevan varios días viviendo en la carretera que rodea el devastado campo.

A pesar de que el ministro griego de Migración, Notis Mitarakis, había dejado bien claro que los migrantes debían “olvidarse” de la idea de ser trasladados al continente, en Moria siempre ha existido la esperanza de salir de ese infierno.

Nada mas enterarse de que se estaba organizando un nuevo campo miles de migrantes organizaron una manifestación, y armados de botellas de plástico vacías y pancartas improvisadas con cartones se reunieron ante el cordón policial que mantiene cercada toda la zona en la que se está erigiendo el nuevo campo.

“Queremos irnos”, gritaban.

En las imágenes facilitadas por los medios locales se podía ver cómo muchos improvisaban una cacerolada con botellines de agua vacíos o mostraban pancartas confeccionadas con cartones recuperados de la basura en los que se podía leer frases como “No queremos comida sino salir de la isla”.

Además de este primer área de dimensiones limitadas, el Gobierno griego está intentando acceder a instalaciones militares y estadios que no se estén usando para montar también allí carpas.

El problema es la fuerte resistencia de la población de la isla de Lesbos, que no quiere que se perpetúe la solución de los campos y reclama desde hace tiempo el traslado de los refugiados a las islas.

En eso están de acuerdo ambos lados. Lo que parece que ha quedado frenado es el traslado de los grupos más vulnerables a un ferry que lleva atracado desde el jueves 10, en el noroeste de la isla.

Las ofertas de ayuda inmediata han sido múltiples. Varios países, entre ellos Alemania, Francia, Suiza, Holanda y Austria, se han comprometido a enviar artículos de primera necesidad, como carpas, mantas y productos de higiene personal.

Desde Berlín, el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, anunció que una decena de países se han ofrecido a acoger con rapidez a los alrededor de 400 menores no acompañados que el miércoles fueron evacuados a la ciudad griega de Salónica, donde deben permanecer diez días en cuarentena.

La oferta no es nueva, pues Grecia lleva ya meses trasladando con cuentagotas a distintos países a refugiados menores. El objetivo es reubicar a 1.600.

Pero ningún país se ha ofrecido por ahora a acoger a alguno de los 12.000 adultos que quedan en Lesbos.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, recalcó durante una reunión con el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, que lo ocurrido en Moria debe servir para que “todos en Europa” se den cuenta de que este problema no puede ser gestionado solamente por los países de primera acogida, es decir, las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE).

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