ARGENTINA

Procesaron con prisión preventiva al atacante de Cristina Kirchner y a la novia de este

La Justicia los acusa de haber actuado con premeditación y alevosía; la jueza Capuchetti los embargó en 100 millones de pesos; la resolución sobre el atacante y su novia tiene 95 páginas.

Intento de homicidio a Cristina Kirchner. Foto: AFP.
Intento de homicidio a Cristina Kirchner. Foto: AFP.

La jueza María Eugenia Capuchetti procesó esta tarde con prisión preventiva a Fernando Sabag Montiel y a su novia Brenda Uliarte por el ataque a Cristina Kirchner y los embargó por 100 millones de pesos. La magistrada los consideró coautores de intento de homicidio calificado agravado por el uso de armas, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, informaron fuentes judiciales.

La resolución a la que tuvo acceso el diario La Nación, de 95 carillas, compila los testimonios de militantes kirchneristas que estaban junto a Sabag Montiel cuando fue detenido, cómo algunos de ellos le pegaron y le dejaron un moretón en el ojo, y otros aseguraron el arma en el piso hasta que llegó la policía.

Los testigos refieren que el cordón de seguridad en torno a Cristina Kirchner era de La Cámpora. Cuenta el fallo que Sabag Montiel quedó detenido en una carpa, fuera de la vista del público, y que entre sus pertenencias le secuestraron anillos, un celular roto y 26 pesos en monedas, nada más. Su novia, días mas tarde, fue presa con 70 pesos en el bolsillo.

Los teléfonos celulares permitieron reconstruir el plan delictivo: se inició el 22 de abril de 2022, cuando Brenda Uliarte habría adquirido la pistola semiautomática, de acción simple, calibre .32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84, con la numeración parcialmente limada.

Ese día, Brenda le dijo a su contacto “Serena” que había comprado un arma de fuego. “Si tengo un fierro lo compre porque mi ex está jede”. El mismo día le dijo a Fran, otro contacto, “tranqui no va a pasar nada… es mío el fierro”. Y aseguró que lo compró para “asustar” a un ex novio que la “bardió” (sic).

Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel. Foto: AFP.
Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel. Foto: AFP.

El 4 de julio, Brenda Uliarte se comunicó con Agustina Díaz, su mejor amiga, ahora presa, agendada “Amor de mi vida”, y le dijo: “Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina… me dan los ovarios para hacerlo … el tema es como porque la vieja tiene seguridad”.

Para esa época, Uliarte ya había tomado la decisión de atentar contra la vida de Cristina Kirchner e iniciado el plan al cual solo le bastaba definir el modo, el tiempo y el lugar de su ejecución. Eso se decidió luego de la inteligencia que efectuaron con Sabag Montiel, los días previos al atentado.

Estudios psiquiátricos

Los primeros estudios pisquiátricos realizados a Sabag Montiel lo describen como que realiza una “asociación de ideas anormal” y que se observa una “disgregación del pensamiento moderado que vuelve el discurso confuso y poco inteligible”. Señaló que “predominan ideas de tipo delirante con temas hipocondríacos (arterioesclerosis por fumar tabaco armado) y de perjuicio (se describe como víctima de múltiples robos), hay presencia de ideación mística con tendencia a la megalomanía”. Y se sugiere un estudio más profundo para su diagnóstico y tratamiento.

Asimismo, en la resolución está citada la declaración de la vicepresidenta en la que señala: “Cuando bajo, hago un trayecto y la gente se forma en un semicírculo sobre la calle Juncal. Yo comienzo a caminar, saludo a la gente y muchos de ellos traen libros para que se los firme. cuando estaba dando la vuelta por la calle Juncal, veo que alguien revolea un libro. Es la primera vez que me pasa desde que presenté el libro. Nunca me pasó que revoleen un libro”.

“Cuando pasa eso, me agacho a agarrarlo. Cuando me levanto, veo que se arma un tumulto de personas que agarran a una persona. Ahí recordé que el día anterior un repartidor había agredido a una persona de mi custodia y pensé que era un caso similar. Luego, termino el círculo, firmo unos libros más y entro a mi domicilio. Cuando venía en el ascensor, mi secretario Diego Bermúdez estaba muy nervioso y me dijo que creía que había habido un arma porque había escuchado un clic”, relató Cristina Kirchner.

Agresor le apunta con un arma a Cristina Kirchner. Foto: captura de pantalla.
Agresor le apunta con un arma a Cristina Kirchner. Foto: captura de pantalla.

Ahí, en el comedor diario, vieron las imágenes. “Constatamos lo que había ocurrido. Ahí me empiezo a enterar lo que había pasado, que esta persona es brasilero y seguí obteniendo información de esa manera, es decir, a medida de lo que iba surgiendo”, agregó Cristina Kirchner. “En ese momento personal de mi custodia me dijo “vamos, vamos” porque me quería alejar del tumulto y ahí terminé el círculo, firmo los últimos libros y subo. Reitero, solo me di cuenta del hecho cuando lo vi por televisión”.

La resolución de la jueza Capuchetti recoge el peritaje del arma secuestrada y los estudios de las muestras genéticas tomadas en la pistola, que determinaron que fue manipulada por Sabag Montiel, cuyo ADN entregó voluntariamente mediante un hisopado bucal.

La resolución señala que varios testigos aportaron videos de la noche del 1 de setiembre, cuando se produjo el ataque, y en uno de ellos se aprecia a “Brenda Elizabeth Uliarte se encontraba a escasos metros, cuando los presentes en el lugar separaron a Fernando André Sabag Montiel del conglomerado de personas que se encontraba reunida en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta”.

Luego de que Sabag Montiel fue separado por la Policía, se constató que Brenda Uliarte se ubicó nuevamente a escasos metros de él. Cuando declararon los amigos de Brenda dijeron que ella es antikirchnerista y que su novio no tenía ideas políticas, pero que quería ser famoso. Explicaron que luego del ataque, por una captura de pantalla de un mensaje que circuló en su grupo de WhatsApp, supieron que Uliarte estaba orgullosa con lo que había hecho Sabag Montiel y que había estado presente el día del hecho.

La Policía Federal detuvo a la pareja de Sabag Montiel. Foto: La Nación (GDA)
La Policía Federal detuvo a la pareja de Sabag Montiel. Foto: La Nación (GDA)

En su declaración indagatoria, Sabag Montiel dijo que Brenda Uliarte no tenía nada que ver con el episodio y ella misma dijo: ”Primero quiero aclarar que no tengo nada que ver con el hecho, no fui cómplice. Ese día fue un día normal, habíamos ido a la casa del inquilino de él a buscar una plata que tenía que buscar en Villa del Parque. Después fuimos a Quilmes a dejar una seña para un tatuaje de él. Después de ahí fuimos a Constitución y estuvimos paseando ahí”.

“Luego de estar ahí, Fernando me dice de ir a Juncal. Estaba el tumulto de gente y él se puso ahí enfrente del tumulto” dijo Uliarte y agregó: “Yo no pensé en ese momento que Fernando tenía el arma encima, tampoco vi el acto, me enteré recién cuando me fui”.

“Quiero aclarar que yo no tengo odio ni rencor hacia nadie por más que no tenga pensamiento político, por más que piense diferente al kirchnerismo. Respeto las ideas ajenas, aunque no las comparto. No tengo odio ni rencor, jamás sería capaz de hacer algo así, me parece un hecho aberrante”, dijo Uliarte.

Aunque pronto las constancias de su celular iban a desmentir esta versión (ver más abajo). La jueza dijo que “las pruebas mencionadas permiten concluir, con el grado que exige esta etapa, que el día 1° de setiembre en la hora referida, Fernando André Sabag Montiel y Brenda Elizabeth Uliarte se dirigieron hacia las inmediaciones del domicilio de la Sra. Vicepresidenta, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, oportunidad en la cual Sabag Montiel, aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud, intentó dar muerte a la Vicepresidenta de la Nación mediante el uso del arma de fuego conforme el plan criminal premeditado por ambos imputados”.

Mensajes en los celulares de los acusados

Entre otras pruebas, la Justicia argentina encontró mensajes en el teléfono móvil de Brenda Uliarte en los que admite haber organizado el atentado contra la vicepresidenta argentina y están dirigidos a Agustina Díaz, otra detenida por el caso.

Son decenas de mensajes telefónicos en los que Uliarte le cuenta a que mandó “a un tipo para que la mate” a Cristina Kirchner porque está “re podrida” de que “ande robando y quede impune”.

“Los liberales ya me tienen re podrida yendo a hacerse los revolucionarios con antorchas en Plaza de Mayo (...) Hay que actuar. Mandé un tipo para que la mate a Cristi”, cuenta Uliarte en uno de los mensajes. En otro dice que se le metió “el espíritu de San Martin en el cuerpo”.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados