TRANSICIÓN POLÍTICA

Negociación contra reloj por un nuevo gobierno en Israel

La suerte de Netanyahu, en el poder desde 2009 y quien también fue primer ministro de 1996 a 1999, se debe definir a más tardar el miércoles a las 23.59 horas de Israel.

Partidarios de Lapid manifiestan su apoyo a un nuevo gobierno con Bennett a fin de desplazar al primer ministro Benjamín Netanyahu. Foto: AFP
Partidarios de Lapid manifiestan su apoyo a un nuevo gobierno con Bennett a fin de desplazar al primer ministro Benjamín Netanyahu. Foto: AFP

Mañana miércoles vence el plazo para formar una coalición de gobierno que desplace al primer ministro Benjamín Netanyahu. Pero hasta ayer martes todavía había “muchos obstáculos” para lograrlo, reconoció Yair Lapid, que lidera las negociaciones del llamado bloque del cambio en Israel.

La suerte de Netanyahu, en el poder desde 2009 y quien también fue primer ministro de 1996 a 1999, se debe definir a más tardar el miércoles a las 23.59 horas de Israel (las 17.59 en Uruguay), plazo dado por la ley a Lapid para anunciar si logró o no formar un gobierno.

El presidente israelí, Reuven Rivlin, encargó a Lapid a principios de mayo que intentara formar una coalición para sacar a Israel de dos años de crisis política, la más larga de la historia del país.

“Hay todavía muchos obstáculos, esta puede ser nuestra primera prueba”, dijo prudente Lapid ayer lunes. “En una semana, el estado de Israel puede entrar en una nueva era”, agregó ante miembros de su partido y periodistas en el parlamento, en Jerusalén.

Lapid logró el apoyo crucial de Naftali Benet, líder de un ala de la derecha israelí, a cambio de cederle la jefatura durante los dos primeros años a pesar de contar con solo 7 escaños, tan escasos como vitales.

Guideón Saar -exmiembro del Likud de Netanyahu y hoy líder de Nueva Esperanza, también parte del bloque del cambio- asumió que “no está claro si se formará un Gobierno”.

Las posiciones de la Lista Unida árabe, con 7 escaños, o la islamista de Raam, con 4, son determinantes para alcanzar la mayoría de 61 diputados de los 120 del Parlamento (Knéset) para consolidar el Gobierno. El solo apoyo de uno de las dos lo posibilitaría.

Netanyahu cargó contra Benet y le acusó de “traicionar” al electorado, que votó mayoritariamente por grupos de derechas, por sumarse a un “peligroso Gobierno de izquierdas”.

Netanyahu advirtió que ese “gobierno será un peligro para la seguridad del Estado de Israel”. “Se trata de la estafa del siglo”, agregó.

Pese a las alarmas de Netanyahu, lo cierto es que la mayoría de las fuerzas que componen el bloque del cambio son de tendencia derechista.

Con los 7 diputados que aporta Yamina de Benet, Lapid cuenta ya con 58 asientos: los de su formación Yesh Atid (17), los del Partido Laborista (7), el izquierdista Meretz (6), el centroderecha Azul y Blanco (8), el derechista Nueva Esperanza (6) y el ultranacionalista Israel es Nuestra Casa (7) de Avigdor Lieberman.

Los partidos árabes que representan a la población de origen palestino encaran ahora un dilema. Mansour Abás, del islamista Raam, accedió a negociar con Yamina su apoyo externo, lo que implicaría que no entrarían en el Gobierno con puestos ministeriales pero sí podrían lograr posiciones importantes en comités vinculados al bienestar de los ciudadanos árabes de Israel.

Benjamin Netanyahu. Foto: AFP
Benjamin Netanyahu. Foto: AFP

Sin pacto final por el momento, y a la espera de que se defina el reparto de cargos, Benet -exlíder del Consejo colono Yesha- alternaría la jefatura de Gobierno con Lapid; Lieberman está llamado a ocupar la cartera de Finanzas y el resto tendrían carteras ministeriales, excepto Raam, si finalmente compromete su apoyo.

El apoyo de la Lista Unida parece, sin embargo, descartado: “No apoyaremos un Gobierno encabezado por Benet. Si eso significa que tenemos que celebrar elecciones, entonces las celebraremos”, adelantó la diputada Aida Touma-Sliman.

Pese a los obstáculos ideológicos y las luchas de poder, Lapid se mostró confiado en lograr un acuerdo de gobierno unitario.

“Naftali Benet viene de la derecha (...) pero nos ha permitido operar el cambio que queríamos, lo que lo hace apto para convertirse en el próximo primer ministro”, declaró el lunes el centrista Benny Gantz, que el año pasado formó un gobierno de unión con Netanyahu.

“No se hace nada hasta que se concrete, aunque ellos (Lapid y Bennett) estén en mejor posición, Bibi (apodo de Netanyahu) siempre está un paso adelante, aún no se ha ido”, advirtió Jonathan Rynhold, profesor de ciencias políticas de la Universidad Bar Ilan cerca de Tel Aviv.

Por algo Netanyahu está en el poder desde 2009. (Con información de AFP y EFE)

Acuerdo fiscal con Emiratos Árabes

Israel y Emiratos Árabes Unidos firmaron ayer lunes un acuerdo fiscal que busca impulsar las inversiones, anunció el ministro israelí de Finanzas, casi nueve meses después de que normalizaran sus relaciones. Este pacto, que busca evitar la doble imposición, permitirá en particular el desarrollo de “vínculos económicos entre ambos países”, declaró el ministro Israel Katz en Twitter, calificándolo de “histórico”. Además de disposiciones relativas al intercambio de información, a la no discriminación y a la prevención de los abusos, el tratado prevé una reducción de los tipos impositivos para los inversores.

Hamás dice que quiere negociar un intercambio de prisioneros
Israel bombardeó durante once días objetivos de Hamás en la ciudad palestina. Foto: AFP

El grupo armado palestino Hamás está a favor de unas negociaciones para llevar a cabo un intercambio de prisioneros con Israel, indicó ayer lunes su jefe en la Franja de Gaza, Yahya Sinuar. “Ahora hay una oportunidad real en este caso y estamos dispuestos a (que se realicen) unas negociaciones indirectas, urgentes y rápidas”, declaró Yahya Sinuar, preguntado por la agencia AFP acerca de un eventual intercambio de prisioneros con Israel, durante una rueda de prensa en Gaza.

El jefe de la oficina política de Hamás en la Franja de Gaza, un enclave palestino de dos millones de habitantes, realizó estas declaraciones al margen de una vista del jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Abbas Kamel.

Este último trata de consolidar el alto el fuego alcanzado por Hamás -que gobierna en Gaza- e Israel e instaurado el 21 de mayo, tras una escalada militar que dejó más de 260 muertos, palestinos en su gran mayoría.

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