ENTREVISTA

María Noel Vaeza: “Igualdad de género es un buen negocio; un ganar ganar”

"La inversión más rentable está en proyectos de mujeres", sostuvo la directora regional para las Américas y El Caribe de ONU Mujeres.

María Noel Vaeza. Foto: EL UNIVERSAL (GDA)
María Noel Vaeza. Foto: EL UNIVERSAL (GDA)

Este 8 de marzo se escucha con fuerza el clamor por una generación de la igualdad. En 26 años se han logrado avances importantes, pero insuficientes. Las mujeres seguirán luchando por su “derecho fundamental” a la equidad, a la no discriminación, a trascender en la política como en cualquier otro ámbito que lo deseen, sin tener que sufrir violencia.

Así de fuerte y claro habla la uruguaya María Noel Vaeza, directora regional para las Américas y El Caribe de ONU Mujeres. A continuación un resumen de la entrevista para el Grupo de Diarios América (GDA) en el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebra todo el mes de marzo.

-¿Qué trabajo se está haciendo desde ONU Mujeres para atender la crisis de desigualdad y violencia que afecta a las mujeres tras la pandemia?

-La pandemia ha reafirmado la importancia del trabajo de cuidados. Puso en la mesa que el cuidado es un trabajo. No se consideraba así. Tenemos las famosas tres R: primero reconocer que el cuidado es un trabajo; segundo, redistribuirlo, porque el hombre es corresponsable de ese trabajo. Y tercero, reducirlo, para que la mujer disfrute del ocio, para que pueda salir a trabajar afuera, para que pueda salir a actuar en política, etc. El tema de cuidados es nuestra prioridad política y también hemos evolucionado el concepto de sistema integral de cuidado para entender que el cuidado tiene que tener un triple dividendo de retorno para los países, porque es la salida de la actual crisis económica. El primer retorno es vincular el bienestar de las personas que reciben cuidado y el desarrollo. El segundo es la creación de fuentes de trabajo. Podemos crear millones de empleos de cuidadoras. Son trabajos naranjas, no generan polución y además deben ser de calidad, recibir certificación, formación. A medida que eso es así, estos trabajos generan una fiscalidad, porque van a generar impuestos. Y eso va a permitir que el sistema de impuestos siga manteniendo el sistema de cuidados. Es una inversión del Estado, la creación de empleo en este sector. Y genera condiciones para la autonomía económica de las mujeres.

-¿Cuáles considera que han sido los logros más significativos y cuáles los desafíos de ONU Mujeres?

-Entre los logros, la participación creciente de la mujer en la vida pública. No se puede negar que, en los últimos 3 años, la mujer está cada vez más en la vida pública. Los movimientos sociales en todos los países de la región desde hace 5, 6 años, cuando empezó Ni Una Menos, y ahora la Marea Verde, las Tesis, los del 8 de marzo… estamos presentes en la vida pública y nuestras voces se están sintiendo. Es algo que los políticos no pueden obviar. Los sistemas de cuidado es otro. Hay una conciencia en el sector privado de que la igualdad es una responsabilidad social, pero es un principio rentable. La igualdad de género es un buen negocio. Es un ganar ganar.

-Se habla mucho de las inversiones con impacto de género. ¿Qué significa y cómo pueden beneficiar a las mujeres?

-Es fundamental llamar la atención y lograr que los mercados financieros vean en activos y productos con enfoque de género, una oportunidad de ganancia. Desde 2015 a ahora han crecido las inversiones en este rubro más de un 300%. Hay más de 120 fondos de capital privado y de riesgo con enfoque de género. Necesitamos mucha más inversión en tecnología y mujer. Es el área donde más tenemos que poner el foco. Esta iniciativa que tenemos de inversionistas por la igualdad, les abre los ojos. Se preguntan: “¿por qué no estamos haciendo esto? Estamos dejando de ganar dinero”. Necesitamos que se den cuenta que la inversión mucho más rentable está en proyectos de mujeres, en start ups de mujeres. También es importante la generación de cooperativas, de asociaciones. La mujer trabajando en red es muy efectiva.

-Hay diferencias muy grandes en la región en temas clave: Colombia acaba de aprobar el aborto hasta la semana 24 de gestación. En cambio, en Ecuador el presidente anunció que vetará la reforma sobre el tema y en países como El Salvador, las mujeres terminan en prisión por abortar. ¿Cómo reducir la brecha? ¿Qué hace falta para cambiar esta realidad?

-Hace falta diálogo y poner el tema de salud sexual y reproductiva en perspectiva. No solamente pedir algo, sino hablar en un contexto. Para la salud sexual y reproductiva tiene que haber educación. Tenemos que hablar de la autonomía económica de la mujer. De la violencia. No podemos hablar de un tema solo. Esto es integral y hay que tratar el tema de manera integral. En la medida que podamos hablar así podemos lograr mayores consensos. Si no, nos enfrentamos a un fraccionamiento, porque hay un sector de las mujeres que no piensa así y no se sienten representadas. Hay que buscar consensos. El tema del aborto tiene relación con la pobreza, con la falta de autonomía económica, con la violencia…

-Si en Uruguay los marcos normativos son de vanguardia ¿por qué hay una desigualdad tan significativa en cargos de decisión?

-Uruguay no es una excepción de otros países, particularmente en el Cono Sur. En Uruguay y en muchos países de la región las mujeres son las que más se matriculan en universidades. Pero a la hora de la decisión, como las mujeres no tenemos tiempo para el tema de cuidado, para asistir a las reuniones de partidos políticos, etcétera, a menos que seas soltera y no tengas hijos, hay una discriminación por falta de tiempo, por falta de espacios. Para que una mujer sea política, tiene que invertir sus recursos, porque el partido político te discrimina y no invierte en ti. Entonces a pesar de que Uruguay está en la vanguardia en muchas cosas y tenemos la mejor ministra de Economía y Finanzas de la región, no tenemos muchas ministras. Estamos remándola todavía. Lo mismo en el Parlamento. Pero avanzó muchísimo y nuestra vicepresidenta es un modelo. Pero la violencia sigue siendo alta, como en toda la región. Tenemos que seguir visibilizando esa desigualdad y esa discriminación para que un día se acabe.

"La inversión más rentable está en proyectos de mujeres".

María Noel Vaeza. Foto: EL UNIVERSAL (GDA)
María Noel VaezaDirectora regional de ONU Mujeres

-El tema del 8 de marzo es “Igualdad de Género hoy para un Mañana Sostenible”. Frente a todo este panorama que ha pintado, ¿cómo se ve esta fecha? ¿Qué se está haciendo?

-Este 8 de marzo es clave porque quiere llamar la atención sobre un tema que se va a tratar en la Comisión del Estrato Jurídico y Económico de la Mujer, que es el mecanismo que tenemos en la ONU para darle seguimiento a la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer que tuvo lugar en Beijing. La comisión tiene 65 años y todos los años se reúne en Nueva York para determinar cómo van avanzando los derechos de la mujer, cómo deberían avanzar, cuáles son los desafíos, oportunidades. Este año, por primera vez, vamos a estar hablando de las mujeres que necesitan un futuro igualitario, sin estigmas, sin estereotipos de herencia, un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades. Es un futuro igualitario en el mundo del Covid. ¿Cómo generamos mujeres líderes? ¿Cómo las generamos también en lo que es el cambio climático, el medio ambiente? Queremos llamar la atención de todos estos temas. Un clamor a favor de generación de igualdad. Somos la generación que tenemos que llegar a esa igualdad. 2030 está a la vuelta y tenemos que llegar a eso.

-¿Hay futuro sostenible sin igualdad de género?

-El mundo está llegando a un punto de inflexión para entender que no podemos seguir adelante sin igualdad de género… Estamos cansadas y no podemos esperar 100 años. Queremos las cosas y las queremos ya. Si el sector privado se da cuenta que va a ganar más dinero, va a abrazar el tema de la igualdad. No porque seamos lindas si no quieren, sino porque van a ganar más dinero. El tema de la igualdad de género es un tema de poder. Y distribuir el poder todos sabemos que no es fácil. Pero creemos que si no se llega a esa distribución paritaria del poder, si no se aspira a esa distribución paritaria del poder, nuestras democracias van a seguir siendo débiles, van a seguir siendo no inclusivas y discriminatorias. Ese es un futuro que no queremos.

"Si hay un lugar donde la torta es limitada es en la política".

María Noel Vaeza. Foto: EL UNIVERSAL (GDA)
María Noel VaezaDirectora regional de ONU Mujeres

-Hablemos de plazos. De acuerdo con los datos de ONU Mujeres, al ritmo actual, la igualdad de género en los cargos más altos de poder va a tomar 130 años, la paridad en los gabinetes, unos 56 años, y en los Legislativos, 41 años. En América Latina esta diferencia es todavía más profunda. ¿Qué tipo de medidas le parece que han sido más efectivas para avanzar en el cierre de esas brechas y qué ejemplos le parecen interesantes/posibles de replicar para ir hacia este objetivo? ¿Por qué está costando tanto trabajo que las mujeres accedan a estos puestos?

-En la región tenemos 32,4% de mujeres representadas en las legislaturas, lo cual nos coloca un poquito después de los países nórdicos, que son los más avanzados del mundo en materia de igualdad, culturalmente… Estamos bregando. Primero, porque tenemos el derecho, un derecho humano fundamental a la igualdad, a la no discriminación, a que no siga habiendo esos estereotipos y esos egos que nos hacen sentir que no pertenecemos... Como decían grandes pensadores, expresidentes, un país que no permite que la mujer entre en la política es un país que no es democrático o que tiene una democracia imperfecta. Medidas que se han tomado, como las cuotas, han sido importantes, pero no suficientes. Por eso nosotros queremos ir hacia la paridad. La paridad en todo. Pero a medida que aumenta nuestra participación política nos encontramos con la pared de la violencia, con esa rabia que tienen los hombres de tener que darnos espacios. Si hay un lugar donde la torta es limitada es en la política. Si entramos nosotras a la política vamos a estar desplazando hombres. Están nerviosos. Hay mucha corrupción, también. La mujer normalmente es menos corrupta que el hombre, accede menos a estas redes consolidadas de poder donde las mujeres han sido históricamente excluidas.

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