REINO UNIDO

Despedida con honores, la reina Isabel II ya descansa en el castillo de Windsor

Tras retirarse la corona imperial, el orbe y el cetro, símbolos del reinado y poder de Isabel II, el ataúd entró en la cripta al son del lamento de un gaitero escocés.

El féretro con los restos de la reina Isabel II fue bajado este lunes a la bóveda real de la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, tras la ceremonia religiosa a la que asistieron miembros de la familia real y de otras casas de la realeza. 

Tras retirarse la corona imperial, el orbe y el cetro, símbolos del reinado y poder de Isabel II, el ataúd entró en la cripta al son del lamento de un gaitero escocés.

Más tarde, un nuevo servicio religioso, pero de carácter privado, reservado para la familia real británica, dará el último adiós a Isabel II, fallecida en el castillo de Balmoral (Escocia) el día 8 a los 96 años.

El féretro de la reina Isabel llegó al castillo de Windsor. Foto: AFP
El féretro de la reina Isabel llegó al castillo de Windsor. Foto: AFP
Cortejo de la reina Isabel II. Foto: Captura

Más temprano, en su sermón en la Abadía de Westminster, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, alabó la vida de la reina, dedicada durante siete décadas a su pueblo.

"Las personas que aman servir son infrecuentes en cualquier ámbito de la vida. Los líderes que aman servir son aún más infrecuentes. Pero en todos los casos, aquellos que sirven serán amados y recordados, mientras que quienes se aferran al poder y los privilegios son olvidados", afirmó Welby.

Funeral de la reina Isabel II. Foto: AFP
Funeral de la reina Isabel II. Foto: AFP

El Coro de la Abadía de Westminster y el Coro de la Capilla Real hicieron vibrar con sus cánticos a los 2.000 asistentes, incluidos cientos de mandatarios y monarcas del mundo, del presidente estadounidense Joe Biden al brasileño Jair Bolsonaro, y de los reyes de España -Felipe y Letizia y los eméritos Juan Carlos y Sofía- hasta el emperador Naruhito de Japón.

Una estremecedora fanfarria de los trompeteros de la caballería de la casa real dio paso a dos minutos de silencio, observados en todos los rincones del país, desde las calles a los parques y los bares donde muchos siguieron la ceremonia por televisión.

El oficio terminó con el himno nacional, "Dios salve al Rey", cantado en honor del nuevo monarca Carlos III.

Este siguió después a pie, acompañado por sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo, y sus hijos William y Harry, la salida del féretro, cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el cetro y el orbe, y la procesión de casi 2 kilómetros por el centro de Londres.

El ataúd fue cargado sobre un carro de la Royal Navy que, al son de las marchas fúnebres de Beethoven, Mendelssohn y Chopin, fue tirado por decenas de marinos hasta al Arco de Wellington, en Hyde Park Corner.

Bisnietos de la monarca, el príncipe Jorge, de 9 años, segundo en la línea sucesoria, y su hermana Carlota, de 7 años, siguieron al cortejo en el primero de varios automóviles oficiales, junto a su madre Kate y la nueva reina consorte, Camila.

Funeral de la reina Isabel II. Foto: AFP
Funeral de la reina Isabel II. Foto: AFP

El tercer hijo de los príncipes de Gales, Luis, de 4 años, estuvo ausente de los homenajes.

Al término de la procesión, los restos de Isabel II fueron cargados en un coche fúnebre para llevarlos a Windsor, donde ahora reposan. 

Reunida con sus padres y su esposo

Símbolo de una era de grandes cambios, Isabel II llegó al trono en 1952, en un Reino Unido aún sumido en la posguerra mundial, y se marchó en el 2022 de la pospandemia y el Brexit.

No solo conoció a 15 primeros ministros británicos, de Winston Churchill a la actual Liz Truss, sino también a figuras históricas como el soviético Nikita Kruschev, la madre Teresa de Calcuta o el sudafricano Nelson Mandela. Asimismo, a artistas como Charlie Chaplin, Michael Jackson o Lady Gaga.

Un vendedor ambulante vende banderas Union Jack a los simpatizantes en el puente de Westminster en Londres, en la previa del funeral de Isabel II. Foto: AFP
Un vendedor ambulante vende banderas Union Jack a los simpatizantes en el puente de Westminster en Londres, en la previa del funeral de Isabel II. Foto: AFP

Líderes

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de Francia, Emmanuel Macron, el de Brasil, Jair Bolsonaro, los monarcas de España, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Mónaco, Bélgica u Holanda, y el emperador japonés Naruhito, entre otros líderes mundiales asisten al funeral de Estado en la Abadía de Westminster. El canciller Francisco Bustillo está presente en la ceremonia

Brigitte y Emmanuel Macron. Foto: AFP
Brigitte y Emmanuel Macron. Foto: AFP

El rey británico Carlos III recibió ayer en el palacio de Buckingham los líderes venidos para el funeral de Isabel II, antes de un minuto de silencio que paralizara el país. El impacto y trascendencia de la monarca que más tiempo reinó su país, siete décadas, se pone de manifiesto en la lista de asistentes a unas exequias como no se veían en Londres desde la muerte, en 1965, de Winston Churchill, que lideró al país durante la Segunda Guerra Mundial.

Su nuera, la reina consorte Camila, destacó que Isabel II fue “una mujer solitaria” en un mundo de hombres, en un mensaje que dirigió a la nación poco antes de un minuto de silencio a las 20.00 de ayer en Londres.

“No había mujeres primeras ministras ni presidentas. Ella era la única, así que creo que se forjó su propio papel”, afirma la esposa del rey, que nunca olvidará, según afirmó, los “maravillosos ojos azules” de la reina.

Jill y Joe Biden. Foto: AFP
Jill y Joe Biden. Foto: AFP

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que la reina Isabel II le recordaba a su propia madre y consideró que “todos le debemos algo”.

Además, Biden firmó el libro de condolencias oficial, momento en que aprovechó para elogiar a la monarca. “Ya he explicado que mi madre y mi padre pensaban que todo el mundo (...) merecía ser tratado con dignidad y eso es exactamente lo que ella transmitió”, explicó el presidente estadounidense.

Por su parte, Bolsonaro dirigió un discurso electoral desde el balcón de la residencia del embajador brasileño, en que se pronunció contra “la liberalización de las drogas”, “legalizar el aborto” y contra “la ideología de género”.

También pasó por la capilla ardiente de la reina, como hicieron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, sin el padre de este, Juan Carlos I, del que está distanciado por un escándalo sobre su fortuna que puso en apuros a la corona española.

Rey Felipe VI de España y Letizia, reina consorte. Foto: AFP
Rey Felipe VI de España y Letizia, reina consorte. Foto: AFP

Padre e hijo, con sus esposas, sí coincidieron en cambio en la recepción del palacio de Buckingham.

La concentración de tantos mandatarios de todo el mundo, y el funeral en general, presentan un desafío de seguridad “mayor que los Juegos Olímpicos de 2012”, dijo a la prensa el subcomisario adjunto de Scotland Yard, Stuart Cundy. 

Rey Carlos III

El rey británico Carlos III agradeció ayer a los británicos y al mundo su apoyo tras la muerte de su madre, Isabel II, en la víspera de sus funerales, que se anuncian históricos.

“Nos hemos sentido profundamente conmovidos por los numerosos mensajes de condolencia y apoyo que hemos recibido de este país y de todo el mundo”, expresó, recordando la respuesta del público “en Londres, Edimburgo, Hillsborough y Cardiff”, en referencia a las cuatro regiones británicas (Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales).

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