POLÉMICA

Julián Strassera, sobre la película Argentina 1985: “El peronismo fue absolutamente funcional a los genocidas”

El hijo del histórico fiscal aseguró que Ítalo Luder “propiciaba la ley de auto amnistía”; además, cuestionó en duros términos al kirchnerismo por no hacer “absolutamente nada” por los DDHH.

Julián Strassera
Julián Strassera, hijo de Julio Cesar Strassera, fiscal a cargo del juicio contra las juntas militares. Foto: Fabian Marelli LN-GDA

Julián Strassera, hijo de Julio César Strassera, el legendario fiscal del juicio a las Juntas militares que es interpretado por Ricardo Darín en la multipremiada Argentina, 1985, dijo que “el peronismo se quiere apropiar de la película y en aquel momento fue absolutamente funcional a los genocidas”.

Strassera hijo tiene 51 años, es abogado y heredó de su padre la pasión por la Justicia. Consultado por el largometraje del director Santiago Mitre que recrea el histórico Juicio a los jefes militares que instrumentaron la represión ilegal entre 1976 y 1983, sostuvo que el film “no deja claro el decreto del presidente Raúl Alfonsín quien decide la realización del juicio en soledad”.

En una entrevista con Eduardo Feinmann por radio Mitre, Strassera sostuvo sobre el peronismo: “Fue absolutamente funcional a los genocidas”. Cuando le preguntaron si creía que “el kirchnerismo se apropiaba de la película”, afirmó que sí y dijo que “es increíble porque en aquel momento Ítalo Luder (expresidente provisional del gobierno de María Estela Martínez de Perón e importante dirigente peronista) propiciaba la ley de auto amnistía”, una norma que hubiera permitido que los responsables del genocidio quedaran impunes.

Además, aseguró que los dirigentes justicialistas “no quisieron integrar la CONADEP (Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas) ni apoyaron el juicio de ninguna manera”. Y resaltó: “No hicieron nada a favor de que se esclarecieran los hechos que ocurrieron durante la dictadura militar”.

En otro pasaje de la entrevista, Feinmann le preguntó si le dolía escuchar que dijeran que su padre “fue colaboracionista de la dictadura antes del juicio”. Frente a esto, Strassera dijo que le parece “absurdo”, que le resta importancia y que quienes dicen eso “son aquellos que no hicieron nada y pretenden desmerecer la figura de quien sí hizo por la lucha de los Derechos Humanos”

"No como Cristina, Néstor y compañía que se autoperciben como los abanderados de los Derechos Humanos”, comentó Feinmann. “Sí, pareciera que son como Rodolfo Walsh”, respondió el abogado y recordó que hubo “gente notable que hizo todo por defender a los Derechos Humanos cuando ellos no hicieron absolutamente nada”.

Sobre la apertura de las causas de violación de los Derechos Humanos durante el kirchnerismo, Strassera aseveró “que fueron reabiertas porque antes hubo una causa abierta”. Y describió: “Esto empezó con Alfonsín. Imagínense si durante casi 20 años no se hacía nada, no se juzgaba, no se investigaba, no se creaba la Conadep, no se creaba el Banco Nacional de Datos Genéticos ni el cuerpo de peritos de antropología forense”.

“Hay que acordarse del discurso de Néstor Kirchner cuando dijo que en 20 años de democracia nadie había hecho nada por los Derechos Humanos”, finalizó.

Argentina, 1985

Las declaraciones de Strassera hijo fueron en sintonía con las críticas que había formulado su papá sobre el papel “propagandístico” del kirchnerismo en la persecución de los crímenes de lesa humanidad después de la dictadura militar.

En una entrevista con LA NACIÓN, Strassera hijo recordó que “han querido opacar o pasar por alto que la lucha por los Derechos Humanos comienza con la decisión política de Alfonsín. Empieza con los decretos que deciden el enjuiciamiento y anulan la ley ‘de autoamnistía’. El kirchnerismo parece olvidar que en su momento se abrazó a Menem, que fue quien indultó a los militares, y que ellos lo consideraban el estadista más brillante que había tenido la Argentina desde el regreso a la democracia”.

Sobre si las declaraciones que hizo su padre diciendo que el kirchnerismo usaba “la bandera de los Derechos Humanos como propaganda” le habían traído problemas, él contestó que no porque en ese momento ya estaba retirado.

“Era un hombre grande que estaba más allá del bien y del mal. Podía decir lo que quisiera. Además, era muy difícil retrucar a mi viejo porque la verdad es que él se había jugado el pellejo por la defensa de los Derechos Humanos. Lo podrían haber matado, nos podrían haber matado a todos. No sucedió, pero era una posibilidad. ¿Qué le iban a decir?”.

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