CUMBRE

Del hospital a Xi Jinping, un G20 complicado para Alberto Fernández

El presidente argentino fue víctima de una “gastritis”, pero que no impidió su encuentro con el líder chino.

Alberto Fernández y Xi Jinping
Alberto Fernández y Xi Jinping. Foto: AFP

El presidente argentino, Alberto Fernández, experimentó una primera jornada complicada en la cumbre del G20 de Bali, víctima de una “gastritis” que, sin embargo, no impidió su encuentro con el líder chino Xi Jinping.

Fernández había depositado esperanzas en el segundo encuentro este año con Xi, del que arrancó un compromiso para ampliar en 5.000 millones de dólares sus acuerdos “swap” de intercambio de monedas con el Banco de China.

“Nos informó el presidente Xi que había autorizado al gobierno chino a que Argentina disponga libremente de 35.000 millones de yuanes, lo que significa 5.000 millones de dólares”, dijo Fernández en una comparecencia posterior.

El “swap” es un intercambio de divisas entre dos países, que no tiene costo mientras no se utilizan las divisas pero queda contabilizado en las reservas, en este caso de Argentina.

Hasta ahora, el monto del mecanismo de intercambio pactado con China ascendía a 130.000 millones de yuanes, unos 18.500 millones de dólares, pero Argentina hacía meses que pedía una ampliación.

Este acuerdo supone “contar con 5.000 millones de dólares más en las reservas a la hora de disponer la acción del Banco Central para el fortalecimiento de nuestra moneda”, afirmó en la misma rueda el ministro de Economía, Sergio Massa.

En el último encuentro de presidentes en febrero, con ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, Argentina se unió al macroproyecto chino de la Iniciativa de la Franja y la Ruta que, según la Casa Rosada, implicará financiamiento para inversiones por más de 23.700 millones de dólares.

"Hipotensión y mareos"

Pero la reunión de alto nivel en Bali estuvo en el aire durante gran parte de la mañana, en la que el presidente argentino “padeció un episodio de hipotensión y mareos” que lo obligó a ausentarse de las reuniones del G20 y acudir al hospital para una revisión.

Allí, se le diagnosticó “una gastritis erosiva con signos de sangrado”, indicó la presidencia argentina. “Recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, añadió la versión oficial.

“Estoy bien, estoy trabajando bien”, afirmó Fernández.

Sin embargo, la bajada de tensión hizo que el argentino, el único líder latinoamericano presente en Bali por las ausencias del brasileño Jair Bolsonaro y del mexicano Andrés Manuel López Obrador, se ausentara de las sesiones de debate previstas en el primer día de cumbre.

Por recomendación médica, tampoco acudió a la cena de gala organizada por el presidente indonesio y hoy miércoles solo mantendrá en su programa una reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y un acto con el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez.

El ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, se encargó de pronunciar el discurso preparado por Fernández. Con la inflación en Argentina en el 66% y la posibilidad de que llegue al 100% a finales de año, afirmó que la guerra le costó a Argentina 5.000 millones de dólares.

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