PROTESTAS

Francia se prepara para vivir otra jornada de huelga en una situación social tensa

Convocados por cuatro sindicatos, los franceses están llamados a un paro generalizado, que servirá como indicador del margen de maniobra de Macron para aprobar su presupuesto para 2023.

El presidente francés, Emmanuel Macron, da una declaración conjunta con el presidente moldavo después de su reunión en el Palacio del Elíseo en París. Foto: AFP.
El presidente francés, Emmanuel Macron, da una declaración conjunta con el presidente moldavo después de su reunión en el Palacio del Elíseo en París. Foto: AFP.

Francia se prepara para vivir hoy martes otra jornada de huelga, sobre todo en los transportes, para reclamar un alza salarial, en un contexto social tenso marcado principalmente por el paro en refinerías que provocó un desabastecimiento de combustible.

Convocados por cuatro sindicatos, los franceses están llamados a un paro generalizado, que servirá como indicador del margen de maniobra del presidente Emmanuel Macron para aprobar su presupuesto para 2023 y su polémica reforma de las pensiones.

“Quiero que esto se solucione lo más rápido posible”, dijo Macron durante una visita al salón del automóvil de París, antes de convocar en el Palacio del Elíseo a su primera ministra, Élisabeth Borne.

Para el diario Le Monde, esta es “la semana de fuego para el gobierno”.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, elevó el tono en la cadena BFMTV, al estimar que “el tiempo de la negociación terminó” y llamó a “liberar” los depósitos y refinerías.

Los trabajadores de Esso-ExxonMobil y TotalEnergies iniciaron a fines de septiembre una huelga para pedir un alza salarial, en un contexto de inflación (6,2% interanual en septiembre) y de “superbeneficios” de los gigantes energéticos.

Aunque los primeros suspendieron su acción tras un acuerdo con la empresa estadounidense, los empleados de TotalEnergies recondujeron este lunes su paro, que afecta a cuatro refinerías -una de ellas fuera de servicio por razones técnicas- y cinco depósitos.

El ejecutivo se encuentra bajo presión. Con casi un tercio de gasolineras afectadas, la escasez provoca problemas para acudir al trabajo, preocupación sobre la cosecha en las zonas rurales y anulaciones ante el inminente período de vacaciones de otoño. La situación es de tensión en los surtidores y la policía tuvo incluso que calmar los ánimos varias veces.

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