INTERNACIONAL 

Estados Unidos y Egipto afianzan tregua de Israel y Hamás

El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, en los próximos días viajará a la región.

Los estudiantes participan en sus exámenes de secundaria en la aldea de Tzafría, en el centro de Israel. Foto: AFP.
Los estudiantes participan en sus exámenes de secundaria en la aldea de Tzafría, en el centro de Israel. Foto: AFP.

Israel y Hamás vivieron ayer sábado un segundo día de calma tras la tregua de la madrugada del viernes, y poco a poco dejan atrás su peor escalada bélica desde 2014, mientras países como Egipto o Estados Unidos plantean maneras para reforzar el alto el fuego o abordar la reconstrucción de una franja devastada por los ataques.

En una jornada tranquila tras el alto el fuego bilateral que entró en vigor hace menos de 48 horas, la región continuó sin incidentes violentos entre las milicias de Hamás y el Ejército israelí.

Una delegación de altos cargos de seguridad de Egipto -principal mediador en el alto el fuego entre Israel y Hamás- visitó Cisjordania para reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, con quién trató vías “para reforzar la tregua” y “coordinar esfuerzos para la reconstrucción” de Gaza, muy afectada tras once días de bombardeos.

Según detalló la agencia oficial de noticias Wafa, los enviados egipcios estuvieron ayer en Gaza, donde acudieron a supervisar la aplicación del cese de hostilidades y se reunieron con las diferentes facciones palestinas.

Otra delegación egipcia también viajó ayer a Israel para abordar la cuestión con las autoridades israelíes y hacer un seguimiento de la tregua, que se logró con el respaldo de Jordania, Estados Unidos y la ONU, pero Egipto es el principal mediador y el único actor que tiene canales de comunicación abiertos con ambos bandos.

Aunque Abás no tiene control directo sobre Gaza -gobernada de facto por Hamás- y su papel fue residual en esta escalada, donde no tuvo capacidad para calmar tensiones con el grupo islamista ni influir en la tregua, muchos países de la comunidad internacional solo tienen a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que él preside en partes reducidas de Cisjordania como interlocutor válido.

La UE y Estados Unidos no reconocen a Hamás, a quien consideran grupo terrorista, y se prevé que gestionen parte de las iniciativas para reconstruir Gaza con la ANP, pese a su poder inexistente en la franja, donde viven más de dos millones de palestinos.

El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, habló también en la noche del viernes con Abás y en los próximos días viajará a la región para abordar el asunto. Según medios, podría llegar el miércoles, aunque las fechas y su agenda aún no se han precisado.

El Gobierno estadounidense quiere trabajar con la ANP y la ONU “para brindar una asistencia humanitaria rápida y reunir el apoyo internacional para Gaza” y su reconstrucción, subrayó Blinken.

Sin tenerlo en su agenda de prioridades, el presidente Joe Biden se vio atrapado en una nueva escalada de violencia con los ataques de Hamás con misiles a Israel y la respuesta de éste, ante la que no ha dejado lugar para las ambigüedades respecto a dónde se sitúa la Casa Blanca. Ante la preguntas, el viernes, de un periodista sobre si el Partido Demócrata estaba cambiando su política hacia su aliado más estrecho, debido a las voces demócratas más izquierdistas, el presidente de Estados Unidos fue rotundo: “No hay cambio en mi compromiso con la seguridad de Israel. Punto”.

A continuación, el presidente fue categórico al advertir de que “no habrá paz” hasta que la región reconozca “de forma inequívoca el derecho de Israel a existir como un Estado judío independiente”. Dicho lo anterior, Biden sí admitió un cambio. “El cambio es que todavía necesitamos una solución de dos Estados. Es la única respuesta, la única respuesta”, insistió el viernes durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca con motivo de la visita del presidente de Corea del Sur.

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