ALTA TENSIÓN POLÍTICA 

Demócratas plantean la destitución de Donald Trump a días del cambio de mando

Nancy Pelosi buscará hoy aprobar una resolución en el Congreso para instar al vicepresidente, Mike Pence, a invocar la enmienda 25 de la Constitución para destituir al presidente.

El presidente Donald Trump pronuncia su discurso sobre el “Estado de la Unión”, ante las dos cámaras del Congreso, el 4 de febrero de 2020. Foto: Reuters
El presidente Donald Trump pronuncia su discurso sobre el “Estado de la Unión”, ante las dos cámaras del Congreso, el 4 de febrero de 2020. Foto: Reuters

Apenas once meses después de que fue absuelto en un juicio político que estremeció a Estados Unidos y al mundo, y mientras se suceden los reclamos de renuncia, el presidente Donald Trump está ante otra batalla política en el ocaso de su mandato, un enfrentamiento final que pondrá a prueba a la Constitución, al ámbito político, y a la responsabilidad de los gobernantes en un país donde rige la democracia.

El Partido Demócrata está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para desplazar al presidente Trump, a quien acusan de haber incitado el asalto al Capitolio.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró a última hora de ayer domingo que buscará hoy lunes aprobar una resolución en el Congreso para instar al vicepresidente, Mike Pence, a invocar la enmienda 25 de la Constitución para destituir al presidente Trump, y que de lo contrario iniciará el proceso legislativo de cara a abrir un juicio político al mandatario mañana martes.

“A la hora de proteger nuestra Constitución y nuestra Democracia, actuaremos con urgencia, ya que este Presidente representa una amenaza inminente para ambas”, señaló Pelosi en una carta a los legisladores tras el asalto al Capitolio por parte de una turba de seguidores de Trump, y que se saldó con cinco fallecidos, entre ellos un policía.

“A medida que pasan los días -remarcó la poderosa líder demócrata en la misiva- el horror del asalto en marcha a nuestra democracia perpetrado por este Presidente se intensifica y con ello la necesidad inmediata de acción”.

Hoy lunes por la mañana, Pelosi solicitará a la Cámara una resolución unánime para pedir al vicepresidente Pence que invoque la enmienda 25 de la Constitución de EE.UU. que permite inhabilitar al presidente por incapacidad para gobernar.

Para ello, Pence debería dar el paso al frente y contar con el respaldo de la mitad del gabinete presidencial, algo que parece poco probable.

“Estamos pidiendo al vicepresidente que responda en 24 horas. Después, procederemos para llevar la legislación para un juicio político al pleno de la Cámara”, informó Pelosi.

Acusación

Los demócratas con mayoría en la Cámara de Representantes planean un cargo de “incitación a la insurrección” en contra del presidente de Estados Unidos para abrir un nuevo juicio político en su contra, y que le convertiría en el único mandatario en la historia de EEUU enjuiciado en dos ocasiones.

Posteriormente, debería ser sometido al juicio propiamente en el Senado, aunque se encuentra en receso y no tiene previsto retomar la actividad hasta el 19 de enero, un día antes de la toma de posesión de Joe Biden como presidente.

Dado el escaso margen de tiempo, varios pesos pesados demócratas en la Cámara han planteado la posibilidad de presentar los cargos contra Trump, pero no enviarlos al Senado hasta que hayan pasado los primeros 100 días de la llegada de Biden a la Casa Blanca para no condicionar el inicio de su mandato.

Este escenario fue respaldado por el diputado demócrata James Clyburn, quien apuntó ayer domingo que de este modo se daría a Biden “los 100 días que necesita para poner en marcha su agenda, y puede que enviemos los artículos en algún momento después de ello”.

El documento con la acusación para abrir el juicio político ya se encuentra en la Cámara de Representantes y de acuerdo con lo que indicó el diputado demócrata Clyburn, la moción podrá votarse a más tardar mañana martes. En este proceso, tiene prioridad el planteo de Pelosi para presionar al vicepresidente Pence para que destituya a Trump.

El artículo de juicio político, o impeachment, introducido en la Cámara de Representantes y firmado por al menos 200 legisladores, señala al presidente republicano por haber “realizado deliberadamente declaraciones” que incentivaron a la invasión del edificio del Congreso, el miércoles pasado, por sus seguidores.

En el poder desde 2017, Donald Trump ya fue objeto de un primer proceso de destitución en el Congreso, abierto por Nancy Pelosi a finales de 2019 por haber solicitado supuestamente a un país extranjero, Ucrania, que realizara investigaciones sobre su rival demócrata, Joe Biden. Fue absuelto por el Senado, entonces de mayoría republicana, en los primeros días de enero de 2019.

Tras los pedidos de los senadores republicanos Ben Sasse y Lisa Murkowski, el senador Pat Toomey afirmó ayer domingo en CNN que una renuncia del presidente “sería el mejor camino”. Trump “cayó en un nivel de locura impensable” desde que Biden le ganó las elecciones, añadió.

Va a la frontera pese a tensión
Nancy Pelosi. Foto: AFP

Mientras Donald Trump viajará a la frontera con México mañana martes para recordar su política migratoria, existen dos opciones bajo consideración para desplazar al mandatario. Por un lado, la inhabilitación de Trump a través de la enmienda de la Constitución por su incapacidad para gobernar, algo que debería encabezar el vicepresidente Mike Pence y que debería contar con el respaldo de la mitad del gabinete presidencial. Parece poco probable. La otra, que tiene amplio respaldo, es que los demócratas con mayoría en la Cámara de Representantes impulsen el cargo de “incitar a la insurrección” para abrir un nuevo juicio político. No obstante, varios pesos pesados demócratas han planteado presentar los cargos contra Trump, pero no enviarlos al Senado hasta que hayan pasado los primeros 100 días de Biden en la Casa Blanca para no condicionar el inicio de su mandato.

El presidente y su vice consagran la ruptura
Mike Pence, que fue fiel al mandatario, se abre ante el ataque a la democracia
Mike Pence. Foto: Reuters

El asalto al Capitolio de Estados Unidos consagró la ruptura entre Donald Trump y su fiel vicepresidente Mike Pence, quien planea asistir a la investidura del mandatario electo Joe Biden y pretende facilitar la transición entre ambas administraciones.

Trump anunció que no acudirá a la ceremonia de asunción de quien lo derrotó en las elecciones, pero Pence ya hizo saber que estará presente.

Si bien la asistencia del vicepresidente saliente no es una sorpresa -y Biden dijo que será “bienvenido”-, es una muestra de la grieta que separa a Trump de su brazo derecho desde la certificación el miércoles de la victoria electoral del demócrata.

Trump y Pence no se hablan, según la prensa, desde esa jornada.

“Uno de los más fieles a Donald Trump es ahora el enemigo público número uno en el universo” del presidente, resumió el domingo el diputado republicano Adam Kinzinger, en la cadena ABC.

Pese a las presiones de Trump, Pence anunció el miércoles que no se opondría a la validación en el Congreso de los resultados de la elección presidencial, desatando la furia del presidente y sus seguidores.

“Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que habría tenido que hacer para proteger a nuestro país y nuestra Constitución”, tuiteó Trump mientras sus seguidores invadían el Capitolio.

Durante ese caos, Pence se encontraba atrincherado en un búnker del Capitolio junto a su familia. Trump no le llamó para interesarse por su seguridad, según NBC.

“Es sólido como una roca. Fue un vicepresidente fantástico”, aseguró sobre él Donald Trump el verano pasado.

Pence, de 61 años, fue durante cuatro años una presencia tranquila en medio de la tormenta Trump.

Designado al frente de la unidad de crisis sobre el coronavirus en marzo, abordó el tema con declaraciones medidas, lejos de las salidas de tono, suposiciones y provocaciones del presidente.

Con información de AFP

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