GUERRA EN UCRANIA

Cortes de agua y electricidad en pleno invierno boreal: Ucrania sufre misiles rusos

Los bombardeos provocaron principalmente cortes en el suministro de agua e interrumpió el servicio de metro durante todo el día; comando ucraniano espera fuertes ataques en primeros meses de 2023.

Ucranianos se refugian en el metro de las bombas rusas en Kiev
Ucranianos se refugian en el metro de las bombas rusas en Kiev. Foto: AFP

Rusia lanzó ayer el viernes un nuevo bombardeo contra infraestructuras energéticas de Ucrania, provocando cortes de agua en la capital, Kiev, y de electricidad en todo el país, en pleno invierno boreal.

En total, se dispararon 74 misiles, principalmente de crucero, de los que 60 fueron derribados por la defensa antiaérea, según el ejército ucraniano.

Los bombardeos provocaron principalmente cortes en el suministro de agua e interrumpió el servicio de metro durante todo el día.

En Kryvyi Rig, al menos tres personas murieron por el impacto de un misil ruso contra un edificio residencial.

“Otra oleada masiva de bombardeos rusos contra las infraestructuras energéticas. Habrá cortes de electricidad de emergencia”, declaró el ministro de Energía, German Galushenko, en Facebook.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, condenó en un comunicado el “terror indiscriminado” de Rusia sobre Ucrania.

En los últimos meses, Rusia sufrió una serie de reveses militares en el sur y noreste de Ucrania. Desde entonces, ha bombardeado con regularidad las instalaciones energéticas del país, dejando a millones de ucranianos sin luz ni calefacción en un momento de temperaturas gélidas.

Con esta nueva ola de bombardeos rusos, “hará falta más tiempo que antes para restablecer la electricidad”, advirtió en Facebook el operador eléctrico nacional, Ukrenergo.

Tras los ataques rusos, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, pidió a los aliados occidentales que entregaran más armas. “Esto acabaría efectivamente con el terror ruso contra Ucrania y restauraría la paz y la seguridad en Europa y más allá”, dijo.

En Kiev, las temperaturas oscilaban ayer viernes entre 1 y 3 grados bajo cero. La capital ucraniana resistió a “uno de los mayores ataques con misiles” desde que empezó la invasión rusa, el 24 de febrero, afirmó la administración militar de la región.

“Debido a los daños en la infraestructura energética, hay interrupciones en el suministro de agua en todas las partes de la capital”, declaró el alcalde, Vitali Klichko, en Telegram.

Los habitantes de la ciudad se refugiaron en las estaciones de metro después de que el servicio quedara interrumpido.

Putin visita a su aliado bielorruso Lukashenko

Los presidentes de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y Rusia, Vladímir Putin, se reunirán en Minsk el lunes. “Vamos a hablar de la situación político-militar en el entorno a nuestros países. Desde luego no eludiremos el tema de la industria militar y también hablaremos de las capacidades defensivas, de seguridad”, dijo Lukashenko citado por la agencia oficial BELTA. A su vez, el Kremlin anunció que en la cita de Minsk se prevé debatir “asuntos claves del ulterior desarrollo de las relaciones ruso-bielorrusas de aliados y de asociación estratégica”. En Bielorrusia, fronteriza con Ucrania, se encuentra desplegada una agrupación militar conjunta ruso-bielorrusa, y además se entrenan en ese país parte de los movilizados rusos que participan en la invasión a Ucrania.

Nueva ofensiva en 2023

El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny, afirmó, en una entrevista publicada el jueves, que prevé que Rusia vuelva a llevar a cabo una ofensiva contra Kiev en los primeros meses de 2023.

Los combates se centran actualmente en el este y en el sur de Ucrania, donde los bombardeos también dejaron sin luz a varias ciudades.

Se quedaron a oscuras Járkov, la segunda ciudad ucraniana, en el noreste; y Poltava y Kremenchuk, unos 100 km más al oeste.

Los bombardeos alcanzaron también la región de Zaporiyia, donde se sitúa la mayor central nuclear de Europa, y afectaron además a la circulación de los “trenes eléctricos” de las regiones de Járkov, Kivograd, Donetsk y Dnipropetrovsk.

Los bombardeos rusos se producen después de que los aliados occidentales de Ucrania acordaran esta semana en París una ayuda de 1.000 millones de euros destinada a reparar las infraestructuras del país.

“Putin se prepara para una guerra larga”

Rusia se prepara para una guerra larga contra Ucrania, a quien la OTAN seguirá suministrando armas hasta que el presidente Vladimir Putin entienda que “no puede ganar en el campo de batalla”, declaró ayer viernes a la AFP el jefe de la Alianza, Jens Stoltenberg.

Casi diez meses después de que Rusia invadiera Ucrania, las fuerzas de Kiev infligieron una serie de derrotas a Moscú que permitieron liberar partes del territorio. Pero “nada indica que Putin haya renunciado a su objetivo de controlar Ucrania”, advirtió el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“No debemos subestimar a Rusia. Se prepara para una guerra larga”, declaró Stoltenberg. “Vemos que moviliza más fuerzas, está dispuesta sufrir muchas pérdidas, y trata de acceder a más armas y municiones”, subrayó.

“Debemos comprender que el presidente Putin está dispuesto a permanecer en esta guerra durante mucho tiempo y a lanzar nuevas ofensivas”, afirmó.

La OTAN suministra a Ucrania miles de millones de dólares en armas. “Lo más probable es que esta guerra termine en la mesa de negociaciones, como la mayoría de las guerras”, dice Stoltenberg. Cualquier solución tendrá que garantizar que “Ucrania prevalezca como nación soberana e independiente”, insistió. “El medio más rápido de lograrlo es apoyarlos militarmente, para que el presidente Putin comprenda que no puede ganar en el campo de batalla, pero que debe sentarse a negociar de buena fe”, recalcó.

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