TENSIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

Chile: el presidente Piñera recurre al Ejército para contener a los mapuches

Piñera decretó ayer martes el estado de excepción y la militarización de una zona del sur del país convertida en escenario de ataques, incendios y violentos enfrentamientos.

Indígenas mapuches se enfrentan con vehículos de la Policía chilena. Foto: AFP
Indígenas mapuches se enfrentan con vehículos de la Policía chilena. Foto: AFP

El presidente de Chile Sebastián Piñera decretó ayer martes el estado de excepción y la militarización de una zona del sur del país convertida en escenario de ataques, incendios y violentos enfrentamientos con indígenas mapuches que reivindican tierras ancestrales. Las regiones militarizadas son las de Biobío y La Araucanía, por “grave alteración del orden público”.

“Este Estado de Excepción Constitucional de Emergencia es para enfrentar mejor el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado, y en ningún caso se orienta contra un pueblo o grupo de ciudadanos pacíficos”, indicó Piñera en La Moneda, sede de Gobierno.

El mandatario hizo el anuncio en el Día de la Raza o de la Hispanidad, cuando, en medio de polémicas con los pueblos originarios, América Latina conmemora la llegada de Cristóbal Colón en 1492.

Los líderes mapuches, la mayor etnia chilena con más de 1,7 millones entre los 19 millones de habitantes del país, demandan la restitución de tierras ancestrales, que están en manos de empresas forestales y hacendados.

Esta situación ha provocado una escalada de violencia en la última década, con ataques incendiarios a predios privados y camiones. También salió a luz la presencia de redes de narcotraficantes y de organizaciones de autodefensa, así como operativos policiales presuntamente montados para inculpar a los indígenas.

El domingo, los choques entre la policía y manifestantes durante una marcha en Santiago en favor del pueblo mapuche causaron la muerte de la estudiante de Derechos Denisse Cortés, de 43 años, inicialmente identificada por autoridades como abogada.

Una mayoría de los mapuches viven en la pobreza y han visto reducidas sus tierras ancestrales ante la expansión de la próspera industria maderera, responsable del 8% de las exportaciones chilenas.

Las regiones de Biobío y La Araucanía, situadas a unos 600 km al sur de Santiago, son una fértil área de más de 55.000 km2 con cultivos agrícolas, extensos bosques y volcanes nevados, donde viven 2,7 millones de personas.

Con el estado de excepción, las Fuerzas Armadas prestan apoyo logístico y también contribuyen con patrullaje y transporte a los procedimientos policiales.

El Presidente puede prorrogar por otros 15 días el estado de excepción, pero para prolongarlo más de un mes requiere el aval del Congreso.

La analista política Lucía Dammert criticó la decisión de Piñera advirtiendo que la militarización puede causar un “escalamiento” en el conflicto mapuche y lamentó la “incapacidad” del gobierno para buscar soluciones pacíficas.

“El gobierno ha sido incapaz de generar una política eficaz y justa para resolver los problemas que hay en La Araucanía y este estado de emergencia se ve como una respuesta de militarización que podría ser parte de un escalamiento de la violencia”, expresó Dammert, académica de la Universidad de Santiago, a la agencia AFP.

En tanto, el gobernador de la Araucanía, el oficialista Luciano Rivas, respaldó la militarización, afirmando que en su región hay “una crisis de seguridad muy profunda”. “Estamos viviendo hoy día una situación muy compleja donde las policías se ven sobrepasadas por grupos con armas de grueso calibre”, declaró Rivas al canal CNN Chile.

Las reivindicaciones mapuches comenzaron a ser escuchadas luego del fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990, pero han cobrado fuerza tras el estallido social de octubre de 2019.

La Convención Constitucional -instalada hace 100 días-es presidida por la académica mapuche Elisa Loncon y 17 de sus 155 miembros son representantes de 10 pueblos originarios, siete de ellos mapuches.

Sin embargo, algunos líderes indígenas dudan que la nueva carta magna pueda satisfacer sus demandas de tierras y autodeterminación.

En el siglo XVI los mapuches resistieron la expansión de los incas y luego a los conquistadores españoles, que jamás los sometieron. Pero hacia 1870, las comunidades indígenas de la Araucanía fueron sometidas por el Ejército chileno, con lo que comenzó el proceso de asentamiento de colonos y el cambio de propiedad de las tierras ancestrales.

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