RESPUESTA DEL PRESIDENTE

Alberto Fernández reacciona duro y agrava la crisis con la Justicia en Argentina

El mandatario le envió una dura carta al procurador general interino, Eduardo Casal, que defendió al fiscal Diego Luciani luego de que pidiera una condena de prisión para Cristina Kirchner.

Alberto Fernández. Foto: AFP.
Alberto Fernández. Foto: AFP.

El enfrentamiento del gobierno argentino con la Justicia se agrava en el marco del pedido de prisión para la vicepresidenta Cristina Kirchner. Pero el protagonista en estas horas es el presidente Alberto Fernández.

A la polémica provocada por el mandatario al hacer una referencia al fallecido fiscal Alberto Nisman, le siguió un cruce con el procurador general interino, Eduardo Casal, que defendió al fiscal Diego Luciani luego de que pidiera una condena de prisión para Cristina Kirchner.

El presidente Fernández envió ayer viernes una dura carta contra Casal. En un texto de cinco páginas al que tuvo acceso La Nación, Fernández le respondió a Casal por la nota que este le había enviado luego de la frase emitida por el mandatario en un programa de televisión, en el que dijo que Nisman se suicidó y que esperaba que Luciani no hiciera lo mismo.

La presentación se da en medio de una semana extremadamente candente en el área judicial para el oficialismo, luego del pedido de pena para Cristina Kirchner, en la causa Vialidad. Allí el fiscal federal Diego Luciani pidió para ella 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.

En su carta Fernández le dijo a Casal que sus expresiones “de modo alguno pueden ser interpretadas en el sentido de querer condicionar el accionar de un funcionario y que ello queda claro toda vez que fueron vertidas cuando el fiscal de la causa ya había finalizado su alegato en el proceso”.

Luego apuntó con dureza al Poder Judicial y sus funcionarios, a quienes consideró que “no están, ni podrían estar exentos de críticas y opiniones en una sociedad democrática”. Tras lo cual también le atribuyó doble estándar porque no tuvo el mismo “celo” cuando el presidente era Mauricio Macri.

En ese sentido, entre otros puntos, criticó con dureza a Casal al sostener que “el celo que muestra su carta” respecto del “cuidado de los procesos penales hubiera sido importante, para la salud democrática de nuestro país, que se plasmara también en impulsar investigaciones transparentes respecto de las motivaciones reales que tuvieron algunas visitas realizadas por destacados miembros del Poder Judicial al expresidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada”.

Así como en esa línea también apuntó, al igual que la vicepresidenta, a Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, hombre fuerte de la Justicia durante el macrismo. Cristina Kirchner había hecho referencia a Rodríguez Simón tanto en su descargo público de este martes como el miércoles, cuando a través de un aviso fúnebre del fallecido cuñado de Luciani, buscó establecer una relación entre ambos.

La Nación se comunicó con voceros de la Procuración para consultarles por esta nueva carta. “La vamos a considerar”, fue la respuesta. Fuentes cercanas a Casal adelantaron que el procurador en principio no planea contestarle al Presidente. Dicen que considera que su nota fue institucional y tuvo como objetivo resguardar el trabajo de los fiscales frente a una injerencia indebida del Poder Ejecutivo. En la Procuración sostienen además que no consideran que resulte “constructivo” ponerse a “evaluar dichos y hechos del pasado”. No dicen más, pero se trata de una clara crítica a Fernández y sus giros, por ejemplo, en el caso del fiscal Nisman.

Espejo con Lula

Fernández también apuntó duras críticas al Poder Judicial y aludió a lo sucedido con Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, el que consideró que fue “condenado y encarcelado injustamente y por lo tanto proscripto”, en línea con el argumento del kirchnerismo.

En su carta, Fernández aseguró a Casal: “Me he expresado en el marco del derecho a la libertad de expresión garantizado en la Constitución Nacional y sin infringir los límites establecidos en su artículo 109, toda vez que no he ejercido funciones judiciales, ni me he arrogado el conocimiento de causas pendientes ni he restablecido las fenecidas”.

Tras lo que agregó que “lejos de importar un ‘menoscabo’ a la independencia y a la autonomía, o una injerencia indebida en el proceso, mis declaraciones constituyen una expresión de lo que observa una gran parte de la ciudadanía: que, a la hora de actuar, muchos magistrados y funcionarios de la justicia federal prestan más atención a determinados intereses fácticos y/o políticos que a las normas vigentes, y que esta situación hiere a la democracia”.

Casal había enviado el jueves una nota al mandatario en la que manifestó una “profunda preocupación” por las expresiones que había realizado en la entrevista televisiva en que hizo referencia al caso Nisman, y que implican una “perturbación” al ejercicio de las funciones del fiscal Luciani, así como “una injerencia indebida”.

En tanto, el interbloque de la coalición opositora Juntos por el Cambio presentará un nuevo pedido de juicio político contra el presidente Fernández por sus “amenazas inaceptables” al fiscal Luciani.

El expresidente Macri acusó el jueves al presidente Fernández de “violentar” la Constitución por sus críticas al fiscal que pidió la condena de prisión para Cristina Kirchner.

“Esta destrucción de la palabra presidencial ha sido muy dañina, encima atribuyéndose facultades de jurista que no tiene y violentando sistemáticamente la Constitución, como lo hizo anoche una vez más”, aseguró Macri. (La Nación/GDA y EFE).

Preparan una gran marcha por Cristina K

El kirchnerismo logró “peronizar” la defensa a Cristina Kirch-ner por la causa Vialidad bajo el leitmotiv de la “lucha contra la proscripción”. Pero qué expresión callejera tendrá esa consigna disparó un sinfín de interrogantes al interior del oficialismo. La idea de una marcha masiva de “millones”, como dijo la senadora cristinista Juliana Di Tullio, todavía es solo una expresión de deseo. Cerca de la vicepresidenta ya hablan de “una marcha o un acto”. Y aún no hay fecha, ni formato, ni lugar definido”. “Algo seguramente habrá”, repiten en el oficialismo. Pero nadie sabe bien qué, ni cuándo, ni dónde. “Todavía no está maduro”, reconoció un funcionario y consejero del PJ nacional. Sin embargo, una fecha comenzó a manejarse por los medios argentinos: el 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista. Sin embargo, si bien se barajó el Día de la Lealtad Peronista, algunos reconocen que “queda un poco lejos”, como para sostener la épica de los últimos días, dijo ayer el diario La Nación.

Argentina denuncia operación del exterior

El canciller argentino, Santiago Cafiero, sugirió ayer viernes que la “persecución judicial” a la vicepresidenta Cristina Kirch-ner es impulsada por “intereses ideológicos que nacen fuera de la Argentina”.

El ministro de Exteriores criticó de esta forma las declaraciones del senador republicano de Estados Unidos Ted Cruz, quien solicitó el jueves al presidente de su país, el demócrata Joe Biden, que impusiera sanciones contra Cristina Kirchner “por corrupta”.

Posteriormente, el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ratificó en su perfil de Twitter su “apoyo” al pedido de sanciones contra la vicepresidenta argentina.

“Uno más ignorante que el otro. Pero hay algo que dejan en relieve: la persecución judicial a Cristina Fernández está impulsada por intereses ideológicos que nacen fuera de la Argentina”, afirmó Cafiero en esa misma red social, acompañando su mensaje con sendas capturas de los dichos de Cruz y de Bolsonaro hijo.

“Cuidemos nuestra democracia. Todas y todos con Cristina”, agregó el ministro de Exteriores argentino.

El pasado lunes, el fiscal Diego Luciani pidió condenar a Cristina a doce años de prisión y se la inhabilite a perpetuidad para ocupar cargos públicos, en el marco de un juicio por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas cuando era presidenta. El fiscal considera que está probado que Cristina fue la “jefa” de una asociación ilícita que causó un millonario perjuicio económico al Estado.

Los presidentes de Colombia, México, Bolivia y de la propia Argentina difundieron este miércoles un comunicado conjunto en apoyo a Cristina Kirchner.

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