ZONA DE CONFLICTO

El uruguayo que ayuda a salvar vidas en Kabul

Desde julio pasado, Nelson Riambau está emplazado en la ciudad de Kabul, la capital de Afganistán, país que volvió a ser cooptado por el régimen talibán.

Riambau trabajaba para la Fuerza Aérea y al finalizar su carrera militar lo llamaron para sumarse a la FAO; hoy está en Kabul. Foto: Nelson Riambau
Riambau trabajaba para la Fuerza Aérea y al finalizar su carrera militar lo llamaron para sumarse a la FAO; hoy está en Kabul. Foto: Nelson Riambau

Nelson Riambau es salteño, fue coronel de la Fuerza Aérea hasta 2013, desempeñándose como jefe de aeropuertos en distintos puntos del país. Una vez culminada su carrera militar lo llamaron del programa alimentario de las Naciones Unidas (la FAO) para ofrecerle un empleo como consultor de aviación. Desde entonces tuvo diferentes destinos. Hoy, en medio de un importante conflicto interno por la avanzada talibán, le toca estar en Kabul.

Sus primeros pasos los dio en Sudán del Sur, una de las naciones más pobres del mundo, ubicada en el continente africano. Ahí estuvo cinco años. Luego marchó rumbo a Etiopía.

“Allí estuve a cargo de un espacio de aviación humanitario, donde unimos diferentes partes de Europa, África y Asia con Etiopía. Fue algo bastante importante. Era un trabajo muy pesado, porque no teníamos mucho personal y realmente necesitábamos sobre todo agentes locales”, recordó en declaraciones a El País.

Es desde julio pasado, en tanto, que Riambau está emplazado en la ciudad de Kabul, la capital de Afganistán, país que volvió a ser cooptado por el régimen talibán.

Misión

“La idea de la FAO es contratar gente con experiencia para cumplir misiones en lugares difíciles. Yo estaba en mi casa hacía 6 meses, cuando recibí un WhatsApp del segundo jefe de la organización que está ubicada en Roma. Allí me decía: ‘Te necesitamos ya’. ‘¿Dónde?’, le pregunté. Y me dice: ‘En Afganistán, en Kabul, para reemplazar a los jefes’. El caso era que uno se tenía que ir a otro destino y el otro se tenía que tomar una licencia especial porque hacía meses que estaba en Kabul”, cuenta el militar uruguayo, por la plataforma Zoom, desde esa ciudad.

“Y bueno vine con la intención de pasar dos o tres meses cómodo, porque si bien yo seguía las noticias de cerca sobre la situación de este país, nunca pensé que esto se iba a desarrollar tan rápido. Me vine de Uruguay el 10 de julio, y en ese entonces no sabía que los talibanes iban a entrar enseguida a Kabul. En realidad, fue una gran sorpresa para todos los que estamos acá, para nosotros y para todo el cuerpo de Naciones Unidas. Todo se desarrolló muy rápido”, señaló Riambau.

Contó que una vez se concretó la llegada de los talibanes lo que ONU hizo fue empezar a evacuar al personal, teniendo en cuenta que en las adyacencias del aeropuerto de Kabul empezaron a correr riesgo por la ola de violencia que se estaba desatando.

“Al ver lo que se estaba viviendo los directores de Naciones Unidas decidieron empezar a evacuar a la gente, porque se empezaron a ver las confrontaciones. Comenzamos con la evacuación del personal de ONU, con sus respectivas familias. Estuvimos muy ocupados durante varios días, 24 horas trabajando, para cumplir con esa operación, para lo que contamos con apoyo de aviones de ala fija y un helicóptero”, señaló el salteño.

El régimen

Riambau manifestó que una vez que llegaron los talibanes a ocupar la ciudad de Kabul, desde el régimen se comunicaron con el personal de ONU para ofrecerles protección.

“Nosotros ya sabíamos que esto iba a pasar, que los talibanes una vez que llegaran nos iban a ofrecer protección. Nos mandaron una persona que hablaba tres idiomas, entre ellos el inglés, por lo tanto nos pudimos empezar a comunicar perfectamente”, sostuvo.

Contó que una vez que llegaron los talibanes, él y sus compañeros empezaron a tener problemas para trasladarse desde el hospedaje hasta la terminal aérea donde iban a trabajar.

“El problema estaba en ingresar al aeropuerto, porque había una gran masa humana en las calles que llegó a copar todo. Hasta teníamos riesgo de que pudiera ser detonada una bomba electromagnética. Se escuchaban disparos por todos lados. Y bueno, nosotros no sabíamos qué más nos podía pasar estando aquí”, expresó.

De todos modos, agregó: “Nuestra relación con el régimen talibán ha sido buena, por lo que nos manifestaron ellos nunca tuvieron intenciones de que Naciones Unidas se fuera de acá y mucho menos los que cumplimos tareas humanitarias”.

Regreso

El salteño, por otro lado, sostuvo, que buenas noticias les han llegado a los trabajadores de las Naciones Unidas en el transcurso de estos últimos días, cuando el gobierno de Qatar comenzó a colaborar con ellos en la reconstrucción del aeropuerto. Y dijo que esta misión también implica el arribo de mujeres (en un país donde la opresión a ellas, por parte sobre todo de los talibanes, ha sido motivo de varias denuncias a nivel internacional).

Su contrato de trabajo para esta misión de Naciones Unidas va en principio hasta el 6 de octubre. “Mi contrato acá termina el mes que viene, pero si existe la necesidad de quedarse más tiempo, lo haremos”, concluye Riambau.

Sacaron ayer a 170 personas

La compañía catarí Qatar Airways envió ayer un tercer vuelo desde Kabul a Doha, con unos 170 pasajeros, después de haber operado la semana pasada los dos primeros vuelos internacionales tras el fin de las evacuaciones. Una fuente del gobierno catarí informó que, después de “amplias consultas con las partes sobre el terreno y los socios internacionales”, salió este vuelo con pasajeros de EE.UU., Reino Unido, Alemania, Italia, Croacia, Bélgica y Holanda. Agregó que los viajeros fueron trasladados al aeropuerto en un “convoy catarí”, tras negociaciones que permitieron garantizar un corredor seguro.

EFE

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