El regalo de la hija de una policía fallecida que Lacalle Pou va a tener en su escritorio

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La plaza del Policía, ubicada en Avenida Agraciada y Lucas Obes, se convirtió ayer en un espacio de memoria, reconocimiento y emoción. Los ojos vidriosos del presidente Luis Lacalle Pou, mientras les entregaba una medalla al mérito al grado de oro a los familiares de los siete policías que murieron cumpliendo con su trabajo este año, así lo indicaban. Puños que se chocaban, silencio y gargantas apretadas.

Pero la emoción del presidente llegó al punto más alto cuando una niña, acompañada de su abuelo, se acercó a recibir la medalla. Ella lo miró y le extendió su mano con un regalo: la figura en miniatura de una mujer policía creada con porcelana fría. Lacalle tragó, bajó la cabeza y tomó del brazo a la niña para agradecerle. Luego guardó el regalo en un bolsillo.

Esa niña se llama Aldana y es la hija de la policía Daniela da Silva, una cabo de 31 años que fue baleada en un intento de rapiña en la tarde del viernes 6 de marzo, y falleció un día después. Da Silva llegaba a su casa luego de haber terminado su puesto de custodia en una sede diplomática. Dos delincuentes en moto intentaron rapiñarle el arma. Uno de los asaltantes le disparó. Desde unos 30 metros, la pareja de Da Silva -también policía- vio el momento. Extrajo su arma y disparó hacia los rapiñeros.

El padre de Daniela da Silva contó a El País que Aldana hace artes plásticas, que él la lleva al taller y que cuando la niña se enteró de que le iban dar una medalla de honor a su familia por la labor de su madre, decidió hacer el obsequio. “Ella se me apareció con la idea de que le quería entregar esto (al presidente) y lo empezó a hacer con porcelana fría; es una policía haciendo el saludo”, dijo el abuelo de Aldana. La niña, en tanto, contó a El País que el presidente le contestó que el regalo “estaba lindo y que lo iba a guardar en su escritorio”.

Formado en fila, junto al ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y a toda la cúpula ministerial, el presidente entregó una medalla a todos los familiares de los policías que murieron trabajando. Estos son: agente David Texeira, guardia José Silva Caballero, cabo Carlos Adrián de los Santos, cabo Daniela Silvana da Silva, cabo Robert Darío Santana, sargento Jorge Martínez y cabo Pablo García Da Rosa.

Luego de concluido el acto de reconocimiento a los policías caídos en función, el presidente de la República hizo referencia al regalo. “Lo voy a llevar para mi escritorio, me lo dio la hija de una agente caído y creo que amerita que la sociedad toda, no solo el gobierno, reconozca y agradezca a la gente que todos los días, en cada rincón del país y en los lugares más complejos y a veces en situaciones extremas, nos estén defendiendo”.

Por otra parte, el mandatario resaltó que “no está conforme” en materia de seguridad. Consultado en rueda de prensa sobre si se avanzó en comparación con el anterior gobierno, Lacalle contestó: “El ministro del Interior dio las cifras correspondientes. En este tema hay que ser bien objetivo porque naturalmente, la subjetividad no corresponde a un gobierno. Yo puedo tener una visión del respaldo policial, de la tranquilidad o no de la ciudadanía, pero la mejora de seguridad publica está en la paz social, que es la disminución de los delitos, pero también en la tranquilidad que pueden tener los uruguayos para llevar adelante su vida”.

En ese sentido, puntualizó: “No estamos conformes y creo que hablo en nombre del ministro”. El presidente dijo que el sueño de una sociedad sin delito “es una utopía”, pero que la idea es comprometerse a que haya “una sociedad donde la paz social sea la regla y no la excepción”.

Larrañaga, en tanto, expresó: “Nosotros siempre decimos que lo positivo es haber frenado el aumento y estar en línea con una baja consistente de los delitos. Por supuesto que no se está conforme porque siempre hay que apuntar a más en la seguridad pública”.