MALDONADO

Puente de la Barra: la réplica, el juicio y un homenaje de Pablo Neruda

El intendente Enrique Antía dijo que la construcción “estuvo en el CTI”, pero ahora pasó a cuidados intermedios.

Máquina trabajando en el puente de La Barra. Foto: Ricardo Figueredo.
Máquina trabajando en el puente de La Barra. Foto: Ricardo Figueredo.

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El enfermo, que estaba en CTI, estaría pasando a cuidados intermedios”. Con estas palabras, el intendente de Maldonado, Enrique Antía, se limitó ayer a comunicar el pronóstico favorable de las obras para apuntalar el segundo puente de La Barra, una réplica del original, construido en 1965 por Leonel Viera.

Tras el descenso de la estructura sobre el arroyo Maldonado en setiembre, la meta sigue siendo habilitar la circulación en verano y recién después de la temporada alta avanzar en la remodelación.

Sin embargo, el plan de obras que la comuna debió diseñar de apuro, asesorada por sus técnicos, centró la atención en uno de los emblemas del este uruguayo.

Poca gente conocía, por ejemplo, los versos que el poeta chileno Pablo Neruda le dedicó en 1968 a las curvas del puente original durante una visita a Uruguay, donde coincidió con Eduardo Víctor Haedo.

“Este puente hace honor al agua ya que la ondulación de su grandeza une dos soledades separadas y no pretende ser sino un camino”, escribió quien tres años después recibiría el premio Nobel de Literatura.

Este homenaje fue recopilado en la demanda por daños y perjuicios iniciada por los descendiente de Viera contra el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la empresa Ramón C. Álvarez a comienzos de la década del 2000, por entender que la réplica que se había construido era una reproducción ilícita del modelo original.

Por su originalidad, los familiares plantearon que esta era “una obra de ingeniería sensible” y por lo tanto estaba protegida por la ley de derechos de autor.

La Justicia dio lugar parcialmente a los reclamos de los sucesores de Viera, que fueron resarcidos por el Estado con US$ 70.000 de la época.

Curiosidades

Al margen de este resultado, de la documentación judicial a la que accedió El País se desprenden datos históricos sobre la versión original y la réplica. Para fines del siglo XX, la modernización hizo que las dos vías que unían a Punta del Este y La Barra de Maldonado fueran insuficientes para la cantidad de vehículos dispuestos a circular, sobre todo en la temporada turística. Por lo tanto, el Estado barajó varias opciones ante la necesidad de construir un segundo puente.

Las autoridades de entonces realizaron encuestas a vecinos y comerciantes de La Barra para elegir la mejor opción. “La gente quería otro puente igual al anterior” y rechazó uno “de una estética más moderna”, reseñaron los demandantes.

Más allá de la semejanza entre un puente y otro, las técnicas utilizadas fueron diferentes.

Días atrás el asesor de la Intendencia de Maldonado Lucio Cáceres, que era ministro de Transporte cuando se diseñó la réplica, descartó que esto pueda haber incidido en el riesgo de derrumbe al que ahora está sujeto el segundo puente.

¿En qué diferencia uno de otro? Según Cáceres, “la forma es igual, pero la estructura resistente es totalmente distinta (...) Uno tiene un concepto de banda elástica y el otro, de estructura pretensada tradicional. Son dos concepciones diferentes de cómo aguantar un mismo peso, así como se puede aguantar un peso con una mesa de cuatro patas y con una de tres”.

El ingeniero civil Alberto Ponce Delgado, a cargo de la segunda obra, diseñó más de 60 puentes en Uruguay, entre ellos el Puente Libertador General San Martín, que conecta Fray Bentos (Río Negro) con Argentina.

Avance

En el día de ayer quedó colocado el tercero de cinco pilotes que sostendrán la estructura del segundo puente de La Barra de Maldonado, tras los desperfectos que obligaron a cerrarlo y a iniciar obras para evitar su caída.

Además, según informó la Intendencia de Maldonado, se instalarán sistemas de control de velocidad y cargas sobre el puente original, por donde se está canalizando el tránsito de vehículos livianos.

También se completaron las obras de hormigonado de los dos primeros pilotes. Cada uno de ellos contiene 10 metros cúbicos de material.

Los trabajos continúan para completar el resto de los pilotes y con ellos, a su vez, sostener las vigas restantes que apuntalarán el puente.

Leonel Viera, el “genio” de Tacuarembó que lo ideó

“Un genio que desafió al hormigón”. Así es presentado Leonel Viera (1913-1975) en el libro “Tacuarembó, un pago grande”, editado por la periodista Silvana Nicola.

El constructor se especializó en cálculo tensorial y diseñó varias obras destacadas, como el Cilindro Municipal de Montevideo.

Este emblema capitalino, demolido en 2014 tras un incendio, fue incluido por el ingeniero Mario Salvadori, decano de la Universidad de Columbia, entre las obras más importantes de la historia hasta 1975.

De hecho, en su momento el diseño fue tan innovador que inspiró a los constructores del estadio estadounidense Madison Square Garden, según se reseña en la publicación de Nicola.

Viera estudió ingeniería civil en la Universidad de la República, pero le faltó rendir dos materias para recibirse. En 1971 fue candidato del Partido Nacional a la Intendencia de Montevideo.

El puente está estable y no hubo descensos

La Intendencia de Maldonado informó que desde que se colocó la primera viga el puente está estable y no se ha constatado una baja, como había ocurrido al principio de las obras de apuntalamiento.

El director general de Tránsito de la comuna fernandina, Juan Pígola, estimó que antes de que comience la temporada de verano el puente estará en condiciones de ser circulado.

En la zona se aumen- tó la cartelería que indica que la velocidad máxima de circulación es de 30 kilómetros por hora. El cuerpo inspectivo controlará que se cumpla con la disposición a partir de cámaras de videovigilancia y radares.

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