A 50 AÑOS

Papa Francisco pidió a los sobrevivientes de los Andes que rezaran por él y sus "montañas"

El sumo pontífice escribió una emotiva carta por el aniversario del accidente aéreo de 1972 e invitó a rezar "especialmente por los chicos y los familiares que no volvieron".

Papa Francisco. Foto: AFP.
Papa Francisco. Foto: AFP.

Este jueves 13 de octubre se cumplieron 50 años del trágico accidente, en la cordillera de Los Andes, de un avión en el que viajaban 45 uruguayos rumbo a Chile. Uno de los 16 sobrevivientes, Gustavo Zerbino, invitó al papa Francisco a unirse a la misa conmemorativa y el sumo pontífice les envió una emotiva carta de amor, rezos y esperanza.

"Gracias por la invitación que me realizó a unirme en la eucaristía que celebrarán el próximo 13 de octubre con motivo de la conmemoración de los 50 años del accidente que vivieron en los Andes. Celebrar la eucaristía es la invitación del Señor a hacer memoria, memoria agradecida de su
paso en nuestra vida y en nuestra historia", comienza la carta que le envió el pasado lunes Francisco a Zerbino, a la que tuvo acceso El País.

"Con este espíritu, en primer lugar, me gustaría hacer memoria e invitarlos a rezar especialmente por los chicos y los familiares que no volvieron; recemos por ellos, por sus familiares y dejemos que su recuerdo sea fuente de inspiración como ese que movilizó a esas madres a crear la Biblioteca Nuestros Hijos. Un dolor maternal desgarrador que, vivido en clave pascual, fue capaz de trascenderse y hacerse signo de una vida de servicio por amor.

Mi saludo y gratitud por el ejemplo y testimonio", destacó el sumo pontífice.

"Ustedes tuvieron que enfrentar situaciones extremadamente difíciles, trágicas me animaría a decir, donde la hostilidad y la incertidumbre, la soledad y el abandono, el sinsentido y la privación, entre tantas otras cosas, se apoderaba de vuestras jornadas poniéndolos continuamente a prueba.
En esta situación de despojo y de carestía total pudieron, sin embargo, hacer memoria y apelar a lo aprendido desde niños en vuestras casas y en la educación recibida: se tenían entre ustedes, eran un equipo, y tenían la fuerza y el sostén de la oración".

La carta prosigue: "Se aferraron a lo más valioso que podían tener junto al deseo y a la voluntad de mirar hacia delante y seguir viviendo. Experimentaron, no como un slogan, que nadie se salva solo, que se necesitaban unos a otros y que la oración, como me dice, les daba mucha contención y fortaleza".

"También el de ustedes es un testimonio pascual, donde el dolor y la incomprensión de lo vivido se transforma, para muchos, en signo de vida y esperanza. Gracias. Los invito a que sigan siendo artífices y profetas de esperanza. Que este hacer memoria ayude a abrir puertas de futuro, coraje y compromiso principalmente en aquellas zonas y situaciones donde las personas viven situaciones adversas; que vuestro testimonio despierte al compromiso e invite a mancomunar esfuerzos para forjar un futuro mejor".

"Es cierto, no son pocas las veces que tenemos que enfrentar situaciones límites pero, en comunidad y con la oración, ayudemos a que podamos abrirnos a la esperanza".

"Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide; y, por favor, no se olviden de rezar por mí que también tengo ‘mis montañas’ que atravesar", cierra la epístola papal.

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