Niños y bebés debieron ser repatriados por el INAU por casos de pobreza, reunificación familiar o trata

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La madre y su pareja se encontraban en situación de calle en Montevideo. Los trabajadores del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) constataron su situación en febrero de 2020 y se alarmaron porque junto a ellos estaba un bebé recién nacido con nacionalidad ecuatoriana.

Inmediatamente se intervino y el bebé pasó a cuidado del instituto, al mismo tiempo que se le brindó asesoramiento a la madre para que pudiera acudir al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en busca de prestaciones que le permitieran mejorar su situación y poder hacerse cargo del bebé.

Pero para sorpresa de los funcionarios del INAU el contacto con la madre poco a poco se fue perdiendo hasta que la mujer se deslindó por completo.

Desde el instituto se comenzó a buscar posibles vínculos familiares del bebé. Se probó en Ecuador sin suerte. Hasta dar, en noviembre de 2021, con familiares radicados en Venezuela que pensaban viajar a Colombia. Luego de recibir informes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que confirmaban que sus familiares se habían radicado allí, con domicilio fijo y en condiciones de poder hacerse cargo del menor, se comenzó el proceso para repatriarlo allí, trámite que aún está en evaluación.

En febrero de 2021 el INAU debió acudir a un adolescente uruguayo de 14 años radicado en Buenos Aires cuya madre, único familiar con quien vivía, falleció. Su hermana solicitó desde Uruguay que fuera repatriado y desde el Estado uruguayo se ayudó para que iniciara el trámite ante la Justicia argentina. Sin embargo, la hermana no tuvo éxito ya que finalmente el adolescente decidió quedarse en Argentina con otro familiar.

Estas fueron dos de las 31 situaciones en las que el INAU intervino entre 2021 y este año, ya sea para atender la situación de uruguayos en el extranjero o niños, niñas y adolescentes de otros países que se encontraban en Uruguay y por alguna razón quedaron al amparo de organismos rectores de las políticas de infancia.

Entre ellas 14 corresponden a uruguayos, cuatro a ecuatorianos, tres a venezolanos, otros tres a argentinos, dos a rusos, otros dos a colombianos y también a dos chilenos y una a un peruano, según datos del INAU a los que accedió El País.

En las mayoría de los casos las situaciones corresponden a “reunificación familiar” (53%). Entre las demás causas sobresale casos vinculados a “trata laboral” (18%), seguido de “violencia” (11%), luego “colaboración en el retorno” (7%), “sospecha de secuestro” (4%), “violencia de género-femicidio” (4%) y “vulneración de derechos” (3%), de acuerdo a los registros del instituto.

Otro de estos casos involucró a un venezolano de cuatro años que ingresó al país con la pareja de su abuelo materno. Al poco tiempo cayó en el amparo del INAU. Se logró identificar a su madre en Ecuador, que pidió saber de su hijo. El caso se volvió complejo ya que al mismo tiempo desde Venezuela la abuela materna pidió repatriarlo. Y la situación aún no fue resuelta.

Otro adolescente venezolano llegó a Uruguay acompañado de un adulto que pretendía entrar sin tener la autorización y sin confirmar cuál era su vínculo con el joven. Luego de averiguaciones se logró dar con la familia en territorio venezolano y se lo pudo repatriar mediante la embajada de su país.

Para el presidente del INAU, Pablo Abdala, se trata de “casos aislados en el sentido de que son independientes entre sí”. “Pero no aislados en el sentido de extraños porque estas situaciones suceden con relativa frecuencia”, indicó.

El jerarca nacionalista sostuvo que se debe “estar preparado para responder ante la ocurrencia de estos hechos” porque si bien “no hay pronósticos ni proyecciones sobre si es una tendencia en aumento”, dar respuesta a estos casos es parte de los cometidos fundamentales del INAU.

“Más allá de la intensidad, son situaciones que ocurren y que se dan de manera constante. Por esa razón se ha dado el paso que se dio esta semana en el sentido de formalizar el protocolo de la niñez migrante”, afirmó Abdala.

Uno de los casos más recientes que cobró mayor visibilidad fue el de cuatro adolescentes ecuatorianos y otro venezolanos que llegaron al país vinculados a una red de trata laboral.

En otra instancia, en junio pasado, el instituto fue notificado de la situación de un venezolano de 16 años que llegó a Uruguay junto a un adulto, a quien la madre del adolescente había autorizado. Luego de un tiempo, se constataron vulneraciones de sus derechos, por lo que el INAU intervino y comenzó los trámites a nivel internacional para saber si existía familia en su país de origen.

Se realizaron coordinaciones con el Mides, con la Organización Internacional de Migración y con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, para propiciar la reunificación con su familia. Lo cual se dio al poco tiempo y hoy el adolescente está en Venezuela junto a sus parientes.