Bombero que coordinó rescate de uruguayos en Bariloche: “Retiramos 60 toneladas de escombros hasta que pudimos encontrarlos"

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El destacamento de Bomberos Voluntarios de Melipal, en Bariloche, recibió una llamada relativamente habitual este martes sobre las 6:30 de la mañana. Les informaban que “había caído un árbol” junto a un lujoso hotel de la zona. Sin embargo, al llegar al lugar, que quedaba a escasos minutos de la estación, el panorama fue desolador: la ladera de la montaña había desprendido toneladas de lodo, barro y árboles que ingresaron al hotel, provocando la muerte de tres personas. “Fue una sorpresa muy grande, y eso que hace 25 años que soy bombero”, detalló a El País Santiago Büsch Frers, coordinador del operativo de rescate.

Durante el día, Santiago se dedica al turismo y la construcción, pero cuando suena la alarma sale junto a sus 50 compañeros a socorrer a quien lo necesite. Esta vez, al equipo le tocó la difícil tarea de retirar, a mano, más de 60 toneladas de escombros hasta socorrer a Ana María Marturet y hallar los cuerpos sin vida de sus familiares, Víctor González, Gerardo Casella y Alba González, cuatro uruguayos que estaban de vacaciones en uno de los principales puntos turísticos de la Argentina. 

Tras una noche traumática, Büsch Frers se aclara la garganta al otro lado del teléfono y dice con un suspiro a El País: "Hicimos mano de todas las herramientas que tuvimos".

El País: ¿Cómo fue el momento en el que recibieron la llamada de emergencia?
​Santiago Büsch Frers: Fue una sorpresa, y eso que llevo 25 años siendo bombero. Sobre las 6:30 nos avisaron que había caído un árbol. Estábamos cerca, a cuatro o cinco minutos. Cuando llegamos era mucho más grande, la ladera con muchos árboles había caído y se activó el protocolo de evacuación del hotel.

¿Cómo estaba el panorama en el lugar?
La carga emotiva es muy alta para todos. El complejo es muy grande y justo hace muy poco habían inaugurado un complejo que estaba completamente libre. Así que la gente pudo ser reubicada rápidamente. Además, se había colgado el sistema informático, tuvimos que contar uno por uno porque tampoco sabíamos si estaban de excursión o habían vuelto.

¿Cómo fue el momento de asistir a las víctimas?
Nos llevó como una hora y media quitar a la mujer de debajo de los escombros (N. de la R.: Ana María Marturet, la uruguaya que sobrevivió, esposa del primer fallecido confirmado de la tragedia). Estaba en shock y con mucho dolor. 

¿Qué les dijo ella?
Hablamos con ella constantemente, una persona se quedó en contacto directo y todas las otras seguían trabajando. Hubo un médico en el lugar y por eso le pudimos colocar una vía allí mismo. Nos contó que había estado hablando con el marido hasta que no lo escuchó más. Ella tenía un 40% del cuerpo bajo los escombros. El esposo el 70 %. Los otros familiares lamentablemente el 100 %.

¿Cómo fue el hallazgo de Gerardo Casella y Alba González?
Realizamos todas las tareas que pudimos el miércoles y en un momento no sabíamos si era seguro seguir, porque en la noche se hacía difícil. La idea era retomar esta mañana la búsqueda, pero al final pudimos empezar antes y sobre las 3 de la madrugada se dio el hallazgo. Movimos 60 toneladas de escombros hasta que pudimos dar con los cuerpos. 

¿Lograron hablar con familiares?
Sí. Generalmente nuestros trabajos son puntuales, pero en este caso establecimos un puesto de comando y van a venir integrantes de la familia para acompañar.

¿Y las otras personas que resultaron heridas, cómo están?
Los otros tres estaban en habitaciones, dos se encontraban cerca de las ventanas, así que los socorrimos por fuera del edificio y una estaba cerca del pasillo, así que se arrastró hasta que pudimos asistirla. Fueron heridas fuera de gravedad, pero están con estrés postraumático.

Su trabajo es voluntario… ¿Cómo se siente ahora?¿Cómo está el equipo?
Los bomberos voluntarios somos un eslabón de la sociedad moderna. En mi caso yo me dedico al turismo y como en la zona la economía es cíclica, también hago trabajos de construcción y energías renovables. En el destacamento somos 50 bomberos, cada uno con sus trabajos y familias. En este operativo estuvimos todos, también hubo perros de búsqueda, contamos con un equipo interdisciplinario con el Ejército para hacer relevos cada hora… Hicimos mano de todas las herramientas que tuvimos. Hicimos una técnica psicológica de “desactivación” por la primera intervención y el equipo se pudo aclimatar.