INFORME

La conflictividad global aumentó y sindicatos de la educación son los que más se quejan

Un informe de la Universidad Católica advierte sobre paros en la enseñanza, los que ocurren mientras el gobierno intenta activar la reforma.

Protesta sindical. Foto: Francisco Flores.
Protesta sindical. Foto: Francisco Flores.

La conflictividad laboral, medida en cantidad de jornales perdidos o paros realizados, volvió a subir en julio en términos globales, según se destaca en un nuevo informe elaborado por el Departamento de Estudios Organizacionales de la Universidad Católica, que actualiza su reporte en forma mensual.

El trabajo advierte, de todos modos, que el incremento es “global” porque la conflictividad “sectorial disminuyó”. ¿En qué sentido? En que la cantidad de paros realizados individualmente por los sindicatos fue menor comparado con el mes anterior.

Sin embargo, el paro general que tuvo lugar el 7 de julio pasado -en defensa de la negociación colectiva, el empleo y las empresas públicas- fue lo que terminó moviendo la aguja del panorama general, ya que se produjo un incremento de las movilizaciones de un 35%.

El estudio también detalla los paros ocurridos en julio. Recuerda que hubo 11 conflictos que implicaron la interrupción de la actividad, en los que estuvieron involucrados 189.285 trabajadores y se perdieron 155.668 jornales laborales.

“En algunos de estos conflictos se aplicaron medidas que no quedan cuantificadas en el índice, como el trabajo a reglamento en la industria láctea o la no realización de algunas tareas en la Fiscalía”, acota el estudio.

Dentro de todos los sectores, el más afectado fue la educación, área en la que el gobierno intenta llevar adelante una reforma profunda, la que tiene la férrea oposición de los sindicatos de profesores.

En este sentido, el 49% de todos los conflictos fueron en centros educativos, lejos del 19% que hubo en la banca, del 15% de la construcción -que incluyó reclamos por la muerte de un trabajador en la planta de UPM2-, del 12% de la industria y del 2% de la salud.

En el 73% de los casos, el reclamo fue en el marco de la negociación colectiva, lo que quiere decir que la principal reivindicación estaba vinculada a salarios. “Muy por debajo de lo anterior se ubicaron los paros por mejores condiciones de trabajo”, agrega el informe.

El contexto

No se puede soslayar que el mes de julio estuvo signado por dos episodios que de por sí son desencadenantes de conflictividad. Uno de ellos fue la presentación, y posterior discusión en la Cámara de Diputados, del proyecto de ley de la Rendición de Cuentas. Esto provoca todos los años manifestaciones, dado que en esta instancia el sistema político redistribuye recursos hacia varios sectores del Estado.

Y al mismo tiempo, sobre finales de julio, el gobierno decidió presentar a todos los partidos el texto del anteproyecto de la reforma jubilatoria que el presidente Luis Lacalle Pou quiere llevar adelante en su gestión, en lo posible con el consenso de la oposición, lo cual significa e implicará largas semanas de negociación.

Aunque esto todavía no impactó en medidas -el Pit-Cnt se abocó a criticarlo duramente y ya adelantó movilizaciones, que todavía no se concretaron- sí lo hará muy probablemente en los próximos días.

“Se detecta un nuevo foco de conflictividad vinculado con la presentación del primer borrador de la reforma de seguridad social -señala el informe de la Universidad Católica sobre el final-, motivo por el cual el Pit-Cnt ya anunció un paro y seguramente sea un tema de tensión en los actores sociales en los próximos meses”.

En el Ministerio de Trabajo, en tanto, comparten este diagnóstico (ver aparte) y entienden que “indudablemente la conflictividad ha aumentado”, aunque eso no quita que se mantenga un “diálogo fluido” tanto con los representantes de la central sindical como con las cámaras empresariales, aseguró a El País Federico Davedere, director nacional de Trabajo.

“Situación se mantendrá”, dicen desde el ministerio

Federico Davedere, director nacional de Trabajo, entiende que la situación de conflictividad que aumentó con respecto a junio -pero también en comparación al año pasado- “se mantendrá durante los próximos meses” . “No creo que descienda”, dijo el jerarca, que recordó que además inició por estos días una ronda de salarios en aquellos sectores más afectados por la pandemia, que habían establecido un período puente por dos años para realizar los ajustes.

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