ANÁLISIS

El "susto" que da la vacuna contra el covid-19 en los estudios del cáncer

Glucosa que detecta la presencia de cáncer se “prende” tras la dosis anticovid; "no se contraindica la vacunación a los pacientes con cáncer, todo lo contrario", resaltó experto.

Vacunación anticovid. Foto: Estefanía Leal
Vacunación anticovid. Foto: Estefanía Leal

Ana tiene 30 años. Este jueves por la tarde decidió prepararse un mate para abrir un resultado médico. Hace cinco meses terminó la quimioterapia que la llevó a la remisión completa de un linfoma. El resultado que leyó era de su último examen PET (tomografía por emisión de positrones). Cuando se fijó detalladamente en el informe sintió que su corazón “se aceleró” y le costó respirar. “Aparición de adenopatías hipermetabólicas”, es lo que decía el estudio que llevaba su nombre. Al igual que tantos otros pacientes oncológicos, Ana se llevó un “simple susto” porque esa supuesta aparición de cáncer en realidad tenía que ver con que se había vacunado contra el covid-19 hacía unos pocos días.

En su estudio anterior había leído que “no se observan adenopatías”, entonces lo que vio este jueves la preocupó. “No quise buscar en internet porque sabía que iba a salir cualquier cosa”, dijo Ana al respecto. Ya de ida al consultorio para hablar con su doctora, la joven le contó a una amiga lo que le pasaba con el resultado. “Antes de hacerte el PET, ¿te habías dado la vacuna?”, le consultó esta. Efectivamente. Cuatro días antes del estudio Ana había recibido la cuarta dosis de la vacuna de Pfizer contra el covid-19. Al ser paciente de riesgo tuvo preferencia en la agenda y no dudó en anotarse.

“No esperaba una recaída tan pronto, venía todo perfecto”, le dijo su médica en el consultorio mientras le planteó las posibilidades de extraer el ganglio que apareció en el PET para estudiarlo. “Yo le dije que estaba dispuesta a hacer lo que sea, pero le advertí, por las dudas, que unos pocos días antes del estudio me di la cuarta dosis contra el covid”, explicó Ana y agregó: “En ese momento a ella le cambió la cara por completo y me dijo que seguramente se debía a eso y efectivamente así fue”.

Unos pocos días más tarde le hicieron análisis de sangre y ecografías en donde se vio “todo limpito” y sin cáncer. Entonces, ¿qué provoca la vacuna en estos estudios oncológicos?

El responsable de investigación médica en el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), Omar Alonso, explicó: “En este tipo de estudios inyectamos glucosa radioactiva que de alguna manera se ‘prende’ al encontrar cáncer, pero también lo hace cuando el organismo está montando una reacción inmunitaria en el paciente, como sucede con las vacunas”.

Además, “gran parte” de las reacciones ocurren en los ganglios o las axilas, según explicó Alonso, y se dan cerca del brazo que recibe el pinchazo “porque se consume la glucosa que se administra allí”.

El especialista advirtió que “no es necesario alarmarse” cuando esto sucede y “uno de los aprendizajes de la pandemia” es “empezar a consultar a los pacientes si se vacunaron hace poco” para evitar “malos ratos”. El efecto de la vacuna en el PET puede durar varias semanas, según Alonso, y es necesario repetirlo para confirmar que se trate de esto y no de cáncer.

“Hay que resaltar que la vacunación no interfiere para nada en la enfermedad y solamente altera un estudio. No se contraindica la vacunación a los pacientes con cáncer, todo lo contrario, ellos necesitan mucho la estimulación de defensas contra el virus”, explicó el experto.

Recomendaciones de expertos internacionales

“La adenopatía relacionada con la vacunación contra el covid-19 es un hallazgo de imagen frecuente que puede generar un diagnóstico enigmático en pacientes con cáncer manifiesto o sospechado, en quienes puede ser indistinguible de la afectación ganglionar maligna”, señala un artículo publicado en febrero de 2021 en la revista Radiology, escrito por un grupo multidisciplinario de expertos en radiología que atienden en los principales centros oncológicos de Estados Unidos.

“El efecto protector abrumadoramente positivo de las vacunas a veces va acompañado de efectos adversos no deseados, la mayoría de los cuales son transitorios y menores. Estos incluyen la adenopatía regional. (...)El reconocimiento de esta asociación es crucial en los pacientes con cáncer, donde puede conducir a un diagnóstico insuficiente o excesivo y a un tratamiento insuficiente o excesivo, así como a un aumento de la ansiedad”, agregan los especialistas.

Entre las recomendaciones recogidas en esta publicación, los especialistas señalan que, “siempre que sea posible”, se recomienda que los estudios radiológicos se programen varias semanas después de haber recibido la última dosis de la vacuna.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados