CALIDAD DE VIDA

Psoriasis: la mitad de los pacientes no recibe tratamiento

La dermatóloga Claudia Guebenlian habló en Calidad de Vida de esta enfermedad inflamatoria, crónica, no contagiosa que se caracteriza por la presencia de placas rojas con escamas en la piel.

La mitad de los pacientes con psoriasis leve no recibe tratamiento; entre aquellos con cuadros moderados y severos, el porcentaje es menor, pero igualmente preocupa a la dermatóloga Claudia Guebenlian: entre el 20% y el 30% no consulta ni recibe tratamiento de ningún tipo a pesar de que hoy se tiene disponible un arsenal terapéutico más eficaz que en años pasados.

“La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica, no contagiosa que se caracteriza por la presencia de placas rojas con escamas en la piel y puede estar asociada a otras comorbilidades como la artritis psoriásica o el aumento del riesgo cardiovascular”, dijo la asistente de la Cátedra de Dermatología del Hospital de Clínicas en entrevista en Calidad de Vida en El País.

Esta enfermedad se manifiesta como lesiones delimitadas, escamosas y rojas en codos, rodillas, cuero cabelludo (donde da una caspa gruesa), manos, uñas y pies e incluso genitales. Hay placas que solo aparecen en las palmas de las manos y en las plantas de los pies y pueden causar dolor. Eso afecta la movilidad del paciente porque tiene dificultad para caminar o para tomar cosas con las manos. Los síntomas más frecuentes son prurito, irritación, quemazón y dolor. “En casos severos puede comprometer casi toda la superficie corporal”, apuntó.

Dermatóloga Claudia Guebenlian en Calidad de Vida
Dermatóloga Claudia Guebenlian en Calidad de Vida

Afecta a todas las edades y no diferencia por sexo ni por etnia. Sí tiene dos momentos claros de debut: durante la infancia y la adolescencia y en la edad adulta; aunque puede aparecer también en bebés de seis meses, particularmente con lesiones en la zona del pañal, y también en mayores de 80 años.

El 4% de la población mundial tiene psoriasis; no hay datos nacionales pero se estima que afecta a unos 60 mil uruguayos. “Podemos decir que es muy frecuente. Casi todos los días ves pacientes con psoriasis; se ve en la calle. No es una enfermedad rara”, indicó Guebenlian, diplomada en psoriasis.

No tiene una causa conocida pero sí hay factores genéticos que predisponen a la psoriasis. La mayoría de los pacientes comparten el cuadro con familiares. También hay desencadenantes como fármacos, infecciones y estrés emocional que operan al inicio de la enfermedad y en los empujes; también los hay climáticos; por ejemplo, el clima frío afecta más a estos pacientes.

El diagnóstico de la psoriasis es clínico: el médico, con tan solo mirar las lesiones, ya está en condiciones de identificar la enfermedad. La puede diagnosticar un médico general, pero lo ideal es que lo haga un dermatólogo, que es quien guía el tratamiento o realiza las derivaciones que sean necesarias según cada paciente. Esto último precede al tratamiento.

Por ejemplo, si se sospecha que la persona tiene compromiso articular, se la deriva al reumatólogo; si hay riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión o diabetes, se la puede derivar a un médico internista o un cardiólogo.

Y, además, se puede consultar con un psicólogo o psiquiatra porque la psoriasis se asocia con frecuencia a depresión y ansiedad debido a la afectación que ha hecho de forma continuada y acumulativa a lo largo de la vida del paciente. Muchos ven su autoestima afectada porque las lesiones son visibles. “Pueden sufrir alteraciones en la vida de pareja, en el trabajo o en el estudio o incluso afecta en la elección de ropa o si la persona va o no a la playa... Es muy importante actuar y tratar la psoriasis desde edades tempranas para evitar el impacto a largo plazo”, relató la doctora.

Artritis

Un hecho trascendente para la población es que la tercera parte de los pacientes no solo tiene compromiso cutáneo sino que también presenta compromiso articular. El dolor, la rigidez y la hinchazón de las articulaciones son los principales signos y síntomas de la artritis psoriásica que afecta manos, pies, muñecas, tobillos, cuello y columna lumbar.

La lesión de la piel no deja cicatriz, pero la artritis provoca secuelas en las articulaciones, por lo que es importante el diagnóstico para un tratamiento precoz y evitar esta evolución.

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