CALIDAD DE VIDA

Presiones, expectativas y frustraciones: la salud mental en los deportistas

Experta en psicología y deporte habló sobre situación en chicos y grandes

Cuando un niño o un adolescente comienza a practicar un deporte, muchas veces él o su entorno más que tomarlo como un deporte lo toma como un trabajo o una profesión, y eso hace que aparezcan factores como la frustración, la ansiedad o la depresión. Por eso, es importante que el deportista tenga apoyo de profesionales también en este aspecto.

La psicóloga deportiva Verónica Tutte habló del tema en una nueva entrega de Calidad de Vida de El País e hizo hincapié en la importancia de trabajar con los más chicos. “Hay algunos conceptos que si no los trabajamos en las edades tempranas es muy difícil después instaurarlas en la vida adulta. Todo lo que tiene que ver con el entrenamiento, con la importancia del sueño, del estudio, tener espacios de ocio, tiempo libre y entender que el deporte a esas edades es un juego, que es una actividad más”, sostuvo.

En relación a que muchas veces es la familia o el entorno del adolescente el que deposita en él demasiadas expectativas, por ejemplo, cuando empieza a jugar al fútbol, la psicóloga explicó que diversos análisis realizados demostraron que los padres suelen ser los que más determinan la aparición de trastornos como estrés crónico en el joven y no tanto otras figuras como lo puede ser el entrenador.

Ver esta realidad fue “sorprendente”, sostuvo Tutte, quien desde hace más de 15 años trabaja en el Club Nacional de Football. Añadió también que este tema tiene que ver con “el desajuste” de expectativas sobre todo en los más chiquitos. “Veíamos que cuando los jugadores ingresaban al club con 13 años, esos papás ya esperaban o consideraban que el niño era un deportista profesional”, dijo.

Verónica Tutte, Calidad de vida
Verónica Tutte, Calidad de vida

La psicoeducación entra en juego para ajustar esas expectativas y los resultados son notorios: alcanza con un año de trabajo para ver que en las siguientes categorías, cuando los jóvenes ya tienen 14 o 15 años, la situación cambia y se los puede ver simplemente como chicos que practican un deporte “y no más que eso”, señaló la experta.

El trabajo de estos profesionales es tanto con los niños y adolescentes como con sus familias: “Nuestro primer encuentro siempre es con los padres. Hacemos una primera entrevista en la que está presente todo nuestro equipo multidisciplinario y también el entrenador de cada categoría. Lo hacemos cuando ingresan al club, como una carta de presentación y como un contrato simbólico en el que cada parte se compromete a aportar algo”, sostuvo Tutte.

La psicóloga deportiva Verónica Tutte dijo que “en el deporte profesional, sobre todo en el fútbol, cuando este es visto como un trabajo, aumentan los índices de depresión y de angustia mayoritariamente en la adolescencia, pero también en la edad en la que estas personas se enfrentan a la retirada”.

En esta etapa de su vida, señaló, “cuando están por finalizar su carrera deportiva, cuando esa carrera deportiva no tiene un después y esa persona no tiene una carrera universitaria, una profesión, un gusto, o cuando de alguna manera esa retirada viene de una forma muy brusca, cuando el deportista no se preparó para eso, es entonces que sobreviene sintomatología de depresión y trastornos de ansiedad”.

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