EL MEDICAMENTO ESTÁ PENSADO PARA RECIÉN NACIDOS

El MSP compra fármaco para 30 niños que tienen “alto riesgo” de infectarse VIH

Los pediatras y los padres de muchos de estos menores reclamaban desde “hace años” la llegada de estos 400 sobres que no se comercializan en Uruguay y que costaron US$ 80.713.

Persona con medicamento. Foto: Estefanía Leal.
Persona con medicamento. Foto: Estefanía Leal.

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En las estanterías de la farmacia del hospital pediátrico Pereira Rossell ya esperan por sus próximos dueños unas cajas blancas con instrucciones en inglés. Dentro de ellas hay unos sobres con un polvo para disolver que llevan el nombre “raltegravir” y que sería la salvación para unos 30 niños uruguayos que tienen “alto riesgo” de infectarse con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el SIDA.

Los pediatras y los padres de muchos de estos niños reclamaban desde “hace años” la llegada de estos 400 sobres que no se comercializan en Uruguay, que costaron US$ 80.713 y que están pensados para que los recién nacidos con riesgo de infectarse (porque sus madres son positivas al virus, aunque a los pequeños todavía no se les detectó) eviten el contagio. Y, de contagiarse, para que puedan transitar la infección con el menor riesgo posible.

En Uruguay nace cada año un niño (o dos) con VIH positivo. Es lo que se conoce como “transmisión vertical” o, lo que es lo mismo, el pasaje de la infección de la madre al bebé cuando se está gestando. También aparece al tiempo otro niño cuya madre no cursaba la infección en el embarazo, pero sí durante la lactancia y le transmitió de esta forma el virus.

Pero cada año hay además unas 85 madres en el país que son VIH positivas, que no contagiaron a sus hijos antes de dar a luz, pero que cualquiera de esos recién nacidos corren con altas chances de infectarse. “Para profilaxis post exposición de unos 30 de estos pacientes recién nacidos se requería esta medicación”, explicó la pediatra Virginia González, magíster en VIH y responsable de la policlínica de VIH-SIDA del Pereira Rossell.

Hasta ahora los niños estaban recibiendo comprimidos de difícil deglución, que fueron pensados para adultos. A los médicos, además, les era “casi imposible” ajustar la dosis.

“Los niños menores de dos años no toleran las pastillas, por lo cual era necesaria una presentación granulada, pensada para uso pediátrico, que permita la disolución para la fácil administración oral”, agregó en este sentido González.

El director del Pereira Rossell, el infectólogo pediátrico Álvaro Galiana, venía reclamando una solución porque “el fraccionamiento de las pastillas no es sencillo: no se trata de partir una pastillita como quien corta un pedazo de pan”, dijo.

La droga de adultos estaba diseñada para una persona de unos 70 kilos y no para un lactante que puede rondar los cuatro kilos.

“Con anterioridad había tomado conocimiento de la situación que estaban viviendo los niños con VIH en el país y nos pareció de urgencia poder resolver, si es que estaba a nuestro alcance, la situación a través de un mecanismo (de compra) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo el subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, quien preside la Comisión Nacional de Lucha contra el SIDA.

La peripecia.

La falta de las drogas básicas que precisan los niños con VIH, o aquellos a los que se requiere proteger de una posible infección, fue objeto de disputas judiciales y de reclamos de la sociedad civil. En 2017, por ejemplo, la jueza de Familia Liliana Brusales dio lugar a un recurso de amparo presentado por la Asociación de Ayuda al Sero Positivo con el patrocinio de la Clínica de Litigio Estratégico de la Facultad de Derecho. La magistrada condenó al MSP y al Fondo Nacional de Recursos a “garantizar el acceso inmediato a los medicamentos zidovudina y efavirenz en comprimidos de presentación pediátrica”.

El raltegravir, en la presentación que Uruguay compró ahora, ya circulaba en el mercado internacional hace unos cuatro años. Pero la gestión se fue dilatando.

El año pasado Uruguay pidió apoyo a la OPS para hacer la compra a través de su fondo estratégico. El objetivo era la adquisición del fármaco para 12 meses, ya que la llegada al país demora más de siete meses de gestión.

El 23 de marzo de 2021 el MSP recibió la cotización del medicamento por US$ 80.713. El subsecretario Satdjian validó la compra en mayo y, con el pago por adelantado, se dio inicio al trámite.

El martes de la semana pasada llegaron los medicamentos a la farmacia del Pereira Rossell.

Alertan por caída de test de diagnóstico

“La reducción en el número de personas que se realizaron una prueba de VIH, durante el primera año de la pandemia, alerta sobre la posibilidad de subdiagnóstico y un aumento en diagnósticos tardíos durante la post pandemia”, advierte un documento académico que realizó la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la República. La medición, hecha en instituciones médicas de referencia en la atención de VIH en siete departamentos, evidencia una reducción del 29% en el número total de pruebas: 25.883 versus 18.282 (24% entre mujeres y 39% entre varones). Los test positivos se mantuvieron en cifras similares a años anteriores (202), lo que “orienta a plantear un subdiagnóstico”.

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