Tenencia de armas de fuego: oficialismo cuestiona la propuesta de Bergara

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El actual senador y exministro de Economía del Frente Amplio, Mario Bergara, salió a la palestra con una propuesta para hacer de la tenencia de armas de fuego algo más regulado y exigente que lo que rige hasta ahora.

Desde el gobierno, las fuentes consultadas por El País dijeron en términos generales que querían estudiar con mayor dedicación los principales ejes de la propuesta de Bergara, pero dejaron entrever que difícilmente en el oficialismo acepten la idea del senador de la oposición.

Bergara fundamentó su propuesta en varios elementos. Para empezar, la cantidad de armas de fuego en Uruguay: según cifras oficiales, hay aproximadamente 600.000 registradas como legales, y según Bergara otras 600.000 en el “mercado negro”, una cifra que ubica a Uruguay quinto en el mundo en cuanto a posesión de armas de fuego por habitante.

Esta última cifra es puesta en duda por representantes de la coalición gubernamental. El senador del Partido Nacional Carlos Camy -uno de los especialistas en este tópico- preguntó “¿Cómo sabe Bergara que esa es la cifra? Puede que lo sea, pero también puede ser que sean 100.000”, en referencia a que dado que se trata de una cifra que no forma parte de los registros oficiales y verificados, puede ser cuestionada.

Camy añadió que la actual legislación fue aprobada en 2014 y reglamentada mediante decreto dos años después, durante el gobierno del Frente Amplio, y que el decreto reglamentario de la misma se cambió el año pasado (entre otras cosas, esa modificación tuvo como resultado la triplicación de permisos de tenencia de armas, de unos 2.500 a unos 7.500 por año).

El senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, en tanto, afirmó que en su visión la idea de “desarmar” a la población civil no le parecía adecuada. “En el medio rural, son hasta necesarias para eliminar plagas. Creo que ya tenemos una legislación que dificulta la tenencia de armas, y no encuentro motivos para aumentar el nivel de exigencias”.

Bergara aclaró que su iniciativa no tiene una “lógica prohibicionista” y propone además reducir el período vigente para el THATA (como se le dice abreviadamente al permiso para la tenencia de armas), de cinco a tres años. También, que se cree un Consejo Asesor integrado por varias dependencias del Estado - Ministerio del Interior, Defensa, Salud Pública, Educación, Instituto de DDHH, entre otros- que pueda cruzar datos, supervisar y coordinar todo lo referido a políticas públicas en este tema. Además, que cada tenedor de un arma tenga que tramitar un seguro de responsabilidad civil, similar al obligatorio para conducir un vehículo.

Otro legislador de Cabildo Abierto, el senador Raúl Lozano, señaló que el dato oficial de tenencia de armas incluye a las que están en posesión de la Policía y las Fuerzas Armadas, además de también cuestionar la cifra del mercado ilegal manejada por Bergara. Señaló que las exigencias actuales son “adecuadas” y agregó que “los únicos países en los que la población está desarmada son Cuba y Venezuela, al menos que yo sepa”.

Lozano también dijo que “por lo que he visto, Bergara hace una comparación con lo que pasó en Estados Unidos” (en referencia a la matanza en Uvalde, Texas), pero que la situación en ese país “es incomparable a la nuestra, porque allí hay armas de guerra en manos de la población civil, algo que no debe pasar”.

Otro de los argumentos manejados por Mario Bergara en su iniciativa, es lo que él señala como correlación entre las armas de fuego y la violencia doméstica. De acuerdo al legislador, “98% de los tenedores de armas en Uruguay son hombres”. Y en aquellos episodios de violencia intrafamiliar y de género que llegan a denunciarse en los que el agresor denunciado tiene permiso para un arma de fuego, el juez o jueza puede optar por incautarle dicha arma, o no. Para Bergara, debería ser obligatorio para un magistrado proceder a la incautación de esa arma de fuego registrada legalmente por la persona denunciada por violencia intrafamiliar.

Otro aspecto que es resaltado en la propuesta es que, de acuerdo a los datos expuestos por su patrocinador, uno de cada diez homicidios se da tras un altercado “espontáneo” (una discusión entre vecinos, un conflicto entre dos conductores en el tránsito). Para el senador de izquierda, la presencia de un arma de fuego opera de manera tal que podría “transformar” una situación conflictiva y compleja en una tragedia.