“HORAS PARA EVADIR PREGUNTAS”

Salinas y Cipriani defendieron gestión sanitaria; FA protestó por las ocho horas de discurso

Lucía Etcheverry, diputada del MPP, apuntó contra los jerarcas ya que “hicieron este resumen, pero que no tiene que ver con las preguntas. Siento que es una falta de respeto”.

Ministro Daniel Salinas en el Parlamento. Foto: Leonardo Maine

El retorno del ministro Daniel Salinas al Parlamento fue en un contexto muy diferente a su última visita en julio del año pasado, cuando el Frente Amplio lo había convocado -junto a la titular de Economía, Azucena Arbeleche- para responder por las decisiones adoptadas en la emergencia sanitaria.

La convocatoria de ayer, que como suele ocurrir con los llamados a sala consistió en una extensa jornada parlamentaria, fue distinta en varios sentidos. Antes que nada, por la coyuntura: la pandemia por el coronavirus ya es una etapa superada. Pero también por las formas y la dirección de las críticas de la oposición -esta vez en manos de la diputada del MPP Lucía Etcheverry- que apuntaron a la gestión global de su cartera y, más en particular, a supuestas irregularidades en la administración de ASSE que lidera Leonardo Cipriani.

A diferencia de la vez anterior, en la que Salinas levantaba la voz y animaba a la bancada oficialista al responder los cuestionamientos del senador Daniel Olesker -que acusaba al gobierno de “muertes evitables” por no restringir aún más la movilidad-, el ministro de Salud ayer se mostró más que cauto.

Su primera exposición, en una voz monocorde y aplacada por un tapabocas que decidió mantener en todo momento, la dedicó a brindar cifras que abarcaron desde el crecimiento de la nueva subvariante de ómicron, hasta la vacunación contra la gripe, y las inspecciones realizadas en todo el país ante la faltante de medicamentos.

Llegaron a pasar más de ocho horas de sesión sin que hubiera siquiera interrupciones políticas o acusaciones cruzadas que obligaran al llamado del orden por parte del presidente de la cámara, como es habitual en estas sesiones. Por el contrario, por momentos los diputados se desentendían tanto de la exposición de las autoridades sanitarias que se llegaba a escuchar el murmullo de las conversaciones informales.

El tedio en la sala llevó a un legislador oficialista a bromear con Etcheverry en cuanto a que solo faltaba que el presidente de ASSE -que se detuvo en detalles de las mejoras en gestión y equipamiento de gran parte de los hospitales públicos del país- repasara el “cambio de cubiertas” de los vehículos del prestador estatal, a lo cual la diputada apenas sonrió. Otros resoplaban con cansancio o se quejaban de “la masa” de la jornada. “Siempre nos preguntan por qué razón no interpelamos a los distintos ministros. Una de las razones es porque vienen al Parlamento a hablar horas y horas, a no contestar lo que se les requiere”, se quejó en Twitter la diputada Cecilia Bottino.

El enojo

 Lo de ayer se trató, en definitiva, de una convocatoria a un ministro y jerarca de un organismo público para responder 23 preguntas de la representante del MPP, sin mayores consecuencias políticas que esa. De hecho, Etcheverry fue consultada específicamente en rueda de prensa si entendía que la gravedad de sus denuncias -como la que refiere a faltantes de medicamentos para los usuarios de ASSE o retrasos en su distribución- implicaba un pedido expreso de renuncia. “Nosotros no vamos a señalar esta situación”, respondió sin dudarlo. “Nosotros lo que decimos es: hay que reconocer que el problema está y hay que cambiar el rumbo”.

Como también suele suceder en estos casos, el aludido no aceptó esta crítica - y ninguna otra. Cipriani contraatacó con la afirmación de que ahora “se está comprando mejor” y luego ensayó una serie de motivos que podían explicar que en algunos casos los pacientes no accedan al producto en tiempo y forma. Por ejemplo, el hecho de que a veces los medicamentos están en “los depósitos” de ASSE y no en las policlínicas, o que en ocasiones son “los laboratorios” los responsables de las demoras. También aseguró que ocurre que “se cambia el nombre de fantasía” del producto. “Los médicos tenemos que recetar en genérico y en ASSE había libertad para que cada médico hiciera lo que quisiera y así no hay gestión”, dijo en relación a un criterio que regía en la administración anterior.

Cuando Etcheverry tomó de nuevo la palabra, pasadas las 18.30 -cuando la sesión había comenzado a las 10- dejó caer de entrada su malestar con la extensión de las intervenciones de las autoridades.

“Fueron horas y horas para evadir y no contestar preguntas que eran concretas”, dijo, visiblemente enojada. “Me voy a disculpar con todos los directores de las unidades ejecutoras (de ASSE) que hicieron este resumen, pero que no tiene que ver con las preguntas. Siento que es una falta de respeto”, reclamó, y entró en seguida a polemizar con la defensa de Cipriani, particularmente enfocada en los medicamentos. “La gente sigue necesitando medicamentos y no están”, dijo, y agregó que sabe de situaciones en las que “las indicaciones médicas se cambian en la farmacia” por la falta de stock.

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