"PERSECUCIÓN POLÍTICA"

Pereira criticó “tono violento” de algunos legisladores oficialistas sobre el caso Carrera

El presidente del Frente Amplio aseguró que ello desencadenó la “persecución política” al senador Charles Carrera.

Fernando Pereira. Foto: Leonardo Mainé
Fernando Pereira. Foto: Leonardo Mainé

Ante la Mesa Política del Frente Amplio, el presidente de esta fuerza política, Fernando Pereira, advirtió que el “tono violento” de algunos legisladores de la coalición de gobierno “de alguna manera” desencadenó la “persecución política” al senador Charles Carrera.

Y puso como ejemplo, según dijeron a El País participantes de la reunión, a los senadores blancos Graciela Bianchi y Sebastián Da Silva.

El oficialismo impulsa una comisión preinvestigadora en el Parlamento sobre la gestión de Carrera como director de la Secretaría General del Ministerio del Interior, durante las dos administraciones del exsecretario de Estado Eduardo Bonomi, fallecido en febrero.

Por otra parte, Pereira señaló a los integrantes de la Mesa Política que la entrega del pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset fue un “escándalo” tanto a nivel nacional como internacional. Para el presidente del FA, mostró la “falta de apego” de los políticos involucrados directa o indirectamente en el episodio. Y agregó que el país quedó “ridiculizado” ante el mundo.

El martes, la bancada de senadores del FA solicitó un pedido de informes a Cancillería, para que brinde más detalles, y envió más información sobre el asunto para “contribuir a la investigación” que se inició de oficio. “Este tema no terminó”, remarcó el senador Mario Bergara, que encabezó la interpelación a los ministros Francisco Bustillo y Luis Alberto Heber en torno a la entrega del pasaporte al delincuente cuando estaba detenido en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

Ante la Mesa Política Pereira se refirió a la situación en Argentina, luego de que la semana pasada intentaran asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández. El exdirigente sindical afirmó que esta situación es muestra del “clima de exacerbación del odio en la región”, que entiende que “está instalado en parte de América Latina y ha empezado a instalarse en Uruguay”.

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